Los archivos encontrados a fines del año pasado en el edificio Cóndor fueron presentados hoy en un acto encabezado por el ministro de Defensa, Agustín Rossi. El fondo documental consta de 11.773 volúmenes. Hay mucha información vinculada a la complicidad civil y a la actividad económica.
Los documentos de la dictadura, que en noviembre de 2013 se encontraron en el subsuelo del Edificio Cóndor, fueron puestos para su consulta pública desde hoy. “Queríamos presentar esto antes del 24 de marzo al conjunto de la sociedad” comenzó diciendo el ministro de Defensa, Agustín Rossi, en la sede de la Biblioteca Nacional Aeronáutica, donde el material se podrá estudiar.
En el acto estuvieron presentes, además del ministro, la directora de Derechos Humanos de Defensa, Stella Segado; el presidente de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli; madres de Plaza de Mayo, miembros de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, además de representantes de las fuerzas armadas.
El fondo documental consta de 11.773 volúmenes. Entre el material están las 280 actas de las reuniones que mantuvo la junta militar durante la dictadura. Además, material que ya se hizo público como las listas negras con nombres de personas de la cultura que estaban prohibidos. “Pero también encontramos –dijo Rossi– una cantidad de volumen documental que me parece importante destacar porque ciertamente cuando nosotros dijimos que el proceso era cívico-militar, queda claramente establecido”. La directora de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, Stella Segado, fue quien advirtió a Rossi sobre la gran cantidad de “información vinculada a la actividad económica”. En ese momento acudieron a Alejandro Vanoli que con un equipo de investigación de la Comisión Nacional de Valores ordenaron y clasificaron el material, esto permitió jerarquizar la información disponible.
Los documentos dan cuenta de debates entre los miembros de las fuerzas durante la dictadura sobre el rumbo económico y sobre las leyes que se impulsaron en función de esos intereses: “La ley de inversiones extranjeras, la modificación de la ley de entidades financieras. Hay un debate también sobre la ley de radiodifusión y aportes de las distintas entidades que agrupaban a los propietarios de medios. Todo eso conforma un núcleo documental enorme por todo lo que significó esa etapa de su historia”.
Eduardo Saiegh, también presente en el acto, dijo a Infojus Noticias que pudo analizar parte del material, lo referido a la aerolínea Austral, y cuando comiencen las consultas públicas “la gente se va a dar cuenta de la trascendencia de la dictadura y cómo los civiles manejaron a los militares en función de sus propios negocios. He encontrado, entre otras cosas, avales del Banco Central de la República Argentina por más de cien millones de dólares. No me imaginé el material que había y la importancia que tenía”.
Saiegh, cuya denuncia en la Justicia está acompañada por la UIF, fue secuestrado por la División Bancos de la Policía Federal y forzado a vender su Banco Latinoamericano en 1980, principal accionista de la aerolínea. “Austral era una empresa tipo pantalla atrás de la cual estaban también los vuelos de la muerte. Y solo de esa empresa hay 1500 fojas”, agregó.
Desde hoy se puede consultar el archivo en la Biblioteca de la calle Paraguay 742/48, piso 3°. Un equipo de restauradores cuidó el material y recuperó casi la totalidad de lo hallado. Se le hizo además un tratamiento especial para preservarlo en las mejores condiciones en un Laboratorio de conservación que funciona en el lugar, armado para ese fin.
También se inauguró la sala de conferencias Vedania Mannuwal. Su hija, Lila, asistió como familiar y porque seguramente su nombre o el de su esposo –Ricardo Miguel Ángel Morello, “Lucho”, desaparecido el 17 de marzo de 1977 en Quilmes, responsable de la JP Zona Sur–, figura entre el material encontrado. Hoy Lila es subdirectora de Derechos Humanos de Quilmes, militante de toda la vida. “Es muy importante el reconocimiento de la historia de mi papá a 64 años de su muerte. Tenía 29 cuando murió y fue un pionero de la aviación. Era un piloto intrépido, según algunos compañeros, vivió para la aviación y batió récords de altura”. Lila habla con calma, visiblemente emocionada: “Creo que yo llego los genes de mi papá. Porque mi historia ha sido militar también en zonas de riesgo”.
Lita Boitano, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, estuvo en la sede de Defensa cuando se hizo el anuncio del hallazgo en noviembre de 2013: “la primera cosa que me impresionó fue el olor a encierro del sótano. A diez metros se olían esos libros viejos, perfectamente ubicados. No creo de ninguna manera que fuera casual el encuentro. Recuerdo que pudimos hojear algunas páginas y en el libro de los bancos, en la primera hoja estaba la firma de Reynal, el presidente del banco Central durante la dictadura. Tenía acceso directo a Suárez Mason, que decidía quién moría”.
La presunción firme en la sala es que este material es solo una parte del archivo que dejó la dictadura. Rossi instruyó a las autoridades militares buscar hasta en los lugares menos sospechados. Este encuentro, dijo, “nos alimenta la esperanza de encontrar más”. Lila Boitano recordó las palabras de Emilio Mignone en 1976: “las Fuerzas Armadas nunca van a destruir el comprobante de una guerra que consideran ganada”.