El ex dueño de un restaurante de Palermo está acusado del crimen de Estela Garcilazo, de 69 años, ocurrido en diciembre del 2013. Quedó detenido cuando fue a retirar el cuerpo a la comisaría.
Luciano Carlos Sosto bautizó su restaurante de Palermo con el nombre del pionero de la mafia italoamericana: Lucky Luciano. Este sommelier argentino que se hacía llamar “Lucky” deberá afrontar un juicio oral, acusado de violar y asesinar a su madre, Estela Garcilazo, de 69 años. El Juzgado de Instrucción Criminal 1 de la Ciudad de Buenos Aires dio por cerrada la investigación y elevó el pedido de la fiscalía para que se lo juzgue. Solo resta que el Tribunal Oral Criminal 8 fije fecha para el debate. Mientras tanto, la querella realizó una serie de planteos para favorecer al imputado.
La investigación de la causa estuvo en manos de la Fiscalía en lo Criminal de Instrucción N°19, a cargo de Alicia Bugeiro. Para ella hay elementos suficientes para decir que Sosto asesinó a su mamá y que además trató de encubrir el crimen. También cree que antes de matarla, Sosto abusó sexualmente de ella.
El juez Hernán Martín López entendió que el tema del abuso no era pertinente y lo sobreseyó por ese hecho. Pero, según confirmaron a Infojus Noticias desde el juzgado, la fiscal apeló. Fue la Cámara la que definió que se trata de un solo hecho y que la discusión era un tema de carátulas. En definitiva, el juez López elevó la causa con la petición completa de la fiscal Bugeiro. Ella había imputado a Sosto por “homicidio agravado por el vínculo y abuso sexual con acceso carnal agravado”. Con la medida, la causa pasó al Tribunal Oral Criminal 8 de la Capital que deberá fijar fecha para el debate.
¿La querella defiende al acusado?
Una de las particularidades de la causa: el abogado querellante -que representa al padre del imputado y marido de la víctima-, hizo una serie de planteos que benefician la situación de Sosto. Entre esos puntos resalta que las pericias realizadas sobre la muestra de semen encontrada en la víctima, fueron pedidas por la defensa y no por la Fiscalía. Por otro lado, señala que no se pudo establecer con datos genéticos que Sosto haya sido el autor de la violación.
La querella resalta un dato: Estela Garcilazo presentaba signos de un intento de defensa durante el ataque, pero Sosto no tenía heridas recientes en su cuerpo. También hace referencia a pericias psiquiátricas y psicológicas en las que no se demuestran rasgos ni inclinaciones sexuales incestuosas.
Estos elementos echarían por tierra la hipótesis del abuso sexual, pero la idea del homicidio seguiría en pie. Para defender a Sosto de esta imputación, la querella habla de la actitud de Lucky Luciano: fue él el quien se acercó a la comisaría a retirar el cuerpo después de la autopsia. Otro elemento para defender al imputado es que los testimonios de allegados a Sosto lo describen como pacifico e incapaz de hacer daño.
Todo esto se debatirá en el Juicio. Por ahora, los recursos presentados a favor de Sosto fueron evaluados y rechazados. Los camaristas Luis María Bunge Campos y Jorge Luis Rimondi confirmaron el procesamiento.
El llamado de auxilio
Lucky Sosto está detenido con prisión preventiva en la Unidad Penal de Marcos Paz. Ahí espera el juicio oral. El crimen de Estela Garcilazo fue el 26 de diciembre del año pasado, en el departamento donde vivía, en el cuarto piso “B” de Seguí 4444, en el barrio porteño de Palermo. A ese edificio se había mudado para estar cerca de su hijo que vivía en el piso de abajo. Quería tenerlo cerca para ayudarlo por su adicción a las drogas.
Según dijo Sosto, ese día el edificio estaba sin luz y debió bajar por las escaleras a hacer compras. Al pasar por el departamento de su mamá, la escuchó quejarse. Eran cerca de las 15 –dijo- cuando entró. Su relato cuenta que la encontró agonizante, tirada boca abajo en la cocina, y que llamó en dos oportunidades al servicio de emergencias del Hospital Alemán.
La autopsia confirmó que la muerte de Garcilazo se produjo entre las 7.30 y las 11.30 de aquel 26 de diciembre. Pero la pericia hizo tambalear la palabra del hijo. Tanto para el juez como para la fiscal, los llamados al servicio de emergencias a las 15 fueron una puesta en escena de Sosto para encubrir el crimen. En esos llamados, el imputado con voz tranquila pidió ayuda médica para su madre: “le agarró un shock”, dijo entonces.
Según el requerimiento de elevación a juicio de la fiscal, uno de los indicios más fuertes para la sospecha fue el nerviosismo que mostró Sosto cuando llegó la policía. Los agentes habían sido alertados por la médica de la ambulancia por una muerte dudosa. El nerviosismo aumentó cuando le avisaron a Sosto que harían una autopsia.
La mecánica del hecho dio el giro definitivo a la causa. Desde la morgue, confirmaron al juez López que Garcilazo había sido asesinada y que la causa de muerte era una asfixia por estrangulación manual. Sosto quedó detenido cuando fue a preguntar a la comisaría 23 si podía retirar el cuerpo de su madre.