Tenía 92 años, diez hijos y 40 nietos. Era uno de los últimos políticos vivos que podía contar en primera persona que pasó el 17 de octubre de 1945. Estaba internado hace diez días con un cuadro de neumonía. Sus restos son velados en el Salón Azul del Senado. La Presidenta, Cristina Fernández, decretó dos días de duelo nacional.
El histórico dirigente del Partido Justicialista Antonio Cafiero falleció dejando sin voz decenas de anécdotas surgidas de sus setenta años de carrera política que lo llevaron a ocupar diferentes cargos, incluso al lado de su maestro y referente, Juan Domingo Perón. Cafiero estaba internado hace 10 días por un cuadro de neumonía.
A través del Decreto 1835/2014, publicado hoy en el Boletín Oficial, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, dispuso dos días de duelo nacional, en los que la bandera estará izada a media hasta. En el decreto se resalta que Cafiero "consagró su vida a la actividad política y a la democracia, siendo fiel a sus ideas hasta el presente" y se destaca su extensa trayectoria.
Cafiero nació el 12 de septiembre de 1922, era uno de los pocos políticos que podían contar en primera persona lo que sucedió aquel 17 de octubre de 1945, hoy Día de la Lealtad Peronista, cuando centenares de trabajadores provenientes principalmente del cordón industrial del Gran Buenos Aires se acercaron a Plaza de Mayo reclamando la presencia del general Juan Domingo Perón.
El general había sido trasladado a la isla Martín García y obligado a renunciar por el gobierno de Edelmiro Farrell a todos los cargos públicos que ocupaba con el objetivo de desarticular su programa político.
Cafiero estuvo la noche del 17 de octubre cuando el reclamo del pueblo fue escuchado y Perón apareció en el balcón saludando con sus brazos en alto, saludo que a partir de ese día fue un símbolo de un hombre y un movimiento.
Antonio Cafiero fue el ministro más joven del gabinete del segundo gobierno de Perón. Durante el primero, siendo muy joven, Cafiero fue designado consejero financiero en la embajada argentina en Washington (1948-1951), luego director del departamento socioeconómico de la Cancillería (1951-1952), y más tarde ministro de Comercio Exterior (1952-1955).
A partir de ese momento, Cafiero nunca dejó de tener presencia en la vida política argentina: fue diputado nacional, gobernador de la provincia de Buenos Aires, ministro de Economía, Jefe de Gabinete, senador nacional, precandidato a Presidente, embajador en Bélgica, la Comunidad Económica Europea, la Santa Sede y Chile y Senador Nacional.
Tuvo diez hijos -cinco mujeres y cinco hombres- y disfrutaba los encuentros familiares rodeado de sus nietos, 40 en total, y bisnietos en su casona del barrio de San Isidro. Pocos saben que era contador público, recibido en la Universidad de Buenos Aires en 1944, y doctor en Ciencias Económicas, con título obtenido en 1948.
Fanático de Boca Juniors, hasta su muerte discutió a quien quisiera escucharlo que el General Perón era hincha de Boca y no de Racing, y que incluso también lo era Evita. Nadie podía desmentirlo cuando afirmaba que ni Perón ni Evita confesaban su sentimiento hacia la azul y oro porque no querían tomar partido.
Entre sus hábitos estaba fumarse cinco puros por día, entre sus últimas tareas pendientes estaba escribir un libro sobre sus memorias, y así lo hizo en 2011 con "Militancia sin tiempo" (Mi vida en el peronismo), que tiene dos prólogos, uno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otro del historiador Pacho O'Donnell.
En el cumpleaños número 90, junto a su familia
-Una vida junto a Perón
En 1955, después del golpe que derrocara al gobierno constitucional de Perón, fue privado de su libertad durante un año, lo que lejos de persuadirlo de abandonar la militancia, lo hizo involucrarse en lo que se llamó la "resistencia peronista", hasta 1973.
Antonio Cafiero visitó en su exilio a Perón en varias oportunidades hasta su regreso a la Argentina. Hace poco, en una de sus últimas salidas, visitó el Instituto Juan Domingo Perón, que preside Lorenzo Pepe y donde funciona un bar temático sobre el General.
Según contó Pepe a Télam, apenas entró Cafiero y vio a Perón sentado en una mesa tomando un café, obra del escultor Fernando Pugliese, le dijo: "Por fin lo encuentro General, que ganas tenía de verlo".
-El recuerdo de Alak y Zaffaroni
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak dijo que con su partida “despedimos a uno de los últimos símbolos históricos del peronismo y al artífice de su institucionalización, tras el paso a la eternidad del presidente Juan Domingo Perón”.
“Un demócrata que no dudó en movilizarse durante el levantamiento militar de Semana Santa de 1987, y acompañó en el balcón de la Casa Rosada al presidente Raúl Alfonsín en un momento crucial para la definitiva estabilidad de la república”, recordó Alak, a través de un comunicado de prensa.
El ministro evocó también que Cafiero “participó de cada instancia fundamental del peronismo: en su primera juventud, de la jornada fundacional del 17 de octubre; de los gobiernos de Perón donde llegó a ser ministro de Comercio Exterior, entre 1952 y 1955; dirigente partidario durante la Resistencia Peronista, entre 1955 y 1972”.
“Fue preso político durante la última dictadura militar, y a partir de 1983 fue un artífice de la democracia, cuando supo conducir magistralmente al peronismo y logró su renovación y definitiva institucionalización. Fue un ejemplo político valiente, prudente y de convicciones democráticas inalterables”.
Entre las decenas de recuerdos que a lo largo del día de hoy plantearon diferentes personalidades –desde dirigentes del peronismo hasta el Papa Francisco- desde el ámbito judicial, se destacó el testimonio del el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Zaffaroni, quién lo definió como “un hombre dispuesto al diálogo”.
“En los primeros años de democracia, en la provincia de Buenos Aires hubo una epidemia de gatillo fácil, que eran fusilamientos sin proceso y eso termina definitivamente cuando don Antonio Cafiero asume la gobernación. Eso es algo que los argentinos no podemos olvidar nunca”, postuló Zaffaroni.
“Tengo un recuerdo imborrable de Antonio”, resumió Zaffaroni, quien recordó “la solvencia” y la “entereza” con la que el dirigente peronista reaccionó cuando “al borde de ser candidato a presidente, perdió en la interna” frente a Carlos Menem.
“Cafiero siempre fue un hombre dispuesto al diálogo, defensor de una democracia dialogante”, dijo el ministro del alto tribunal, quien sostuvo que “hay gente que, por más de que se vaya cuando ya tiene unos cuantos años, sería bueno que viviera unos cuantos años más”.