La comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión de la Cámara de Senadores comenzó a debatir cuatro proyectos de neutralidad en la red de acceso a Internet. ¿Qué es la neutralidad? ¿Por qué es importante?
Esta mañana, la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión de la Cámara de Senadores convocó a cuatro especialistas para debatir los cuatro proyectos sobre neutralidad de la red presentados hasta el momento.
La neutralidad de la red significa que las comunicaciones de una computadora conectada a internet no puedan ser bloqueadas, restringidas o condicionadas por el proveedor de la conexión.
Una red no neutral es aquella en la que la velocidad de la conexión o el acceso a determinados paquetes de información son interferidos por el contenido del que se trata o el software que se utiliza, entre otros motivos.
Actualmente, como esta situación no está legislada, una empresa puede, por ejemplo, interferir cuando el usuario quiere utilizar un servicio par a par (P2P), como los torrents que se utilizan para descargar series o música. Un caso concreto de este tipo fue el bloqueo de Telecentro al sitio web Cuevana en diciembre de 2011. A nivel internacional, otro caso relevante fue el de la empresa EveryDNS.net que dio de baja al dominio wikileaks.org.
Las senadoras Liliana Fellner del Frente para la Victoria y Graciela di Perna del Partido Justicialista presentaron cada una un proyecto. Otro proyecto fue presentado por Eugenia Stenssoro (Coalición Cívica) y Ernesto Sanz (Unión Cívica Radical) y un cuarto por Juan Carlos Romero (PJ).
Los cuatro proyectos proponen que los proveedores del servicio no puedan interferir en la navegación de los usuarios pero hay algunas diferencias.
“Los proveedores de acceso a Internet y los prestadores de servicios de telecomunicaciones que brinden servicios de conectividad entre los usuarios o sus redes de internet, mediante cualquier tipo de servicio” no podrán “bloquear, interferir, discriminar, entorpecer ni restringir el derecho de los usuarios de Internet para utilizar, enviar, recibir u ofrecer contenidos, aplicaciones o servicios a través de internet”, dice el proyecto de la senadora Fellner.
El proyecto de la senadora di Perna tiene un redacción distinta que podría restringir la neutralidad en algunos casos: “No podrán arbitrariamente bloquear, interferir, discriminar, lentificar, suspender, entorpecer ni restringir el derecho de cualquier usuario de Internet para utilizar, enviar, recibir u ofrecer cualquier contenido, aplicación o servicio legal a través de Internet, así como cualquier otro tipo de actividad o uso legal realizado a través de la red”.
En todos los proyectos se especifica que el bloqueo del acceso a un contenido sólo puede realizarse si existe una orden judicial.
En la reunión de hoy participaron cuatro especialistas en derecho a la información y políticas de comunicación: Martín Becerra, Eduardo Bertoni, Henoch Aguiar y Glenn Postolski.
Bertoni se refirió a la declaración conjunta de las relatorías de libertad de expresión de las Naciones Unidas, la OEA, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (CADHP).Esta declaración dice que además del no control del tráfico, “se debe exigir a los intermediarios de Internet que sean transparentes respecto de las prácticas que emplean para la gestión del tráfico o la información, y cualquier información relevante sobre tales prácticas debe ser puesta a disposición del público en un formato que resulte accesible para todos los interesados”.
Becerra señaló que la necesidad de garantizar la neutralidad no debería limitarse a los proveedores del servicio de internet sino que la discusión debería extenderse a otras capas del funcionamiento de internet como los buscadores y las políticas de filtrado y jerarquización que utilizan. También se refirió a la necesidad de que una ley de este tipo prevea una autoridad de aplicación autónoma.
Glenn Postolski enmarcó el debate por la neutralidad de la red en el marco de ampliación de derechos y señaló la necesidad de una reforma de la ley de propiedad intelectual para garantizar el acceso a la cultura.
Durante la reunión de comisión, varios de los asistentes se refirieron al mal servicio que prestan las compañías de telefonía celular.