Se trata de dos detenidos de máxima peligrosidad que se fugaron el domingo pasado. Uno de ellos, Gabriel Figueroa, está condenado por el secuestro y asesinato de Matías Berardi, en 2014. Según los investigadores rompieron una ventana de un pabellón y luego parte del cerco perimetral.
El juez federal de Morón, Claudio Galdi, investiga la fuga de dos detenidos de máxima peligrosidad del Complejo Penitenciario de Marcos Paz, el 25 de enero a la madrugada. Uno de ellos, Gabriel Figueroa, de 28 años, en 2002, fue declarado culpable del homicidio de un nene de 9 años baleado durante un asalto, cuando sólo tenía 16 años. En 2009, asesinó a Germán "Pichi" Bustamante, integrante de la banda narco "Los Gardelitos". Su último homicidio conocido fue el de Matías Berardi, en 2010. El joven fue secuestrado por Figueroa y su banda cuando descendió de una combi, en el cruce de la Panamericana y la Ruta 25. Lo interceptaron mientras caminaba a su casa, y empezaron a hacer una serie de llamados extorsivos a los padres de la víctima exigiéndoles un rescate de 30.000 pesos. De acuerdo con el expediente, Berardi estuvo cautivo 14 horas, hasta que logró escapar. Pese a que pidió ayuda a los vecinos, no logró que nadie lo asistiera, y terminó siendo recapturado y asesinado.
El otro prófugo es Luciano Campos, de 38 años, uno de los 13 detenidos que escaparon del Complejo Penitenciario de Ezeiza en agosto de 2013, que derivó en el desplazamiento del entonces director del Servicio Penitenciario Federal. Poco después de aquella fuga, el 8 de octubre de 2013, Campos fue recapturado en avenida Piedrabuena y Castañares, en Villa Lugano. Sobre él pesaba una condena a 20 años y ya había estado prófugo durante tres meses, en 2008. Se le adjudican 11 robos y al menos un homicidio.
Los prófugos rompieron una ventana de un pabellón y luego parte del cerco perimetral, según los primeros peritajes realizados en el lugar.
Las autoridades penitenciarias iniciaron un sumario interno para establecer si hubo responsabilidad, ya sea por negligencia o complicidad, de miembros del Servicio Penitenciario Federal (SPF) en la fuga. Y mediante un comunicado confirmaron que tras la cena del sábado "los internos permanecieron en el salón de usos múltiples de la unidad residencial 2" y "al momento de conducirlos de regreso a sus celdas y realizar el correspondiente recuento se detectó" la ausencia de los detenidos, tras lo cual se le dio intervención.
Según fuentes judiciales, los peritos no hallaron ningún tipo de herramienta abandonada en el recorrido que aparentemente hicieron los presos, al tiempo que los perros adiestrados perdieron el rastro de ambos a varios kilómetros del penal.