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El Gobierno nacional anunció un nuevo acuerdo de precios sobre una canasta de casi doscientos productos de amplia variedad, que representa dos tercios del consumo habitual de los hogares de menores ingresos. Entrará en vigencia el 1° de enero y tendrá vigencia durante todo el año próximo. Incluye productos de almacén, lácteos, cortes de carne vacuna y de pollo, frutas y verduras, bebidas, limpieza, higiene personal y perfumería. “No es un congelamiento ni es congelamiento con control de precios, sino un acuerdo voluntario entre el Estado Nacional y los principales empresarios del sector”, aclaró el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Axel Kicillof, en el anuncio.

El acuerdo fue rubricado públicamente en la Casa de Gobierno, donde cuatro representantes de las cámaras de supermercados desfilaron ante las actas que luego fueron firmadas por Kicillof, el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa; y el jefe de Gabiente de Ministros, Jorge Capitanich. Los tres funcionarios dedicaron una hora para explicar las condiciones del acuerdo, remarcaron que el Estado tomará las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento, y expusieron los principales pilares de la política económica del Gobierno nacional. Durante el anuncio, fueron acompañados por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el director general de la AFIP, Ricardo Echegaray; y la ministra de Industria, Débora Giorgi.

El convenio propuesto por el Ejecutivo fue rubricado por las cámaras de supermercadistas con alcance nacional y regional, pero también con sus proveedores. El cumplimiento del acuerdo será fiscalizado por la Administración Federal de Ingresos Públicos y el Programa Mirar para Cuidar. Según indicó Kicillof, se habilitarán canales de diálogo para la renegociación regular de los precios de determinados productos de acuerdo a “condiciones objetivas” que los afecten, como el incremento de los costos de producción o problemas concretos de abastecimiento. También se tendrán en cuenta las circunstancias estacionarias que afecten la producción de determinados productos.

“Sabemos que los controles, sin concurso del sector privado, no son exitosos”, apuntó Kicillof, que apeló al sector privado para que sea “tremendamente responsable”. Advirtió: “No vamos a permitir que se caiga en prácticas comerciales que tiñan el acuerdo”, y condenó los “pequeños cambios en los productos que después se reflejan en grandes cambios de precios”, maniobras denunciadas recientemente y en las que se vieron implicadas marcas como Molinos, Mastellone y Danone, entre otras. Definió el nuevo mecanismo de cooperación como “de diálogo permanente y de alerta temprana”, para atender a tiempo a las circunstancias que puedan afectar las condiciones del acuerdo y que no existan variaciones imprevistas.

Costa señaló que "el convenio tiene que ver con un compromiso de parte del Estado y el sector privado de trabajar juntos hacia una mayor previsibilidad en precios claves de la canasta de consumo", y explicó que aún se está trabajando en algunos aspectos del acuerdo, que podrá incluir entre 175 y 200 productos de primeras y segundas marcas de consumo generalizado. Además, ponderó la posibilidad de incorporar a otros actores, como por ejemplo los supermercados chinos, que representan cerca de diez mil comercios.

El jefe de Gabinete afirmó que el acuerdo es un convenio marco que dará pie a otros “acuerdos específicos”. Y subrayó que el objetivo es que "los productores tengan precios compensatorios y que el consumidor, el trabajador, tenga bienes y servicios a precios accesibles para preservar su poder adquisitivo". Además, anticipó que se está trabajando en el desarrollo de “estrategias de financiamiento” para el sector agroalimentario.