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Las agrupaciones 18-J, APEMIA (Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la Amia) y Memoria Activa, que reúnen a la mayoría de los familiares de las víctimas del atentado de la AMIA, no irán a la marcha del silencio convocada para esta tarde por fiscales. Tampoco la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina, Idisher Cultur Farband (ICUF), para la cual “es lamentable que se utilice a las personas muertas a raíz del caso AMIA para tratar de desestabilizar a un gobierno elegido legal y legítimamente”.

En un comunicado publicado hoy, Memoria Activa explicó por qué se opone a la marcha: “El silencio y el encubrimiento no es algo novedoso en la causa AMIA. Fue el silencio y la inacción de muchos a los que debemos el estado actual de la causa. Entre otros, nos referimos a los convocantes a esta marcha: los fiscales Germán Moldes y Raúl Plee, que con su accionar demoraron la causa encubriendo y defendiendo a los procesados en lugar de hacer su trabajo como fiscales y avanzar en las acusaciones.”

Más adelante, critican a la dirigencia de la AMIA y la DAIA, que “también convocaron a marchar en silencio”. Dice el comunicado: “Otra vez, no nos sorprende. ¿Por qué no acompañarían en silencio, si su vergonzoso comportamiento a lo largo de más de 20 años fue sostener a encubridores, y en silencio los desvíos en la investigación, consintiendo la impunidad?”

Además de mencionar la lucha que la agrupación lleva adelante desde 1994 por la memoria y la justicia, “yendo incluso contra las trabas impuestas por los poderes del Estado”, el comunicado de Memoria Activa deja claro que apoyan “la búsqueda de verdad y justicia de los familiares de Nisman, sostenemos que la justicia tiene la obligación de investigar la muerte del fiscal”.

Esta mañana el Papa Francisco recibió en el Vaticano a integrantes de 18-J que se oponen a la manifestación. "De mí, esperen todo, que haga todo lo posible" para interceder ante Israel e Irán y ayudar a encontrar Justicia por el ataque que en 1994 dejó 85 muertos en Buenos Aires, expresó Francisco. Para los familiares de las víctimas fue muy significativo que los recibiera precisamente hoy. "No es ninguna casualidad. Es un mensaje que nos reciba hoy. Nosotros siempre nos opusimos a esta marcha que convocan aquellos que lo hacen en defensa propia y que siempre le faltaron el respeto a Alberto Nisman", precisó Sergio Burstein a la agencia Télam.

En cambio, sí adhieren a la marcha la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y la AMIA (Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas), las dos instituciones que han llevado la voz cantante en cuestiones que atañen a la comunidad judía en Argentina, pero cuya representatividad ha sido cuestionada últimamente por numerosos intelectuales, artistas, políticos y periodistas de origen judío. Así lo manifestaron en una solicitada publicada en los diarios nacionales el pasado 15 de febrero.

Los firmantes señalaron que las conducciones de la DAIA y de la AMIA “intentan erigirse como únicos representantes de miles de ciudadanos de ese origen”, representación que rechazaron dado que “muchos de ellos no se identifican con su discurso ni con sus posicionamientos en torno a los conflictos nacionales o internacionales”, al tiempo que cuestionaron que esas entidades actúen “como si fueran los depositarios del monopolio de 'lo judío'”.

También cuestionaron el apoyo de AMIA y DAIA al fiscal Nisman, que actuaba bajo “un vínculo de subordinación a la embajada de Estados Unidos”, según describieron, “pese a lo cual se lo siguió apoyando expresamente hasta el día de hoy”.

Entre las centenares de firmas se destacan el escritor Juan Sasturain; el secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster; el integrante de la agrupación 18J, Sergio Burstein; los periodistas Jorge Halperín, Miriam Lewin, Adrián Korol y Hugo Pressman; el politólogo Carlos Escudé; los diputados nacionales Carlos Heller y Mara Brawer y el abogado Beinusz Szmukler.