En el expediente es aún un misterio qué sucedió dentro del departamento del fiscal en dos momentos clave: desde que la madre y uno de sus custodios encontraron el cuerpo y se constató la muerte, y desde el llamado al 911 y la llegada del primer policía. No se explica en la causa qué hicieron los que estaban en el departamento en esos dos lapsos temporales.
Uno de los misterios que rodea la investigación del crimen de Alberto Nisman es qué pasó dentro del departamento del piso 13 del Le Parc desde que la madre del fiscal y uno de sus custodios encontraron el cuerpo y se constató la muerte y desde el llamado al 911 y la llegada del primer funcionario policial. Según informó una fuente judicial, “no hay en el expediente una sola alusión a qué hicieron los que estaban en el departamento en esos dos lapsos de tiempo”.
En el caso Nisman, la cronología del domingo 18 de enero comienza a las 11 cuando los dos custodios Armando Niz y Luis Miño llegaron al complejo Le Parc como habían acordado con el propio Nisman el viernes anterior. Una hora y media después, y ante la falta de contacto con el fiscal –según la declaración de los custodios, Nisman había pedido que no lo llamaran innecesariamente– recién a las 12.30 comenzaron a llamarlo por teléfono y a tocarle timbre.
Cerca de las 15, los custodios llamaron por primera vez a la secretaria de Nisman para pedirle que ella trate de comunicarse con él a través del teléfono fijo. Ella les devolvió el llamado minutos después: les informó que ella tampoco había podido comunicarse y sugirió que volvieran a subir a tocarle la puerta. Los custodios dijeron ante la fiscal que cerca de las 16 volvieron a comunicarse con la secretaria de Nisman. Esta vez buscaban el contacto de la madre del fiscal. Ellos sabían que Sara Garfunkel tenía llaves del departamento de su hijo.
Diez minutos habían pasado de las 18 cuando la secretaria de Nisman volvió a llamar a los custodios para decirles que pasaran a buscar a la madre del fiscal por su casa. A las 19.45, Sara Garfunkel subió junto a Niz y Miño. Los tres llegaron a la puerta de servicio. La mujer con su llave destrabó la cerradura superior. Pero al tratar de abrir la inferior no pudo: del lado de adentro estaba la llave del fiscal.
Para poder entrar por la puerta principal del departamento necesitaban la clave para poder accionar el ascensor. Garfunkel recordó que lo tenía en una agenda. Entonces volvieron a su casa. Cerca las 21, otra vez en Le Parc, la mujer puso el código del ascensor varias veces pero no pudo hacer funcionar el ascensor. Uno de los custodios declaró que se le pidió a personal de mantenimiento que accionara el ascensor. Al llegar al piso 13, frente a la puerta principal del departamento de Nisman, su madre abrió la cerradura pero la puerta no cedió. Un pasador interno impedía que la puerta se abriera desde afuera. La única opción era el cerrajero.
A las 22.30 cuando llegó Walter, uno de los cerrajeros que habitualmente hacía trabajos en el complejo. “Diez minutos tardé en hacer el trabajo”, dijo el 21 de enero cuando dejó la Fiscalía de calle Tucumán después de declarar ante Viviana Fein. Según contó él subió hasta la puerta de servicio acompañado por la madre de Nisman, una amiga de ella (que en realidad sería la tía de Nisman que la estaba acompañando desde temprano), uno de los custodios y un “bombero”. Según la declaración de los custodios ese bombero, de apellido Campos, era empleado de mantenimiento de Le Parc. El cerrajero contó que empujó la llave interna con un alambre y que con la llave de Garfunkel abrió la puerta.
La primera en entrar al departamento fue la madre de Nisman junto a su hermana y con ella el custodio Niz. Entonces encontraron a Nisman tirado dentro del baño. Era la 22.44 cuando Sara Garfunkell llamó a Swiss Medical. Según confirmó en declaraciones periodísticas el presidente de la prepaga, Claudio Belocopitt la ambulancia llegó al predio de Le Parc a las 22.58.
Esa es la primera ventana de tiempo de la que no hay registro en el expediente. Si bien son solo 14 minutos, ninguno de los testigos fue interrogado sobre qué pasó durante ese tiempo.
Un dato que se desprende de las declaraciones de Bolocopitt es que en el llamado de Garfunkel la mujer daba por hecho que Nisman estaba muerto. Por eso desde la prepaga se llamó al 911. Ese llamado fue a las 22.49. 22:54 una ambulancia del SAME salió del Hospital Argerich, pero al llegar al lugar la Seguridad del Edificio dijo que no se solicitó auxilio. El SAME se retiró.
El médico de Swiss Medical trató de entrar al baño pero no pudo. El cuerpo del fiscal se lo impedía. Pero sí pudo meter la cabeza por la abertura que dejaba la puerta. Además de ver a Nisman sin vida, logró ver el arma. El profesional no tenía dudas de que se trataba de una muerte violenta por eso pidió que se llamara a la policía.
El llamado al 911 se hizo inmediatamente. La Policía Federal llegó unos 20 minutos después. A las 23.26 el SAME registró el pedido por parte de la Policía del segundo auxilio. A las 23.40 llegaron a Le Parc, pero no accedieron al departamento de Nisman porque estaban aguardando a que llegara el juez de turno para confirmar la muerte.
La cronología que se puede reconstruir en función de los testimonios y los registros marca que existe por lo menos media hora de la que no se da cuenta en el expediente. Lo que pudo pasar durante ese lapso en el interior del departamento del piso 13 del Le Parc podría ser determinante a la hora de analizar la escena del crimen. Por ahora es una de las tantas dudas que rodea al expediente.