El cuerpo de la chica de 16 años fue encontrado hace diez años en el parque Pereyra Iraola. Los acusados son Nicolás Gómez (28) y Daniel Feliciano Ojeda (45). Gómez era el joven que estaba junto a Natalia en su Renault 11 cuando la adolescente desapareció. El tribunal dispuso 40 jornadas de debate en las que se escucharán más de 200 testigos.
El juicio por el crimen de la adolescente Natalia Di Gallo, cuyo cadáver fue encontrado hace una década en el parque Pereyra Iraola del partido bonaerense de Berazategui, comenzará en febrero con dos imputados. "Era lo que tanto estábamos esperando y gracias a Dios llegó", dijo esta tarde a Télam Juan Di Gallo, padre de la víctima. El debate estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Quilmes que fijó la primera audiencia para las 9.30 del 7 de febrero de 2014, 10 años y 37 días después de hallado el cuerpo de la adolescente de 16 años.
Daniel Mazzochini, abogado de la familia Di Gallo, informó a Télam que el tribunal dispuso 40 jornadas de debate en las que se escucharán más de 200 testigos.
El fiscal de juicio será Claudio Pelayo, el primer instructor que tuvo la causa y que luego fue sucedido por tres colegas distintos, mientras que en el banquillo de los acusados estarán Nicolás Gómez (28) y Daniel Feliciano Ojeda (45).
Ambos están imputados como partícipes de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada por el resultado de muerte en concurso real con de abuso sexual", aunque el primero de ellos llega al debate preso y el segundo con falta de mérito.
Gómez era el joven que estaba junto a Natalia en su Renault 11 cuando la adolescente desapareció y estuvo detenido entre enero y abril de 2004 y luego fue liberado por falta de pruebas.
Sin embargo, en 2011, Gómez volvió a quedar detenido tras la declaración de un testigo que presenció cuando la víctima era pasada de un auto a otro por un muchacho con ropas y características fisonómicas similares a las del ahora acusado.
¿Un chivo expiatorio?
Por su parte, Ojeda era un remisero que primero fue detenido por el robo de un Peugeot 504 blanco luego señalado por un testigo como el mismo tipo de auto en el que vio a una chica parecida a Natalia pedir auxilio la noche en que desapareció la víctima. Entonces, Ojeda quedó preso por el crimen de la adolescente aunque en 2005 fue excarcelado también por falta de pruebas.
Para la familia Di Gallo, el remisero siempre fue un "chivo expiatorio" para desligar del caso a Gómez y en 2011 cuando se cerró la instrucción de la causa solicitó su sobreseimiento definitivo pero la Justicia de Garantías de Quilmes no hizo lugar a la solicitud, por lo que Ojeda será sometido a juicio.
Para el abogado Mazzochini, enjuiciar a Ojeda va a "complicar" un proceso judicial en el que todavía hay al menos "dos asesinos sueltos". Para el letrado, Gómez fue el "entregador" de Natalia a un grupo de hombres que luego violaron y asesinaron a la adolescente. "En los hisopados vaginales y rectales se encontraron dos perfiles genéticos masculinos que no pertenecen a los acusados", recordó Mazzochini.
Por ello, el letrado pidió autorización al tribunal tomar extractos del expediente para abrir una causa paralela en otra fiscalía y se investigue a los otros autores del crimen.
En ese sentido, el letrado recordó que hay medidas para realizar respecto de un grupos de sospechosos como un análisis de ADN mitocondrial de un cabello hallado en el cuerpo de Natalia y el entrecruzamientos de llamados de esas personas. Por su parte, Juan Di Gallo siempre estuvo convencido de la responsabilidad de Gómez en el caso y aguarda que en el juicio no sólo sea condenado sino que "hable" y revele quiénes fueron los autores materiales del crimen de su hija.
Abuso sexual y muerte por "asfixia mixta"
Natalia desapareció la noche del 28 de diciembre de 2003 cuando Gómez la pasó a buscar en el auto por su casa de Florencio Varela.
Gómez siempre declaró que aquella noche fueron al parque Pereyra Iraola y cuando estaba con Natalia en su Renault 11 un hombre rompió la luneta del auto, los amenazó con un arma, lo encerró a él en el baúl y secuestró a Natalia.
Añadió que luego logró salir del vehículo y se dirigió a una estación de servicio de la zona para pedir auxilio. A partir de esa denuncia se comenzó a buscar a Natalia, la que cuatro días más tarde, el 1 de enero de 2004, apareció asesinada envuelta en bolsas de nylon en el mismo parque.
Sin embargo "hubo una pericia que se hizo en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata, la cual determinó que las prendas que Gómez vestía en momentos de aparecer en la estación de servicio no tenían ningún sedimento por haber estado en el baúl del auto", precisó Mazzochini.
Los forenses llegaron a la conclusión de que Natalia fue abusada sexualmente y murió por una "asfixia mixta" producida por la obstrucción de las fosas nasales y la boca, en combinación con la compresión torácica-abdominal que la chica sufrió cuando soportó el peso de una de las personas que intentaba violarla.
También se demostró que fue asesinada en otro sitio y luego envuelta en bolsas de nylon, atada con sogas y depositada en el parque donde fue encontrada.
El caso comenzó a ser investigado por el fiscal Pelayo que después fue apartado de la causa al igual que su sucesor, Andrés Nieva Woodgate; mientras que un tercer instructor, Cristian Pietrobon, pidió licencia médica y fue reemplazado por Alejandro Ruggeri, quien en 2011 finalmente elevó el expediente a juicio.
Durante la investigación se descubrieron irregularidades como la existencia de una astilla de vidrio con sangre que fue "plantada" en las muestras de tierra del interior del auto de Gómez con el aparente fin de sostener la versión del acusado acerca del agresor que rompió la ventanilla.