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“El operativo fue un desastre y desorganizado”, dijo el ex policía de la Federal Roberto Juárez al concluir las indagatorias por el asesinato de Alberto Márquez, durante la represión ordenada por el gobierno de Fernando de la Rúa en 2001. Juárez está acusado por el homicidio de Márquez junto a otros ocho ex agentes de Asuntos Internos de la Federal. Son los únicos que en este juicio fueron identificados como los tiradores de los disparos que mataron en este caso a uno de los manifestantes. El miércoles 7 está previsto que declaré Omar Bellante, el último de los 16 ex policías acusados por estos hechos. Convocada para las 9 esa audiencia continuará con la proyección de más de 3 horas de registros audiovisuales de la represión tomados tanto por los canales privados como por el policial.

Con la declaración de Juárez y de otros tres ex policías acusados por intento de homicidio y vejaciones se acerca el final de las indagatorias. El 20 de diciembre, poco después de las 19, Juárez estuvo en el grupo que comandado por el ex comisario Orlando Oliverio -a bordo de dos autos y una camioneta no identificados- se parapetaron sobre la avenida 9 de julio, cerca del Obelisco y dispararon contra los manifestantes.  A Márquez una de esas balas le destrozó el pecho; a su lado estuvo Marta Paladino, la mujer con la que se casó y tuvo dos hijos. En este juicio, después de 12 años, Paladino tendrá oportunidad de declarar como testigo.

Esta mañana Márquez recordó que él llegó al lugar a bordo de Peugeot 504. “Bajé, caminé hacia la trompa y fui hacia adelante dos o tres metros con el arma tomada por la empuñadura”, dijo a la vez que negó haber disparado. “No participé de ningún plan para matar o herir personas”, dijo al comenzar una declaración que no duró más de 10 minutos.

Juárez y los otros 8 ex federales están también acusados por las balas que hirieron a Martín Galli en la cabeza y Paula Simonetti en la columna. En esta etapa del juicio,  ninguno de ellos aceptó responder a las preguntas de las partes, ni de los jueces del Tribunal Oral Federal 6.

El pastor evangélico no quiso hablar

Después fue el turno del ex policía Víctor Manuel Belloni, acusado por los intentos de asesinato de Marcelo Dorado y el motoquero Sergio Sánchez, en las inmediaciones de las avenidas de Mayo y 9 de Julio. A Dorado una bala de plomo calibre 12.70 le alcanzó el tórax, cerca del pulmón, y otras le pegaron sobre el muslo y el cuello. A Sánchez lo desmayó un disparo en la cabeza. En esta oportunidad, Belloni eligió no hablar sobre los hechos. Pero contó que ahora vive en El Dorado, Misiones, donde es pastor evangélico y participa de una ONG que asiste a víctimas de adicciones, abusos y violencia familiar. Como integrante de esa asociación fue denunciado en su provincia por el delito de usurpación.

Por la decisión del ex policía de no declarar,  el juez José Martínez Sobrino dispuso la incorporación por lectura de la versión que dio durante la instrucción de la causa. “Es una película con golpes de efecto” dijo sobre la filmación emitida por Canal 13 el 20 de diciembre, donde se lo ve disparando su escopeta. “La verdad no se reemplaza con panfletos”, dijo entonces. Y calificó al registro documental como un “collage”. Cuando presentaron el caso para este juicio los fiscales Patricio Evers y Luis Comparatore consideraron que tenían suficientes pruebas para suponer que ese ataque fue “pretendidamente mortal” y las balas dieron contra Dorado y Sánchez.

El ex principal Carlos Loforte y el entonces subcomisario Jorge Daniel Toma también fueron de la partida. El 20 de diciembre ambos prestaban servicio en la comisaría quinta, en la zona de las calles Corrientes y Callao en la capital federal. Como muchos de sus colegas de armas eligieron no declarar. Entonces el presidente del tribunal dispuso la incorporación por lectura de sus dichos durante la instrucción. Acusados por el delito de vejaciones contra los manifestantes ambos reconocieron que la tarde del 20, poco después de la 1, detuvieron a varias personas en los alrededores del Congreso Nacional. Hablaron de destrozos en bancos y roturas de vidrieras como justificación de su violento accionar.

Durante la próxima audiencia el ex subcomisario Omar Bellante tendrá oportunidad de prestar declaración indagatoria por encubrir y para la querella también por integrar el grupo de policías que parapetados en el HSBC dispararon contra los manifestantes. Esa tarde, cerca de las 16.30, Gustavo Benedetto quedó en línea de tiro. A pocas cuadras de la Casa de Gobierno,  una bala le destrozó la cabeza. En la acusación, los fiscales Patricio Evers y Luis Comparatore hablaron de “pelotón de fusilamiento” e imputaron a Bellante por encubrimiento agravado.