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Agotaron los recursos balleneros en el Atlántico Norte y fueron buscando ballenas y lobos marinos hacia el sur. Así fue como los buques británicos se toparon hace tres siglos con las Islas Malvinas, que ocuparon y financian en un 70 por ciento con la pesca en torno al archipiélago. Según cálculos de la Cancillería argentina, suman unos 40 millones de dólares anuales, que reúnen por la concesión de licencias a buques extranjeros. A la pesca se suma la factibilidad creciente de extraer hidrocarburos y por ello las constantes campañas exploratorias, como la que comenzó en este último trimestre y que viola las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

“Finalizado el conflicto del Atlántico Sur, el Reino Unido crea ilegítimamente una zona pesquera en aguas circundantes a Malvinas –con posterioridad hace lo propio en las Islas Georgias y Sandwich del Sur– que posibilita el desarrollo de una administración pesquera, que financia actualmente entre el 60% y 70% del presupuesto de la ilegítima administración isleña. Estos ingresos, que alcanzan aproximadamente 40 millones de dólares anuales, provienen de la concesión de licencias que son adquiridas por buques extranjeros”, indicó Javier Figueroa, subsecretario de asuntos relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en el Atlántico Sur, en su trabajo “Soberanía Azul”.

Para la Cancillería, el valor de los recursos pesqueros capturados en Malvinas podría ascender a 800 millones de dólares anuales. Las especies capturadas en aguas disputadas son calamar illex y loligo, merluza de cola, merluza austral, merluza polaca, merluza negra. “Si bien todas estas son pesquerías importantes, la más relevante por valor y por su peculiaridades migratorias es el calamar illex argentinus”, detalla un informe del área diplomática.

PW/RA