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La Cámara Federal de Casación Penal confirmó una condena de dos meses de prisión contra un hombre que intentó ahorcar  a su pareja. La defensa del agresor sostenía que la reconciliación de la pareja, que sucedió en medio del proceso, “clausuraba la persecución penal”. Esto fue rechazado por la Cámara.

En la noche del 22 de abril de 2012 E.B. intentó ahorcar a su pareja, M.S.B. También le pegó golpes en la cara y patadas. Después de los hechos, la mujer hizo la denuncia y la justicia condenó al agresor a dos meses de prisión en suspenso.

Para condenarlo, la jueza tuvo en cuenta las pruebas aportadas a la causa, fotos de los golpes, los informes médicos y el informe de la Oficina de Violencia de Género (OVG) que sostenía que la mujer tenía un estado anímico con características propias de las mujeres que sufren violencia doméstica: la “baja autoestima” y la “naturalización del maltrato”.  

Tras la condena, la defensa del agresor presentó un recurso de casación contra esta decisión porque entendía que cuando los hechos se realizan en la intimidad “deben ser analizados con extremo cuidado” porque “si alguno de los involucrados quisiera inculpar injustamente a otro, sólo le bastaría con autolesionarse y concurrir luego a formular una simple denuncia”.

Además intentó justificarse con el hecho de que la mujer se le abalanzó y “como es grandote” intentó sacársela de encima “pudiendo haberse producido el golpe o lesión constatada con un resbalón de la propia denunciante en su estado de alteración”.

Reconciliación desigual

Durante las audiencias –previo a la condena- la mujer confirmó que se habían reconciliado con el agresor. Esto fue tomado por la defensa para pedir que se clausure la persecución penal. Pero la Cámara de Casación rechazó este argumento: “la pretensión de la defensa para que se clausure la persecución penal en virtud de la reconciliación de la pareja, no sólo carece de sustento en las constancias de la causa, sino que tampoco ostenta apoyatura legal”.

“Si bien surge de la declaración de la víctima que han reanudado la convivencia, ella no manifestó en momento alguno que haya perdonado las agresiones sufridas” dice la sentencia. Y recuerda que “aún si existiera habilitación legal para homologar acuerdos” que cancelen la persecución penal” debe “evaluarse la igualdad de las partes al momento de negociar”.

“En casos de violencia de género, frecuentemente las “reconciliaciones” se producen en un contexto de desigualdad”, concluyen los jueces en la sentencia confirmando la condena al agresor.