Casación negó el pedido de excarcelación de María Elena Guerra, acusada de ocupar en 1976 la casa de Diana Oesterheld y Raúl Araldi, hoy desaparecidos. Era pareja del jefe del Servicio de Inteligencia Confidencial de la Policía de Tucumán, Rubén Tuerto Albornoz, conocido como el Etchecolatz tucumano.
La Sala III de Casación Penal rechazó un pedido de excarcelación presentado por María Elena Guerra, que está siendo juzgada por estos días junto a otras 41 personas en la megacausa de Tucumán por crímenes de la dictadura. Guerra está acusada de usurpar en 1976 la casa de Diana Oesterheld y Raúl Araldi, después de que sus ocupantes fueran secuestrados por una patota militar.
Guerra es una de los cuatro civiles juzgadas por el delito de usurpación. Estuvo en pareja con el jefe del Servicio de Inteligencia Confidencial de la Policía de Tucumán, Rubén Tuerto Albornoz, conocido como el Etchecolatz tucumano. En este momento se encuentra procesada y en la cárcel de Villa Urquiza, como el resto de los imputados. Oesterheld y Araldi están desaparecidos. Fernando Araldi Oesterheld recuperó el inmueble treinta y tres años después.
El fallo de Casación firmado por Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Mariano Hernán Borinsky expresa que la detención de Guerra, dispuesta el año pasado, se realizó con el fin “de asegurar la realización del juicio oral y público”. Pero los abogados de Guerra pidieron su libertad, “tomando en cuenta el tipo de acusación y la perspectiva de condena”.
“La decisión procura evitar dilaciones innecesarias en el desarrollo del juicio que se está llevando a cabo en la provincia de Tucumán puesto que se trata de una megacausa seguida contra 42 imputados que involucra pluralidad de hechos –de gran trascendencia y repercusión social, especialmente en esa provincia– y de partes”, indicó el fallo de Casación.
El 2011 la Justicia restituyó la casa ubicada en Frías Silva 231 de la ciudad de Tafí Viejo a Fernando Araldi Oesterheld. “No era por la casa en sí ni por su valor económico, sino por una cuestión simbólica”, dijo Fernando que compartió esa casa con sus papás.
En el proceso de recuperación de la casa colaboró el hijo de Onésico Marini, antiguo titular de la propiedad -ya fallecido- a nombre de quien figuraban los papeles en el Registro de la Propiedad. Los trámites de venta no habían sido terminados en el momento de la desaparición de los Araldi-Oesterheld. Marini es querellante en la megacausa por esta usurpación.
El desalojo y reintegro de la vivienda demoró cinco años, lo que provocó la queja de Fernando ante las demoras y trabas. Jorge Delgado, periodista y amigo de la pareja desaparecida, dijo: “Los jueces se resistían al desalojo de la familia usurpadora, a los abogados les denegaban constantemente todo. La cámara de apelaciones hacía lugar para el desalojo, pero los jueces siempre negaban los pedidos y así estuvimos cinco años, con quejas en la cámara por morosidad, dictar sentencia".
Diana y Raúl militaban en Montoneros. Ella tenía 23 años y estaba embarazada de seis meses. Era hija del dibujante y guionista Héctor Oesterheld, creador de El Eternauta. Diana fue secuestrada por la policía tucumana junto con su hijo Fernando, que fue abandonado como "NN" por la patota policial en la Casa Cuna de la capital provincial. Fernando fue recuperado por sus abuelos paternos después de varios intentos. La casa donde vivían fue ocupada por Albornoz, el jefe de la policía tucumana. Raúl fue asesinado en 1977, un compañero vio su cadáver en la Jefatura de Policía. A Diana la vieron en la Jefatura de la Policía de Tucumán. De ahí fue trasladada al centro clandestino de Campo de Mayo donde dio a luz. Fernando todavía busca a ese hermano o hermana.
El juicio comenzó en noviembre del año pasado y la megacausa unifica las causas penales Arsenal II y Jefatura II en perjuicio de 215 víctimas. El Tribunal Oral Federal de Tucumán juzga a los imputados por delitos de lesa humanidad, entre los que se encuentra el represor Luciano Benjamín Menéndez. De ellos, quince son militares, seis gendarmes, quince policías y cuatro civiles. Y uno es un sacerdote católico.