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La presidenta Cristina Fernández de Kirchner decretó esta tarde dos días de duelo por la muerte del ex fiscal Julio César Strassera, quien en los inicios de la democracia fue el fiscal del histórico juicio a las juntas militares del último régimen. La jefa de Estado lo decidió por decreto 295, informaron fuentes oficiales a Télam.

Esta tarde, el ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en nombre del gobierno nacional, había expresado su profundo dolor por el fallecimiento del ex fiscal de la Nación Julio César Strassera, y manifestó sus condolencias a la familia, según se informó oficialmente.

El ex fiscal Julio César Strassera falleció en el día de hoy. En las últimas semanas había sido internado en la Clínica San Camilo, en el barrio de Villa Crespo, y estaba en terapia intensiva, por un cuadro de infección intestinal. Fue el autor de la famosa frase "Nunca Más" en el alegato final de la fiscalía en el juicio a las juntas militares, durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Durante la dictadura cívico-militar, Strassera fue de los pocos en aceptar los Hábeas Corpus solicitados por presos políticos, muchos de ellos denegados en instancias superiores. En el año 1976, Strassera fue nombrado Secretario de Juzgado y durante la dictadura fue promovido como Fiscal General.

Según “El diario del juicio”, que se publicó durante los años que duró el juicio las juntas, Strassera en veinte minutos era capaz de fumase cuatro cigarrillos y todos los días a las 8 de la mañana llegaba a Tribunales. Catorce horas después volvía a su casa. “Era elegante y con una calidez casi provinciana” y su despacho durante esos años “era tan humilde como él”.

En tres años se recibió de la Facultad de derecho, fue secretario de juzgados federales, fiscal de primera instancia y también juez de sentencia en el fuero ordinario. Desde 1984 fue fiscal de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, que el 9 de diciembre de 1985 dictó sentencia y condenó a Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, a Roberto Viola a 17 años de prisión, a Armando Lambruschini a 8 años de prisión y a Orlando Ramón Agosti a 4 años de prisión.

Finalizado el juicio, en 1987, Alfonsín nombró a Strassera embajador argentino ante las oficinas de Naciones Unidas defensoras de los derechos humanos, con sede en Ginebra. Después de renunciar al cargo enojado con los indultos que promulgó el ex presidente Carlos Menem, se dedicó a la enseñanza y a ejercer su actividad como abogado. Fue un activo participante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

Más adelante, ya durante la década del '90 y como abogado, Strassera representó al país ante organismos internacionales de derechos humanos y participó de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), organización de la que siguió formando parte hasta hoy desde su Consejo de Presidencia.

En 2006 defendió al entonces jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, en el marco del juicio político que la Legislatura de la ciudad llevó adelante en su contra a raíz de la denominada Masacre de Cromañón, que finalizó con su destitución del cargo. En los últimos años criticó al gobierno nacional, lo que lo llevó a mantener distintos contrapuntos con funcionarios. Su última aparición pública había sido a principios de este mes, cuando criticó lo que entendía era un "avance" del Gobierno sobre la Justicia y anticipó su intención de participar de la marcha del 18 de febrero en reclamo de justicia por la muerte del fiscal Alberto Nisman.

El 16 debió ser internado en el Sanatorio San Camilo a raíz de un cuadro intestinal y de hiperglucemia que en el día de hoy le causó la muerte.

Un orgullo y un placer

El ex fiscal adjunto del Juicio a las Juntas militares, Luis Moreno Ocampo, expresó hoy que "fue un orgullo y un placer" trabajar con su colega Julio César Strassera. En diálogo con Radio Télam, Moreno Ocampo definió a Strassera como una persona "brillante y apasionada" y resaltó que el fiscal le abrió "la ventana para ver dos cosas: la dictadura militar y su represión pero también cómo se armó la democracia argentina".

Durante la charla, Moreno Ocampo recordó que tenía 32 años cuando comenzó a trabajar con Strassera para ese juicio y subrayó que los dejó armar un equipo de investigación con ocho jóvenes entre los que había jóvenes que aún no estaban recibidos de abogados. El jurista resaltó que él manejaba la investigación y "Strassera era el encargado de la estrategia general".

 "Para mí fue una escuela. Fue mi primer juicio como fiscal. El era la experiencia y yo la innovación", destacó y recordó que para ese juicio "la estrategia fue no usar los servicios de inteligencia porque no podíamos confiar ni en ellos ni en la policía, porque habían estado trabajando durante de la dictadura".

Moreno Ocampo recordó que desarrollaron su tarea "sin computadora y sin celulares" y explicó que trabajaron "con testigos y víctimas identificados en la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), a quienes les pedíamos pruebas de que lo que decían era cierto, como los hábeas corpus, los documentos judiciales que tenían, los testimonios de los vecinos y así fuimos armando las pruebas".  Por último, Moreno Ocampo expresó que Strassera "le puso el pecho a la investigación para juzgar a los comandantes, que tenían poder todavía en el '85" y agregó que "se paró y dijo que tenía las pruebas y logró que la gente le creyera".