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La Sala VII de la Cámara del Crimen porteña rechazó por mayoría el pedido de excarcelación presentado por la defensa del arquero de San Lorenzo Pablo Migliore. Los jueces consideraron que si se lo liberaba podría seguir encubriendo al segundo jefe de la barra brava de Boca, Maxi Mazzaro, prófugo de la Justicia.

Mazzaro está acusado por el asesinato de Cirini, ocurrido en agosto del 2011 en Liniers, en una pelea de vecinos donde intervino el cuñado de Mauro Martín, el líder de “la 12”.
Víctor Stinfale y Matías Morla –abogados del jugador- insistieron en el pedido de libertad pero dos de los tres jueces resolvieron negarlo.

Desde la Cámara, se informó a Infojus que dentro de los diez días de notificado, los defensores pueden plantear un recurso de casación que tuerza el destino del arquero. Si no lo consiguen, Migliore podría seguir en la cárcel de Ezeiza hasta el juicio oral a mediados del 2014.

Morla y Stinfale contaban con diez minutos para convencer a los camaristas Mauro Divito, Juan Cicciaro y Mariano Scotto, de que el futbolista debía ser liberado. El punto central de la defensa consistió en revelar algunos problemas personales entre el arquero y el N°2 de la hinchada de Boca para demostrar que nunca lo habría ayudado a evadirse.

El juez Manuel de Campos, por su parte, repitió los argumentos por los cuales lo procesó con prisión preventiva por “encubrimiento agravado” el 8 de abril: una escucha telefónica en la que Mazzaro habla con un mecánico para que le prepare un auto que lo ayude a mantenerse en la clandestinidad, y lo menciona al arquero. Además le habría dado dinero, teléfonos y contactos. “Le presenté a un mecánico, no a un traficante de armas”, se había defendido el procesado.

Hay otros dos detenidos por encubrir a Mazzaro: un hombre que llaman “Maxi” Levy, y una mujer, Claudia Pacheco. Por otro lado, los más de tres meses que el barrabrava lleva prófugo, hacen sospechar que cuenta con la complicidad de la Policía Federal, históricamente ligada a los capos de la barrabrava de Boca.
Gustavo Petrinelli llamó a Martín para pedirle ayuda. Martín llegó acompañado por Mazzaro y Wehbe. Martín declaró ante la Justicia que estuvo en el lugar pero no le pegó a Cirini. Según su versión, la víctima habría fallecido al golpear su cabeza contra el cordón al caer. Los peritos encontraron que el cuerpo de Cirini tenía cuatro golpes mortales.