Diego Lagomarsino, el colaborador del fiscal fallecido Alberto Nisman, dio una conferencia de prensa en el despacho de su abogado, Maximiliano Rusconi, donde contó cómo fue que su jefe le pidió el arma calibre .22 que terminó con su vida, y los detalles de sus dos últimos encuentros con el fiscal.
El colaborador del fallecido fiscal Alberto Nisman, el informático Diego Lagomarsino, brindó una conferencia de prensa en el despacho de su abogado Maximiliano Rusconi. Sin responder preguntas de los periodistas, Lagomarsino se limitó a narrar lo acontecido el día sábado 17 de enero cuando, por pedido de Nisman, fue dos veces hasta su residencia en el edificio Le Parc de Puerto Madero. Según sus declaraciones la primera vez fue a las 15hs y la segunda alrededor de las 20hs, ya con el arma .22 que terminó con la vida del fiscal. Después de sus palabras, su abogado contestó las preguntas de la prensa.
"Mi silencio se valió a que la fiscal me lo pidió", arrancó diciendo Lagomarsino y continuó: "Entiendan que no estoy bien. Más allá de estar en esta situación no estoy bien. Se fue alguien con quién trabajé mucho tiempo. Conozco a la doctora Artrroyo y a sus hijos y no me es fácil". E insistió en el hecho de querer comunicarse, para darle sus condolencias, con la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman.
“El sábado estoy en mi casa y aparece un llamado que no escucho y me vuelve sonar como llamada privada y atiendo. Era Alberto Nisman que me decía ´¿Podés venir?. Salí y fui a Puerto Madero. Fueron 20 minutos de viaje, llegué a su casa, me identifiqué y me autorizan”, dijo Lagomarsino.
"¿Tenés un arma?"
"Entré por la puerta de servicio como normalmente lo hacía. Sobre la mesa había mucha documentación, me llamó la atención que habían resaltadores amarillos. Le pregunté si pensaba que la denuncia iba a tener más repercusión de la que había tenido. Me dijo que sí, pero que le daba más miedo tener razón que de no tener razón.
"En ese momento me dijo “¿Tenés un arma?”. Me dejó malparado. No entendía nada, porque imagínense ustedes si están con su jefe y les pide un arma. Lamentablemente le dije que sí. Le pregunté para qué la quería. Me dijo que tenia miedo por las chicas".
"Le dije ´pero tenés seguridad´ y me dijo que no confiaba siquiera en la custodia. ´¿Vos sabes lo que es que tus hijas no quieran estar con vos por miedo a que te pase algo?´. Le dije mirá, es una 22 , un arma vieja. Me dijo: ´no te preocupes, es para llevar en la guantera por si viene un loquito y me dice traidor hijo de puta".
"Salí del edificio, fui a mi casa donde estaba mi mujer con su hermana y sus hijos, Mi mujer me dice: ´que te pasa que estas pálido´. A a las 7 y unos minutos me suena el teléfono y era Nisman. '¿Encontraste eso?´".
La segunda visita
Lagomarsino contó que cuando llegó por segunda vez al edificio Le Parc, estacionó sobre la entrada principal del edificio. Se volvió a anunciar y notó que la custodia de Nisman no estaba. Dijo que el fiscal le contestó que los había mandado a "hacer un trámite". Luego, según continúa en su relato, se encuentra con uno de los custodios que estaba accediendo al edificio por otro lugar. "Acelero la marcha y me doy cuenta que estaba el carro de supermecado para cuando hacen las compras y digo que odio cuando dejan las cosas en el lugar que no van". "El custodio me preguntó ¿qué opinás del 4G? y yo le di mi opinión. Ahí sale Nisman, le entrega un sobre al custodio, él se va y yo entro".
"Estaba muy shockeado todavía por la situacion me hace pasar al living me da una cápsula y me dice prepáratelo vos. Me pareció raro, porque él es de hacer todo él". Mientras se tomaba el café, Lagomarsino, según su relato, le describió las medidas de seguridad del arma. "Me dijo: igual no te preocupes, no la voy a usar".
"Me acuerdo que en la primera visita me dijo: 'en la semana compramos una' (porque le dije que era un arma muy vieja). le digo de quedarse con la tarjeta roja y me dice: ´no hace falta. No me van a parar porque soy fiscal´". Yo le dije: 'yo pensé que siempre estabas calzado.
El último mensaje
"El domingo voy a la supermercado y tipo 11 le mando un mensaje a Nisman para ver si estaba más tranquilo. Me aparecieron los dos tildes en gris. Nunca me contestó."