Hace una semana que los niños de la escuela Lamadrid no pueden ir a clases por falta de agua. Pero esto no es nuevo. Hace dos años que pasa. "Una empresa tercerizada recibió una partida extraordinaria para obras de refacción, pero no fue supervisada”, explican desde el gremio de maestros Ademys.
Hace una semana que los hijos de Javier Ayala no pueden ir a clases; cada vez que llega a la escuela Lamadrid de La Boca se encuentran con un cartel que le anuncia que se suspendieron. “No hay agua”, le dicen los maestros a él y al resto de los padres. Pero esto no es nuevo. Hace dos años que se encuentran con problemas de este tipo. Hartos de esta situación, cerca de cien maestros y padres, acompañados por el gremio docente Ademys, cortaron el puente Nicolás Avellaneda y la esquina de la escuela, en Lamadrid y Martín Rodríguez. “Hay que ayudar a la escuela porque nadie da la cara”, dijo a Infojus Noticias Yessica Cabanillas, otra de madres.
La escuela General Lamadrid es una escuela vieja de paredes gastadas. Los padres dicen que las cañerías están destruidas y que nadie arregla las bombas de agua. Entonces hay “cortes intermitentes o muy baja presión que impide el normal aseo de los baños y sobre todo, el funcionamiento de la cocina, porque es una escuela de jornada completa con comedor”, dijo a Infojus Noticias Gabriel Lubo, miembro de Ademys.
“Todos los años pasa que por falta de agua nunca hay clases. Mi nena me cuenta que el año pasado no había puertas en los baños, tenían que taparse entre amigas, o a veces se iban al baño de los hombres. Sin agua tampoco se puede cocinar y los chicos no almuerzan. Todo por fala de agua”, dijo Yessica Cabanillas esta agencia.
Pero no es el único problema de infraestructura que tiene el colegio. Una ventana que alguna vez tuvo vidrio ahora es todo ladrillo. Hace un año se desmoronó parte del techo de un aula y durante meses las clases se dieron en los pasillos. Hace días nomás cayó un ventilador, también una lámpara. Las estufas tampoco funcionan bien: no llega el gas suficiente.
“Ayer se acercaron del área de infraestructura de la Ciudad, vienen y quieren arreglar un poco nomás, no hacen arreglos definitivos. Ellos quieren solucionar poniendo un parche”, se queja Javier, uno de los padres.
Y sin embargo, dicen desde Ademys, presupuesto hay. “Hay una empresa tercerizada que recibió una partida extraordinaria para obras de refacción, pero no fue supervisada”, explicó Lubo.
“Te da bronca porque en la escuela privada tienen todo y en la escuela pública no quieren arreglar esto cuando es fácil lo que hay que hacer”, dijo Javier.
AS/AF