La CTA de los Trabajadores presentó un proyecto de reforma de la Ley de Contrato de Trabajo que amplía el tiempo licencia por maternidad, por nacimiento o adopción y prevé una licencia especial por violencia de género. También contempla mayores licencias para los hombres.
La CTA de los Trabajadores presentó un proyecto de reforma de la Ley de Contrato de Trabajo. La iniciativa amplía el tiempo licencia por maternidad, por nacimiento o adopción, y establece un plazo para acompañar a un familiar enfermo y para otros motivos, como reuniones en la escuela y otras cuestiones vinculadas con la crianza. Convocarán a acompañar la iniciativa con una mesa multisectorial en todo el país. La reforma también incluye una licencia especial por violencia de género, de 30 días, con posibilidad de extenderla por un período similar si es necesario.
Las modificaciones apuntan a fomentar las responsabilidades familiares compartidas, para que los cuidados de hijos, personas enfermas o adultos mayores en los hogares “dejen de ser temas que se resuelven de manera individual –un asunto de las mujeres, históricamente– y pasen a ser parte de las políticas públicas, una responsabilidad social y, también, una tarea de los varones”, detalló al diario Página/12 Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA. La dirigente adelantó que la propuesta cuenta con el respaldo de diputadas y diputados del oficialismo y de organizaciones sociales, académicas y políticas.
Los detalles de la reforma
- Aumenta a 120 días la licencia por maternidad y 30 días más por nacimiento múltiple. Pero aclara que a los 3 años de la vigencia de esta ley se agregan 60 días, que pueden ser elegidos por cualquier integrante de la pareja (parentalidad).
- 15 días por paternidad, incluyendo a los 3 años 15 días más.
- Equipara estas licencias para la adopción, pudiendo decidir qué miembro de la pareja toma la licencia o alternándola.
- Extiende la protección contra el despido cuando nace un hijo para los trabajadores varones.
- Equipara todos los derechos a las parejas del mismo sexo.
- 20 días de licencia para tratamientos de reproducción asistida y también, pero de menos días, para quien la acompañe.
- Ante cualquiera de estas licencias de cuidado se deberá considerar como si el empleado estuviera trabajando a la hora de realizarse aportes para la jubilación. Actualmente en muchos casos no se computa el tiempo de licencia por maternidad.
- Los lugares de trabajo con más de 30 empleados –indistintamente de su sexo– deberán habilitar centros de cuidado infantil para los hijos e hijas de las y los trabajadores. En los casos en que tengan menos empleados, se les deberá pagar una suma que les permita contratar ese servicio por fuera. También deberán contar con salas para lactancia o alimentación en el lugar de trabajo, de modo que no sólo las madres que amamanten puedan usarlas, sino también aquellos papás que tengan que dar mamaderas.
Las licencias por ser una trabajadora víctima de violencia de género, buscarán evitar que quienes sufren esta problemática tengan que justificar las ausencias con certificados de enfermedades o carpetas psiquiátricas, que terminan a veces perjudicándolas porque son utilizadas por el agresor para intentar quitarle la tenencia de los hijos, por ejemplo. Este tipo de licencia ya se aprobó en las paritarias docentes de las provincias de Chubut y Santa Fe y es impulsada desde la Ctera y la CTA en el resto del país.
En la actualidad, hay una gran disparidad de normativas, explicaron desde la Central de trabajadores. Por ejemplo, quienes trabajan en el sector privado gozan de 90 días de licencia por maternidad, pero tienen 100 si ocupan un empleo público nacional. En el empleo público provincial oscilan entre los 90 y los 210 días, según la jurisdicción
Díaz consideró que la reforma es “importante porque reconoce una realidad con la que ya convivimos, que es el cambio en la composición de las familias”. Señaló que es necesario adecuar la Ley de Contrato de Trabajo a leyes como la de Matrimonio Igualitario o Identidad de género. Además, hay gran cantidad de parejas que no conviven, lo que lleva en muchos casos a los papás a encontrarse con la imposibilidad de cuidar a sus hijos/as cuando se enferman, ir a reuniones escolares o acompañarlos en actividades significativas para ellos.