Trabajadores de la salud del hospital pediátrico suspendieron la atención en consultorios externos del área clínica. Fue un día después de que 43 personas se intoxicaran con monóxido de carbono.
Dos pérdidas de gas consecutivas pusieron en estado de alarma al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. El sábado por la madrugada 43 personas que estaban en la guardia tuvieron que ser internadas por un escape de monóxido de carbono que, según la ministra de Salud porteña Graciela Reybaud se debió a “un nido de palomas en un termotanque”. A partir de esto, Metrogas constató otro escape que los médicos habían denunciado, por lo que la Asociación de Médicos Minicipales decidió suspender la atención en los consultorios externos de ese hospital.
Llegar al Gutiérrez es complicado: las veredas de la manzana están siendo renovadas, se quitan materiales viejos, rampas incluidas. Mientras tanto, allí donde no está el cemento fresco, una veintena de mujeres pinta murales con motivos infantiles. Son las muralistas contratadas por el Gobierno de la Ciudad, que ya pintaron otros espacios públicos. Pero detrás de esa fachada de mejoramiento, la situación es muy distinta: hay un hospital pediátrico que no atiende parcialmente por pérdidas de gas.
“A partir de una asamblea, los trabajadores decidimos suspender la atención de los consultorios externos debido a que la empresa Metrogas constató una denuncia que veníamos realizando hace un tiempo acerca de una pérdida de gas", confirmó a Infojus Noticias Pablo Posternak, presidente de la filial en ese centro de salud de la Asociación de Médicos Municipales. Esta situación se suma al escape del domingo a la madrugada, cuando tres bebés, quince familiares y quince empleados en el área de Neonatología del mismo hospital tuvieron que ser atendidos por un escape de monóxido de carbono.
En conferencia de prensa, la ministra de Salud porteña Graciela Reybaud dijo que ya no quedan afectados por la contaminación. "Se constató que un termotanque no estaba funcionando bien y que se contaminaron los conductos del aire acondicionado que llegaban a la terapia", dijo Reybaud. Y contó que "lo primero que hicieron los agentes de Metrogas y la brigada de Bomberos de la Policía Federal fue apagar el termotanque. A simple vista no se veía nada que pudiera provocar el mal funcionamiento, pero más tarde, cuando se desarmaron los ductos del termotanque, encontraron bien adentro un nido de palomas".
En la causa interviene el Juzgado Correccional N° 14 de Capital. La funcionaria dijo que "desde ayer a las cinco de la tarde todos los afectados por el monóxido de carbono están nuevamente en el hospital" y que "durante el transcurso del día se les hicieron varios dosajes constatando que estaban todos en buen estado de salud y que volvieron a la normalidad".
Un grupo de madres dijo hoy que cuando empezaron a sentir los primeros síntomas de malestar físico, los médicos quisieron hospitalizarlas en el área de atención psicológica. Creían que estaban en estado de shock. Más tarde quedó claro que la causa de ese estado era el escape de monóxido. Reybaud habló sobre Florencia, la beba que quedó en terapia intensiva después del escape: “Tiene una enfermedad de base muy grave que le provoca problemas respiratorios: esa nena entra y sale de la terapia constantemente", dijo a los medios. Para Posternak, la descripción de la ministra es "acotada", y que minimiza la situación. Desde su gremio opinaron que “hay muchas cosas oscuras, ya que un sistema de ventilación no debería tener este tipo de imprevistos”.