Así lo confirmó el barrido electrónico realizado por la Policía Bonaerense. Durante toda la mañana, la fiscal Fein le tomará declaración a los custodios de Alberto Nisman. La causa pasó a manos de la jueza Fabiana Palmaghini.
La pericia sobre la mano del fiscal Alberto Nisman que intentaba determinar si existían restos químicos producto del uso de un arma de fuego dio negativa. La información fue confirmada por fuentes de la Policía Bonaerense, quienes tuvieron a su cargo la pericia. Viviana Fein, fiscal a cargo de la investigación explicó la ausencia de rastro podría estar relacionada con la baja potencia del calibre del arma utilizada.
Mientras la pericia se realizaba en La Plata. En Capital, la fiscal estuvo reunida junto a la jueza Fabiana Palmaghini. De esa reunión, en la que se evaluaron las medidas de prueba pendientes y los resultados de las ya obtenidas, se definió allanar la oficina del fiscal Nisman en Hipólito Yrigoyen al 400.
Otra de las medidas de pruebas que se están realizan en estos momentos son las testimoniales del equipo de custodios que acompañaban al fiscal. Cuando Nisman fuera hallado sin vida un balazo el domingo por la noche en el baño de su casa, ellos no estaban con él. Si bien las declaraciones estaban previstas para la primera hora de la mañana, según información desde la Fiscalía, aún no comenzaron. Los miembros del equipo de seguridad pertenecen al cuerpo de la Policía Federal y estaban junto a Nisman desde el año 2007.
Una bala calibre 22
Según surgió de la autopsia, se estima que Nisman murió alrededor de las 15 del domingo de un disparo en la sien derecha, a unos dos centímetros de la oreja y la trayectoria del disparo fue de abajo hacia arriba. El arma: una Bersa calibre 22 encontrada al costado del cuerpo, debajo de uno de los brazos de Nisman, y junto a un casquillo que las pericias determinaron que pertenecía a esa pistola. Según explicaron fuentes judiciales, la pistola pertenecía a un colaborador del fiscal, que se la había llevado a pedido de él, el domingo por la mañana. Este hombre ya prestó declaración ante la fiscal.
Nisman le habría pedido prestada el arma por “seguridad”. El hombre fue hasta su casa y se la entregó. La escena quedó registrada en las cámaras del edificio. "Tenemos que investigar si le pidió el arma por una amenaza, o por sus hijas o por cualquier situación de alerta que haya recibido", dijo Fein al canal de noticias A24.
Fue el propio colaborador de Nisman quien declaró ante la justicia que el arma era suya. El hombre explicó que Nisman se la había pedido prestada por cuestiones de seguridad, informaron la fuentes allegadas al titular del juzgado Nacional Criminal de Instrucción Nº5, Manuel Arturo De Campos. "Hizo una declaración totalmente creíble, precisa y contundente", contó la fiscal.
El cuerpo de Nisman quedó tendido en el piso del baño trabando la puerta de entrada. Su dedo índice tenía una leve flexión. Este elemento, para los peritos suma para abonar la hipótesis de que él fue quien disparó el arma. Dentro de la bañadera había restos de sangre.
Sin restos de disparo
Las primeras pruebas de dermotest realizadas sobre el cuerpo no arrojaron resultados por lo que la fiscal ordenó realizar un estudio microscópico de barrido electrónico sobre las muestras tomadas de las manos del fiscal Nisman. El resultado de la prueba realizada en los laboratorios de la Policía Bonaerense, en La Plata, dieron que no había restos de disparo. Sin embargo, para la fiscal esto no descarta la hipótesis del suicidio ya que –según dijo– el bajo calibre del arma podría no dejar rastros en el disparo.
En consonancia con los dichos de la fiscal, Miguel Maldonado, psiquiatra forense y especialista en medicina legal, explicó en declaraciones al programa radial La Mañana que la prueba que se realizó para determinar si existían residuos del disparo en las manos del fiscal Nisman es una “espectrofotometría de absorción atómica”. Según contó esta pericia no busca residuales de pólvora sino de los metales que despide el fulminante cuando entra en ignición. El fulminante es el componente de la bala que genera el calor inicial para que la pólvora pueda encenderse. Las balas calibre 22 son la únicas que tienen un tipo de fulminante anular, es decir que los componentes químicos están distribuidos en la base del casquillo en forma de anillo y no en una capsula empotrada en el casquillo como se da en los calibres mayores. En palabras de Maldonado, “el Calibre 22 es una capsula cerrada, no tiene orificio donde entra el fulminante, cuando el percutor golpea el cartucho se inflama por dentro pero todo sale por la parte delantera del cartucho, no hay reflujo como proyectiles de otros calibres”. Según el especialista en medicina forense la única posibilidad de que esta prueba de positiva en un arma calibre 22 es que el percutor rompa la vaina en el acto del disparo.
La causa está caratulada como “muerte dudosa”. El decano de la morgue judicial le comunicó a Fein que en la muerte de Nisman “no intervinieron terceras personas”.
Ayer hubo un cambio de juez de Instrucción: pasó de estar en manos de Manuel De Campos a Fabiana Palmaghini. La mujer retomó la conducción de su juzgado anoche, después de regresar de sus vacaciones. De ahora en más será quien supervise el expediente por la muerte de Nisman.
Durante todo el día, Fein también irá recibiendo los resultados de distintas medidas técnicas encomendadas a la Prefectura y a la división Apoyo Tecnológico de la Policía Federal sobre el material secuestrado en el departamento de Nisman.
Fein también aseguró que serán revisadas las llamadas que Nisman hizo y recibió en la última semana, en especial tras la presentación judicial que hizo el miércoles pasado.