Es por un conflicto en el Club Comunicaciones. Un grupo de hinchas que militaban en el PRO lo escrachó en 2012 en un bar. El funcionario porteño los acusó de "ser de La Cámpora", pero eran tropa propia. Larreta no participó del juicio.
Hoy empezó un juicio por amenazas y daños a Horacio Rodríguez Larreta en el marco de un escrache al funcionario del gobierno de la ciudad. El único acusado es un hombre llamado Roberto Ruiz, hincha del club Comunicaciones, institución que dirigentes del PRO habrían ofrecido salvar de la quiebra a cambio militar para el partido. En su momento, Larreta acusó a militantes de La Cámpora. Hoy, el funcionario no fue al juicio. Mientras duró la audiencia, el jefe de gabinete porteño se mostró en los carritos de la costanera junto a Diego Santilli. La sala del juzgado, mientras tanto, estaba desierta. Tanto, que una empleada del juzgado les ofreció todos los presentes. De los 51 lugares para el público, solo 3 estaban ocupados.
“Hijo de puta vendiste al club”, escuchó uno de los testigos del escrache durante la mañana del 2 de junio de 2012. Ese día, Rodríguez Larreta estaba reunido con un grupo de vecinos en el bar Ruta 40 de Nazca 2325, en Villa del Parque. Unos minutos después de las 10 de la mañana entró un grupo de entre 10 y 20 hombres y con gritos e insultos comenzó una agresión contra el jefe de gabinete que incluyó huevazos, sillas revoleadas por los aires y golpes al voleo. Instantes después, Rodríguez Larreta salió a afirmar –sin ningún tipo de pruebas- que los agresores eran militantes de La Cámpora. Aseguró que se lo habían dicho los vecinos y lo repitió hasta el cansancio. Algunos medios también lo hicieron. Con el correr de las horas trascendió que los agresores eran miembros del Club Comunicaciones, que tenían un arreglo con representantes del partido de Mauricio Macri. El PRO salvaba al club de la quiebra a cambio de que ellos militaran en el partido, fueran a los actos, al bunker electoral y trabajen como fiscales en las elecciones presidenciales de 2011. Al final y con el fantasma de un negocio inmobiliario que sobrevuela el predio del club, los dirigentes del PRO habrían preferido llegar a un acuerdo con otro grupo.
La sala de la justicia porteña, que da a la calle Beruti en pleno barrio de Palermo, es amplia, luminosa y está alfombrada en gris y rojo. Sin embargo el ambiente es triste. El juicio tiene como protagonista al jefe de gobierno de la ciudad. No hay casi público. Parece extraño. La lógica indicaría que habría seguidores, funcionarios, algún representante legal. Nada. De todo eso, nada. Entre el público solo tres personas, una de las cuales es la cronista de Infojus Noticias. A esa misma hora, Horacio Rodríguez Larreta camina por la Costanera.
La juez Ana Larocca, titular del Juzgado Penal, Contravencional y de faltas N° 12, preside la audiencia. La acompaña la secretaria de su juzgado. Hacia la derecha está ubicado, el único imputado de la causa, Roberto Ruíz –el otro imputado era Daniel Kosik, quien solicitó la suspensión del juicio del proceso a prueba, que le fue concedido-. Junto a Ruíz está su abogado, Adrián Albor y su asistente, Facundo Andrés. A la izquierda de Larocca, se ubica Norberto Brotto, el fiscal de la causa. Está solo.
Brotto comenzó alegando que un grupo de personas irrumpió violentamente en el lugar donde Rodríguez Larreta daba una charla. Albor dijo que “lejos estuvieron los hechos de golpes, agresiones. Vamos a poder acreditar que la fuerza política de Rodríguez Larreta hizo una promesa de recuperar el club”. También aclaró que “no hubo ningún militante de La Cámpora. Los hechos no fueron como se pretenden”.
Cuando faltaban veinte minutos para las once de la mañana se llamó a la primera testigo de la fiscalía: Luciana Pratt. Es joven, promedia los 25 años. Al momento del incidente trabajaba como asistente de Rodríguez Larreta. Contó que ese día en medio de los disturbios la golpearon en un ojo, que se cayó al suelo, que la atendió el SAME. Que fue al hospital Pirovano a la noche y a una guardia de Swiss Medical, al día siguiente. En su declaración también recordó que entre los gritos que acompañaron la agresión había insultos y referencias a que habían vendido el club, y a que no iban a militar más para el PRO.
Por pedido de la defensa de Ruíz, Prat detalló en una pizarra cómo era la confitería donde se realizó la reunión.
Luciana mencionó en su testimonio a un compañero de apellido Mansilla. Él, tan joven como ella, declaró en segundo lugar. También recibió una piña en el ojo y escuchó y repitió hoy en la audiencia la frase: “hijo de puta vendiste el club”.
Más tarde y cuando todavía no había pasado una hora de la audiencia, fue el turno del testimonio de Franco Moccia, subsecretario de planeamiento y control de gestión del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y otro de los presentes en el lugar el día del escrache. “Gritaban algo del club de comunicaciones y que no iban a militar más en el PRO. Entraron gritando eso, creo que a la gente que estaba en el lugar”, dijo Moccia. “No sé a qué se referían con eso”, respondió cuando se lo preguntó el abogado defensor. Tampoco si habían participado alguien de La Cámpora.
La señora Young promedia los 45 años, es la dueña de la confitería Ruta 40 donde todo sucedió. “La reunión creo que era para las 11. Una hora antes vino la gente de Larreta. De repente escucho gritos, la gente empieza a escapar hacia atrás. Volaban huevos. Entraron más de 10 personas, hombres de entre 25 y 32 años”, dijo en su declaración. “Hubo vasos, mesas, sillas rotas y las paredes llenas de huevos”, agregó. La mujer también describió los golpes que recibió mientras defendía a un amigo. “Fui para ayudarlo: le tiré una silla al que le estaba pegando”, dijo.
Todos los testigos observaron y comentaron fotos que les mostró la fiscalía y que el defensor estuvo de acuerdo en que se mostraran. Tras un breve cuarto intermedio de cinco minutos, apenas pasado el mediodía se dio por concluida la primera audiencia. Mañana a las 10 continuará el juicio. Se esperan más declaraciones y los alegatos.
“El objetivo del juicio es llegar a la condena. No me importa la cuestión política, me suscribo al hecho, donde hubo un grupo violento”, dijo a Infojus Noticias el fiscal Brotto. “Voy a instruir lesiones en riña, lesiones leves, en función de las testimoniales está acreditado”.
Consultado por lo que espera del juicio, Albor afirmó: “entendemos que ninguno de los testigos señala a Ruíz como responsable. Además, acá se involucró a La Cámpora para buscar rédito político. Les servía decir eso en lugar de decir que ellos habían hecho un acuerdo”, concluyó.