Melisa Casco tenía 19 años y murió en 2007 luego de ser atacada por el oso hormiguero que cuidaba en el zoológico de Florencio Varela. La familia de la chica denuncia que el zoo no tenía un protocolo de seguridad para alimentar a los animales. Claudio Quagliata, responsable del predio, es el único imputado. Está acusado de homicidio culposo.
A Melisa Casco la mató un oso hormiguero en el zoológico de Florencio Varela en 2007. Tenía 19 años y el plan de estudiar Veterinaria, por eso había aceptado un puesto como guía en el zoo. A las dos semanas le ofrecieron ser cuidadora y alimentar a esos animales, algo para lo que no estaba preparada y que la llevó a la muerte. La semana pasada empezó el juicio y el dueño del predio, Claudio Quagliata, es el único imputado, acusado de homicidio culposo. El próximo miércoles serán los alegatos.
“Ella entró sola como todos los días a darle de comer al oso y ahí fue que la atacó. Se le paró en dos patas, la abrazó y le perforó los pulmones. En el suelo la siguió atacando. Melisa estuvo dos días en agonía, pero antes de morir le tuvieron que amputar las dos piernas” contó a Infojus Noticias Claudio Casco, tío de la joven.
El oso que atacó a Melisa se llama Ramón y pertenece a la especie gigante: pesa casi 100 kilos y mide dos metros de largo. A pesar de su nombre vulgar, los osos hormigueros no tienen ningún parentesco cercano con los osos, ya que en realidad son “vermilingua”, un latinismo para los animales de lengua con forma de gusano. En el zoo, Ramón ya era conocido por su agresividad y porque había atacado a Cecilia Diminich, una bióloga ex empleada del lugar que renunció por las condiciones de trabajo.
“Estaba muy violento incluso en horarios en los que no debía, porque su comportamiento habitual era moverse al atardecer y la última vez que me atacó eran las 9 de la mañana. A mí ya me había atacado de una forma tan intensa que no quise volver a alimentarlo. Gracias a que había otra persona cerca yo pude escaparme, pero me estaba expuesta físicamente ya que no tenía nada más que un balde y una rama para defenderme”, explicó Diminich a Infojus Noticias.
La argumentación de Quagliata es que fue un accidente. “Ellos tratan de decir que la responsabilidad fue de Melisa, por haber entrado sola. Pero no había otro cuidador para alimentar al oso. Y encima no se tomaban las medidas de seguridad necesarias, como por ejemplo darle un handy. Melisa iba a darle a este animal con un palo como única protección”, dijo Casco.
Después de dos días del ataque, Melisa murió internada en el Hospital Evita de Berazategui.
La primera en declarar en el Juzgado número 5 de Quilmes, a siete años de la muerte de Melisa, fue Diminich: "Entrábamos a las jaulas solos y sin siquiera un teléfono para poder alertar si pasaba algo. Mi vida corrió peligro en varias ocasiones. Por eso renuncié y las autoridades lo sabían".
El zoológico de Florencio Varela es un predio de más de cinco hectáreas donde se desarrolla el “Proyecto conservación oso hormiguero gigante”. Está financiado por el Artis Zoo de Holanda, y el objetivo es “promover la conservación del oso en sí mismo y la de su hábitat en la Argentina”. En las etapas del proyecto se encuentra la “Creación de un ‘protocolo de manejo’ estipulando las pautas necesarias para el cuidado, mantenimiento y cría de la especie, asegurando el bienestar de los ejemplares en el Zoológico de Florencio Varela, además de la capacitación de los cuidadores/educadores que trabajarán”, se especifica en la web del zoo.
“Melisa no había hecho ninguna capacitación"
Según la bióloga Diminich, cuando aún trabajaba en el zoo tuvo una reunión con el representante del zoo de Holanda, que es el que envía el subsidio. El hombre se había mostrado preocupado por los aspectos sanitarios de los osos. “Entonces le pedí que también se preocupara por los aspectos de seguridad del cuidador. Entre las pruebas de la fiscalía hay un mail que envíe a un veterinario del proyecto donde yo le comentaba lo mal que me sentía por la cantidad de ratas y animales muertos y enterrados en el predio. Pero siempre recibía la misma respuesta: voy a hablar con Quagliatta”, contó. El primero de enero de 2007, Diminich renunció: “Me había recibido y como no tuve respuesta a mis reclamos decidí irme por el abandono y por el riesgo que corría mi vida”.
El padre de Melisa, Eduardo Casco, dijo a Infojus Noticias que el día que Ramón hirió a su hija “el dueño del zoo la encontró con el oso encima atacándola, pero fue de casualidad, ya que estaba haciendo una recorrida con un amigo y cuando escuchó los gritos y se acercó”.
“Ella no había hecho ninguna capacitación, solo durante unos días vio cómo otros cuidadores le daban de comer a los osos. Ella no contaba con ningún equipo de cuidado para protegerse y eso quedó demostrado. Ese día estaba en zapatillas, jean y remera, nada preparada para la tarea que la tenía que hacer”, dijo el padre, que tiene como abogado a Fabián Améndola y en un principio fue asistido por Fernando Burlando.
Infojus Noticias intentó comunicarse con Quagliata para escuchar su posición y no tuvo respuesta.
Después de los alegatos, que serán el próximo miércoles a las 10, el juzgado del Juzgado Correccional Nº 5 de Quilmes, a cargo de Sandra Martucci evaluará la responsabilidad del dueño del zoológico en la muerte de Melisa.