El proyecto había sido modificado días atrás en Diputados. El miércoles próximo se tratará en el recinto y el oficialismo aspira a convertirlo en ley. Necesita 37 votos, la mitad más uno del total de senadores. También se aprobó el ingreso democrático al Poder Judicial.
En una reunión plenaria de comisiones en el Senado, el oficialismo dio dictamen de mayoría a los dos últimos proyectos que restaban ser tratados en esa instancia. El proyecto que reforma el Consejo de la Magistratura quedó a un paso de convertirse en ley: el miércoles próximo será tratado en el recinto de la Cámara alta. La iniciativa fue modificada días atrás en Diputados y para aprobarla se necesitan 37 votos, la mitad más uno del total de senadores. El otro proyecto que se trató fue el deingreso democrático al Poder Judicial y al Ministerio Publico.
Los senadores de la comisión de Asuntos Constitucionales, Justicia, Presupuesto y Legislación General se reunieron desde las 15 en el Salón Azul del Congreso. Tras dos horas de debate, el kirchnerismo consiguió darle firma a la iniciativa. El nuevo Consejo amplía el número de miembros a 19. Doce integrantes de ese cuerpo podrán elegirse por voto de la ciudadanía: tres jueces, seis académicos y tres letrados.
La primer parte de la discusión transcurrió entre intervenciones de los senadores de la oposición Ernesto Sanz, Samuel Cabanchik, Liliana Negre de Alonso, Luis Naidenoff, Rubén Giustiniani y Gerardo Morales. Todos criticaron los requisitos para postularse a consejero. Consideraron que se busca reducir la participación política al exigir que los candidatos integren listas con representación nacional, porque "solo cuatro partidos están en esas condiciones: el Partido Socialista, el PRO, la UCR y el FPV-PJ".
Fuentes explicó que la implementación de elecciones primarias buscaba evitar la fragmentación política, y que esta noción va en la misma línea. Miguel Ángel Pichetto respondió: "Tenemos que apostar a la consolidación de los grandes partidos. No entiendo que vengan a plantear esto desde la UCR o del FAP, un partido centenario que tiene un comité en cada pueblo y un frente que ya está consolidado".
La senadora Sonia Escudero leyó una carta de la Relatora Especial de la ONU, Gabriela Knaul, donde el organismo insta al Gobierno a rever los proyectos de reforma judicial. Pichetto, molesto por el llamado de atención, discutió con Escudero y desestimó los argumentos de la relatora. También la Cancillería criticó el comunicado de prensa emitido por Knaul.
"Esto es un diseño criollo de ingeniería electoral", insistió Giustiniani, que recordó que "los aspectos constitucionales se podrán analizar a partir de las presentaciones que se harán en Tribunales, porque esto es claramente inconstitucional". Nito Artaza aportó: "Tenemos un tercer poder que seguramente va a poner límite a esta insensatez", y le dio toda su confianza a la corporación judicial.
El tedio se apoderó del salón cuando Escudero decidió desarrollar su punto de vista. A esa altura ya no atendían ni propios ni ajenos. Naidenoff estaba abstraído con su tablet, Morales se acomodaba el cuello de la camisa, Giustiniani se rascaba la nariz. Los asesores se recostaban sobre las sillas, a espaldas de los senadores, y varios periodistas se dormían, descuidando la transmisión de sus cámaras.
Aníbal Fernández, a hora y media de comenzada la reunión, despertó a todos. "Dejemos de repetir el verso de Magnetto y sus alcahuetes", exclamó, en medio de una alocución sin pausas. Solo hizo dos altos en su discurso, por las intervenciones de Giustiniani y Cabanchik. Cuando Fuentes, presidiendo la reunión, le dijo a Fernández que Cabanchik solicitaba una interrupción, Fernández respondió con sorna: “¿Es necesaria?”.
Minutos más tarde habló Morales, que aludió al "relato kirchnerista".
-Esa es una palabra del mundo de Magnetto.– reaccionó Fernández.
-Obviamente esta ley no se va a aplicar, porque la vamos a impugnar.– amenazó el jujeño.
Pichetto volvió a insistir en que "los jueces van a seguir siendo independientes y no se va a caer la Republica".
-Yo me pregunto si van a aceptar alguna modificación de estos proyectos.– interpeló Adolfo Rodríguez Saa.
-¿Usted quiere saber si vamos a rechazar nuestro propio proyecto modificado?– chicaneó Fuentes. Oficialistas y opositores rieron por igual.
Los senadores oficialistas firmaron el dictamen de mayoría para el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, y se retiraron los de la comisión de Hacienda para dar lugar a los de Legislación General. Pedro Guastavino asumió la presidencia de la reunión, en reemplazo de Fuentes. Se leyeron las modificaciones propuestas al proyecto de ingreso democrático. Y a los veinte minutos de debate se firmó el dictamen.
El próximo miércoles sesionará el Senado para tratar ambos proyectos en el recinto, pero también deberá tratar el de publicidad de las declaraciones juradas patrimoniales de todos los funcionarios del Estado, y el de acceso a los fallos de los tribunales superiores a través de internet. El único que no se convertiría en ley en esa sesión sería el de ingreso democrático al Poder Judicial, que a pesar de una eventual aprobación, deberá ser refrendado en la Cámara de Diputados.