El equipo funcionará dentro de la carrera de Comunicación Social de la UBA. Lo primero que hizo fue difundir una “Guía para el tratamiento mediático responsable de la violencia institucional”.
La consigna “ni un pibe menos” estuvo ayer más presente que nunca en la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Fue durante la presentación de la “Guía para el tratamiento mediático responsable de la violencia institucional” y el lanzamiento oficial del Observatorio de Violencia Institucional de la carrera de Comunicación Social. “La Guía es una herramienta pensada para coberturas periodísticas de casos de violencia institucional”, explicó a Infojus Noticias Verónica Torras, del Programa Memoria en Movimiento de la Secretaría de Comunicación Publica, que ayer participó de la presentación.
La Guía es un trabajo hecho en conjunto por la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, el Programa Memoria en Movimiento y distintas organizaciones, periodistas y especialistas de la temática. Por su parte, el Observatorio de Violencia Institucional surgió a partir de una iniciativa en el Taller Extracurricular “Medios y Violencia Institucional”, de la carrera Ciencias de la Comunicación, ante la necesidad de abordar la inseguridad y la estigmatización social de las clases populares en los medios de comunicación.“El objetivo es el análisis y tratamiento de esta temática en los medios de comunicación”, explicó Cecilia Suárez, integrante del Observatorio.
En la presentación, junto a Torras y Suárez, estuvieron el diputado nacional Leonardo Grosso, coordinador de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional; María José Guembe, de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual; el periodista Horacio Cecchi, de Página/12; Stella Martini, docente de la carrera de Comunicación de la UBA; y Mercedes Calzado, secretaria académica de la Carrera e investigadora.
Herramientas contra la violencia institucional
La Guía está formada en base a las recomendaciones que tienen que ver con una cobertura responsable de los casos de violencia institucional. Identificar los posibles conflictos, indagar sobre las primeras versiones para saber si se está ante un caso de uso legítimo de la fuerza o un caso de violencia institucional y difundir las diferentes versiones del hecho, son algunos de sus pilares principales. La importancia de realizar esfuerzos para contrarrestar el ocultamiento o encubrimiento de la violencia institucional, es otro de los ejes. En tanto que un punto central de la
Guía es el que apunta a dar a la víctima de violencia institucional el lugar de sujeto en la crónica periodística. “Hacer que su versión aparezca”, resalta Torras.
La Guía fue realizada tras varios debates con expertos en la materia que analizaron cómo se manejaba el tema. Al ver cómo se articulaban las noticias, Torras explicó que “quedaba claro que en los medios, en general, la forma de constitución se articula en torno de la versión policial o de las fuerzas de seguridad replicadas por el judicial y desde ahí el periodismo. La idea es que la versión de las víctimas aparezca, que se les de legitimidad”.
Ese fue precisamente uno de los puntos que motivaron la decisión de crear el Observatorio de la facultad. Ver cómo la gran mayoría de las veces “se reproducen las representaciones y estigmatizaciones de los sectores más vulnerados en las coberturas y se repiten las versiones policiales y no hay una investigación de lo que sucedió”, explica Suárez.
Alumnos y docentes también trabajarán desde el Observatorio para vincularse con diferentes organizaciones sociales y barriales y articular desde la comunicación los desafíos que supone investigar, formarse y tratar la violencia institucional.
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