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La Presidenta, en el marco del acto por el Día de la Bandera en Rosario, aprovechó para hablar sobre la Reforma Judicial y el reciente fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucionales las eleccione populares al Consejo de la Magistratura. En su discuro citó un artículo del diario Página12 en el que se plantea que se generó esta situación donde desde "el Poder Judicial se vetan leyes que hacen los legisladores".

"En 2015 quiero ser jueza para tener una lapicera y un papel en la mano para firmar una cautelar y ¡qué me importa el voto de la gente, qué me importan los senadores, los diputados y el presidente! Lo único que tenés que hacer es encontrar un gil que sea presidente para que junte la guita de tu sueldo", ironizó ante una multitud argentinos.

"Si mi rol en la historia es haber abierto el debate por una justicia democrática y legítima estoy dispuesta a bancar todo lo que se me venga encima. No tengo ni miedo ni temores, mi compromiso es con la historia, el pueblo y la memoria de quienes dieron su vida por una Argentina mejor", sostuvo.

"No hay nada más importante que una sociedad democrática, pero una sociedad democrática en serio, donde la igualdad consagrada por la Constitución no es letra muerta sino que es lo mismo llamarse Pérez que cualquier nombre ilustre".

La Presidenta destacó que "por ahora" los argentinos tienen el "derecho de votar y elegir libremente" a los integrantes de "al menos dos" poderes del Estado, tras lo cual reflexionó que "no sea cosa que venga una cautelar y no permitan votar presidente o legisladores".

También afirmó que "hoy ya hay dignidad a través del trabajo" por el modelo político instalado desde 2003 y cuestionó a "algunos que pueden añorar un modelo donde se conseguía mano de obra barata".

Fernández aseguró que "afortunadamente” Manuel Belgrano, el creador de la bandera argentina, fue un "político incorrecto" que actuó "con valentía y coraje" para enfrentarse a lo que la época imponía.

"¿Con quién creen que estaría, a quién apoyaría ese hombre – por Manuel Belgrano- de la industria nacional, ese hombre que hablaba de comercio, de los pueblos originarios?", se preguntó Cristina.

También se refirió a las diferencias y similitudes de los enemigos del país en tiempos de las luchas de Belgrano, y aseguró que los países imperiales ya no necesitan mover ejércitos o imponer gobiernos desde las metrópolis" sino que "encuentran dirigentes que gobiernan en nombre de sus intereses".

Sobre el final de su discurso la presidenta aseguró que "no hay buena seguridad si no hay buena justicia" y, en este sentido, afirmó que "parte de los problemas de seguridad que tienen los argentinos tienen que ver con la Justicia".

"Es necesaria una Justicia que de verdadera seguridad a los argentinos porque parte de los problemas terribles de seguridad, como el narcotráfico, la violencia y la trata de personas, también tienen que ver con la Justicia. No hay buena seguridad si no hay buena Justicia", dijo.

Agregó que "no se trata de una disputa de carácter constitucional" con la Justicia, sino de "darle una vida mejor a los 40 millones de argentinos", y advirtió que no era "estúpida" y se daba cuenta de que algunos se hacen los que no saben nada, pero saben que se les "vende porquería" a los jóvenes.