Un nuevo conflicto acecha la relación entre el ex futbolista y la vedette. Ahora la batalla legal es por los tres pequeños hijos que tuvieron juntos: Valentino, Benedicto y Constantino. El último episodio fue en torno a la devolución de los menores.
Como si se tratara de una telenovela de la tarde, la relación entre la mediática Wanda Nara y el futbolista Maxi López se sucede en capítulos. Tras el casamiento y la supuestamente idílica vida de la pareja en Italia llegó el divorcio, los rumores de infidelidad que se transformaron en realidad y ahora la batalla legal por los tres pequeños hijos que tuvieron juntos: Valentino, Benedicto y Constantino. El último episodio fue en torno a la devolución de los tres menores que habían ido desde Milán (donde viven con su mamá) a la casa de su papá, en Catania donde juega en el equipo local.
Nara llevó los chicos hasta Catania –donde todos vivían hasta la separación de la pareja, en noviembre pasado- donde permanecerían una semana junto a López. Pero la semana se transformó en 12 días ante la resistencia de López a llevárselos a Milán adonde ella estaba junto a Mauro Icardi, su nueva pareja. Al no llevarlos, López incumplió un acuerdo que ambos firmaron ante la justicia en diciembre pasado.
“Apenas termine la feria me voy a presentar en el juzgado de familia de San Isidro y voy a pedir una audiencia a los efectos de poder ordenar este tema”, dijo la abogada de Nara, Ana Rosenfeld a Infojus Noticias. “En el acuerdo confidencial está todo muy claro: quien los lleva, quien los devuelve. Se pactó que la madre los lleve y el padre, si no está trabajando, los lleva de vuelta. En este caso él empezó a insistir que ella fuera a buscarlos a pesar de no estar trabajando. Por lo tanto él no cumplió con el convenio. Los terminó devolviendo cinco días después de la fecha estipulada y porque ella viajó a buscarlos”.
Esta mañana Nara subió una foto a Twitter donde se la veía junto a sus tres hijos en la entrada del aeropuerto de Milán. La leyenda que acompañaba la imagen se preguntaba por los pasaportes de los menores. Consultada sobre el tema, Rosenfeld explicó: “cuando Wanda llevó a los chicos lo hizo con toda la documentación y después él los devolvía con lo mismo, porque era lo que estaba pautado. Pero no se hizo así. Está tomando a los chicos como rehenes, algo que lamentablemente es bastante común en este tipo de casos”.
Convencida de la gravedad del incumplimiento, más aún cuando se trata de nenes tan chiquitos que extrañan mucho a su mamá”, Rosenfeld insistió en que volverá al juzgado a pedir que “se clarifique todo y que haya garantías de que esto no se vuelva a repetir. Tiene que primar la buena fe”, concluyó.