Lo dijo Marisa Herrera, durante las Jornadas de Actualización sobre el nuevo Código Civil y Comercial que se desarrollaron en la sede del Colegio de Abogados y Procuradores de la provincia. Aseguró que el nuevo cuerpo normativo pone sobre el escenario la idea de que el lenguaje es cultura".
Minutos antes de ingresar a un auditorio colmado, en la ciudad de Neuquén, Marisa Herrera, doctora en Derecho, investigadora del Conicet e integrante del equipo que trabajó en la elaboración del Código Civil y Comercial que entrará en vigencia el próximo 1 de agosto, contó porqué considera que el nuevo ordenamiento jurídico impacta en el lenguaje.
“El lenguaje tiene ideología. Un Código, que es una transformación cultural, también pone sobre el escenario la idea de que el lenguaje es cultura. Mi concubino es como algo de segunda, es mi conviviente. No es mejor ni peor que mi marido. Tiene otros derechos, es alguien desde lo positivo no desde lo negativo. La madrastra o el padrastro. No, es el padre o madre afín. Esta cosa de los cuentos infantiles como alguien malo, alguien negativo. No es el padre de los chicos pero es alguien que vive conmigo, que adora a mis hijos, que los lleva al colegio, que cuando yo no estoy les cocina. Yo no soy quien para decir que familia es buena o mala, cada uno construye la familia que puede o que quiere”, señaló acompañando cada palabra con movimiento de manos y agigantando sus ojos, que asomaban detrás del marco anaranjado de sus anteojos.
Herrera encabezó el primer panel dedicado a Derecho de Familia en las Jornadas de Actualización sobre el nuevo Código Civil y Comercial que se desarrollaron en Neuquén el jueves y viernes en el Colegio de Abogados y Procuradores de la provincia.
La concurrencia superó las expectativas: 186 pre-inscriptos aunque finalmente asistieron más de 200. En su mayoría abogados particulares, personal del poder Judicial, y estudiantes de Derecho. Además del salón principal debió habilitarse una sala contigua con un proyector donde se trasmitieron las exposiciones.
La actividad, promovida por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación a través del Sistema Argentino de Información Jurídica (Infojus), fue organizada por el Colegio de Abogados, la Asociación de Magistrados y Funcionarios, el Consejo de la Magistratura, y la Escuela de Capacitación del poder Judicial.
“La verdad que juntar más de cien abogados un jueves a la mañana, en el Colegio, es porque evidentemente hay interés y hay ganas de aprender y escuchar sobre lo que se viene”, afirmó Carlos Fernández, presidente de la entidad, durante el acto de apertura.
Maitena Villegas, de Infojus, sostuvo: “Nosotros como Estado Nacional tenemos la obligación y estamos convencidos de que son necesarias estas capacitaciones gratuitas para todos. Sabemos que muchas veces se está lucrando con esto.” Y agregó: “Más allá de cualquier tinte político que puede tener cada uno, sabemos que el Código es producto de una sociedad democrática que evoluciona.”
El presidente del Consejo de la Magistratura y vocal del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén, Oscar Massei, aseguró: “creo que tenemos que tener una gran responsabilidad porque si bien la preocupación hoy es de abogados, operadores jurídicos, empleados de la justicia, magistrados y funcionarios este nuevo Código Civil y Comercial está al servicio de todos los ciudadanos, de todos los habitantes de la república que son los justiciables. Por lo tanto tenemos que prontamente ponernos de acuerdo, delinear una jurisprudencia que nos permita no estar años y años discutiendo sobre qué rige y que no rige.”
Poner las fichas en su lugar
“Muchas cosas que el Código dice ya estaban de antes: las técnicas de reproducción asistida, la familia ensamblada, no es algo que nace con el Código. Lo que pasa es que el Código no le daba respuesta y eso implicaba también que cada juez tuviera que empezar a dar alguna salida. No inventemos más nada, hagamos un nuevo Código para tener reglas claras. Es como volver a dar de nuevo para poner las fichas en su lugar”, precisó Herrera.
Durante su exposición hizo hincapié en que a la hora de confeccionar el Código no tenían “un Word en blanco”, y subrayó la jurisprudencia emanada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En materia de legislación nacional la abogada destacó la ley de matrimonio igualitario a la que calificó como “la mejor lejos, simbólicamente hablando, porque nos apunta a lo más interno de los prejuicios.”
En cuanto al concepto de identidad subrayó que a partir de la entrada en vigencia del nuevo Código cada familia podrá definir el apellido del conyugue que va en primer lugar, y ante la falta de acuerdo, se hará un sorteo en el Registro Civil. Respecto a este punto manifestó que habían recibido críticas, pero que consideraba que era mejor solución que resolverlo mediante juez o por orden alfabético, que impide la libertad para pactar. Recordó que en España se había descartado está última opción porque expresaron “siembre habría más chicos con el apellido Aznar y ninguno con el apellido Zapatero”. La abogada Martina Vido cerró el primer día del evento en un panel sobre sucesiones.
Un Código de casos
El retraso en el vuelo de una de las expositoras provocó una pequeña demora el viernes que fue subsanada con café caliente. “Espero que arranque a tiempo porque a las cinco tengo que rendir Reales”, confesó una joven estudiante de universidad privada que había asistido la semana pasada al Congreso Internacional de Juicio por Jurados realizado en la Legislatura.
El panel del segundo día lo inauguró Lorena Gagliardi, directora general de administración de la Agencia Nacional de Administración de Bienes del Estado de la jefatura de Gabinete del poder Ejecutivo Nacional.
“Es un Código de casos, no es un Código que trata doctrina. Deja de ser una norma cerrada. Le vamos a encontrar el significado y la coherencia, a posteriori. Es un Código que está pensado, a decir de los redactores, para el caso concreto”, manifestó Gagliardi.
Aseguró además que “el centro de regulación, el objetivo, es la persona humana y esto le da un tinte humanista muy importante”. Dijo que en la actualidad se piensa el derecho privado “preservando el patrimonio”. “¿El patrimonio de quienes? –se preguntó- del varón, educado, con cierto poder económico, blanco y europeo. Así fue escrito el Código en el siglo pasado. Este Código fue pensado desde la igualdad.”
El abogado y docente Marcelo Pepe aludió a los principales cambios en materia de Derecho Reales. “El Código Civil unificado comienza definiendo el Derecho Real que quizá no era tan común en el viejo Código. Vélez decía que las definiciones son impropias de un Código de leyes”, afirmó. Y añadió: “De tener este concepto unívoco de un Derecho Real cuyo objeto solamente es una cosa, ahora pasamos a las cosas, a los derechos, a las partes materiales de las cosas y a las universalidades.”
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