Infojus Noticias

Hoy se cumplen tres meses desde que el cuerpo de Melina Romero apareció a la vera de un arroyo en José León Suárez. La causa que investiga el crimen de la adolescente de 17 años todavía no pudo determinar quiénes son los responsables. “La única certidumbre es el fallecimiento de quien en vida fuera Melina Romero”, dice la resolución la Sala I Cámara del Crimen de San Martín, que ayer revocó la prisión preventiva de los tres mayores de edad. De los seis detenidos que tuvo el caso, sólo uno de ellos continúa privado de su libertad. Se trata del joven de 16 años cuyo apodo comienza con T. Su defensa pidió hoy su inmediata libertad y la jueza de menores de María Eugenia Arbeletche fijó una audiencia para el próximo lunes.

En el escrito donde resolvieron revocar las tres preventivas -al que tuvo acceso Infojus Noticias- los camaristas Solange Cambet, Carlos Julio Hermelo y José Marinaro, cuestionaron lo actuado hasta el momento por la fiscal María Fernanda Billone, a cargo desde el principio. Dicen que la pesquisa es un “terreno fértil de dubitaciones” y califican de “cansino” el paso de los investigadores.  Mientras tanto, Billone aseguró hoy a Télam que sigue confiando en el testimonio de M., la "testigo clave" de la causa. El expediente está caratulado como "homicidio criminis causa agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por femicidio en concurso real, y abuso sexual agravado".

Tres liberados

Entre ayer a la tarde y hoy a la madrugada, el pai umbanda César Sánchez, Joel Fernández ("Chavito", 18) y Elí­as Fernández ("Narigón", 20) recuperaron la libertad. “Es por falta de mérito, lo que significa una situación intermedia entre procesamiento y sobreseimiento”, explicó a Infojus Noticias Sergio Doutres, abogado de Chavito. Para él, la causa volvió a “foja cero”. “Eso es gravísimo. Hoy no se sabe nada de lo que pasó con Melina”, dijo.

Los tres eran los principales acusados de violar y matar a Melina. Ayer, el líder religioso salió de la Alcaldía de San Martín, donde estuvo detenido desde el 9 de octubre, llorando. Chavito se fue de la Unidad Penal 9 La Plata “angustiado”, según su familia. Narigón hizo lo mismo. Estaban con prisión preventiva desde que el juez de Garantías de San Martín Mariano Porto, había confirmado el pedido de la fiscal Billone. Esa decisión es la que revocó la Cámara.
“Estamos destruidos. Todavía no pude hacer el duelo y llega esta noticia tan desagradable. Nosotros creemos que hay pruebas suficientes. Es una estupidez y una locura dejarlos libres. Hay una carta de confesión que dejaron en mi casa que cuenta la quisieron enfiestar y ella no los dejó”, dijo Ana María Martínez, la madre de la adolescente, a esta agencia. Sin embargo, el defensor del primer detenido valoró la decisión de los camaristas: “La resolución de Cámara demostró que los fiscales compran lo que la policía les da. La investigación no fue dirigida por la fiscal”.

Pruebas incompletas

El esqueleto de la causa es el testimonio de una adolescente, amiga de Melina, conocida como M. Según ella, Chavito, Narigón, T. y el pai umbanda violaron y mataron a la joven para ocultar la violación. M. declaró varias veces en la fiscalía. Según su último relato, el domingo 24 de agosto -cuando desapareció Melina- Chavito, Narigón T., otro hombre que está prófugo y ella fueron a la casa de César.  “Es umbanda, medio gordo, de 1.75 metro, canoso”, lo describió. Lo reconoció porque lo había visto en la televisión: solía aparecer en algunos programas para hablar de la religión umbanda. De acuerdo a los dichos de M. en su casa fue donde violaron y mataron a Melina. También dijo que César tenía un arma. Y que luego arrojaron su cuerpo a un arroyo.

La segunda prueba que estructura el expediente hasta hoy es la cuestionada “confesión” de Chavito, el primer detenido del caso. “Esta causa se armó por una autoincriminación que no fue tal”, dijo su abogado Doutres.

A Chavito lo detuvieron 18 días después de que Melina había desaparecido. Su testimonio fue la punta del ovillo para que la fiscal Billone, convirtiera un expediente que se inició como averiguación de paradero en una investigación por femicidio. De acuerdo a la versión policial, Chavito se quebró y entre llantos confesó el crimen. Dijo que “había estado en el lugar de los hechos y presenció cómo el Narigón, el tío de este y T. le pegaban a Melina sin poder hacer nada porque el tío del Narigón lo apuntaba con un arma”.

Según su abogado, la “confesión” fue conseguida por la policía bajo amenazas y torturas. Un informe médico lo corroboró: dice que el joven de 20 años fue golpeado tras su detención. Chavito también se lo contó a la fiscal.  “Dale un tiro y tiralo al río” se decían entre ellos los policías de la comisaría de El Palomar con él arriba del auto. “Si no aparece la piba te vamos a matar”. Chavito contó en su declaración indagatoria que en la comisaría de El Palomar los policías le dieron dos rodillazos en la cara, patadas en la cabeza y trompadas. También que lo escupieron, lo obligaron a desnudarse y le pegaron en la espalda.

Por el asesinato hubo otras dos personas detenidas. Fernando, conocido en la causa como “el chico del beso”, fue el primero al que liberaron. Aparecía besando a Melina en la puerta del boliche donde se la vio por última vez con vida. Javier “El Pelado” Rodríguez, de 44 años, estuvo 27 días tras las rejas. Rodríguez había sido detenido en su casa del barrio Escalada, en Pablo Podestá. Desde entonces, en los relatos periodísticos fue identificado como “El Pelado”, pero en el expediente judicial ni si quiera figura ese apodo. A Rodríguez, le dicen “El Abuelo”. El hombre salió de su casa en Pablo Podestá porque escuchó ladridos y Chavito lo marcó mientras lo policías lo capturaban encapuchado. En sede judicial dijo que él no tenía relación con el caso y lo había señalado obligado.

Melina salió de su casa la noche del 23 de agosto a festejar sus 17 años en el boliche ‘Chankanab’ de San Martín. Las cámaras de seguridad registraron que llegó a las 23.24 y salió a las 6.46 del domingo. La policía bonaerense la buscó durante un mes en distintos rastrillajes, sin embargo su cuerpo lo encontraron dos mujeres en una bolsa de residuos y envuelto en una frazada. Estaba a la vera del arroyo José León Suárez, un desprendimiento del Río Reconquista. La autopsia no pudo determinar cómo murió la chica y si fue abusada sexualmente. El año pasado hubo 19 “Melinas” en todo el país: chicas de entre 13 y 18 años asesinadas.