Estos delitos son los mismos que suelen ser invocados en los casos de apropiación de hijos de desaparecidos, pero en este caso, y hasta ahora, los cruces del ADN del joven apropiado con el de las familias de desaparecidos que constan en el Banco Nacional de Datos Genéticos dieron negativo.
La Justicia de Mar del Plata elevó a juicio oral el expediente en el que María Elena Vázquez, la madre del represor Alfredo Astiz, está acusada por retener a un menor, alterar su estado civil y entregarlo a una pareja que lo inscribió como hijo propio. Estos delitos son los mismos que suelen ser invocados en los casos de apropiación de hijos de desaparecidos, pero en este caso, y hasta ahora, los cruces del ADN del joven apropiado con el de las familias de desaparecidos que constan en el Banco Nacional de Datos Genéticos dieron negativo.
En la causa, además de la madre de Astiz, está imputado el matrimonio de Carmen Capelli y Ángela Orellano. En el requerimiento de elevación a juicio el fiscal federal Pablo Larriera afirma que, entre 1976 y 1977, Vázquez les ofreció un bebé que supuestamente era de una empleada doméstica de su casa, que no lo quería. Y los vio al menos dos veces para concretar y coordinar la entrega del niño, en la segunda “les pidió sus datos personales para el certificado de nacimiento”.
Según publicó Página/12, el 14 o 15 de marzo de 1977, Capelli fue al Registro de las Personas de Mar del Plata. Presentó el supuesto certificado de nacimiento ante una persona de esa dependencia. El niño quedó inscripto con los datos falsos: que nació el 9 de marzo de 1977 en la calle Balcarce 3966, que el parto fue constatado por la partera Armonía B. de Rosenthal y que los padres biológicos eran Carmen Angela Orellano y Mario Guido Capelli.
“El matrimonio Capelli-Orellano crió a dicha criatura como hijo biológico y mantuvo oculto el verdadero origen hasta el conocimiento que, a partir de la presente causa, se tuvo sobre ello al obtenerse en el mes de agosto de 2010 el resultado del cotejo de ADN con las muestras hemáticas obtenidas”, dice el fiscal en la elevación a juicio.
Durante años, la madre de Astiz negó todo vínculo con este caso. Siempre dijo que no conocía a esta pareja. Los Orellano-Capelli para defenderse siempre dijeron que ella se los había propuesto. Y consiguieron la foto que muestra a los Astiz – Vázquez en el bautismo del niño inscripto como propio por los ahora acusados. Por eso, hoy una de las pruebas fundamentales es una foto tomada en las escalinatas de la parroquia de la Santísima Virgen de Mar del Plata, durante la celebración de un bautismo. Allí se observa a la madre del marino conocido como el Ángel Rubio de la Escuela de Mecánica de la Armada y a su padre, Alfredo Bernardo Astiz, también marino y ahora fallecido. No tienen lazos de sangre con el niño que en 1978 bautizaron como hijo propio Carmen Angela Orellano y Mario Guido Capelli.
La persecución penal no está prescrita y todavía es posible porque la ley considera que el delito continúa vigente hasta que se lo hace “cesar”. Eso ocurrió en 2010, cuando el joven supo que no era hijo biológico de quienes hasta ese momento aparecían como sus padres.
El caso empezó a ser investigado en 2006, a partir de una denuncia que recibió Abuelas de Plaza de Mayo de Mar del Plata. La denuncia la presentó Mónica Roldán, hermana Omar Tristán Roldán, secuestrado en septiembre de 1976 con su pareja Delia Elena Garaguso, que estaba embarazada de tres meses. En la denuncia, Mónica pidió que investiguen el origen del niño y a los padres de Astiz.