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Dos vigiladores privados que trabajaban en la sede de HSBC donde el 20 de diciembre de 2001 se desató una balacera contra los manifestantes declararon hoy como testigos en el juicio por la represión que marcó el fin del gobierno de Fernando de la Rúa. Casi trece años después, recibieron la notificación del Tribunal Oral en lo Federal 6 (TOF6) para que cuenten lo que sucedió dentro del banco el día que Gustavo Benedetto quedó en la línea de tiro y terminó desangrándose sobre el asfalto, a metros de la sucursal.

Gustavo tenía 23 años. Esa tarde, poco antes de las cuatro y media, una bala le perforó la cabeza. La semana pasada, un grupo de testigos contó en el juicio que lo vieron correr unos metros, después cayó. Cuando la ambulancia se lo llevó había perdido mucha sangre. Estaba solo. Su familia supo después que esa mañana encontró saqueado el supermercado donde trabajaba como repositor y supo que pasaba a engrosar la cantidad de desocupados. Enojado decidió marchar hacia la Plaza de Mayo, sumarse a los que manifestaban su descontento con las políticas de hambre y pedían "que se vayan todos".

En el juicio no hay imputados por su homicidio, pero el ex subcomisario Omar Bellante deberá responder por el encubrimiento a los tiradores. En el requerimiento de elevación a juicio los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers hablaron de “pelotón de fusilamiento”. Y consideraron que tenían suficientes elementos para procesar a Bellante por el intento de borrar las pruebas de la masacre. 

Ese día el ex policía entró al banco con un grupo de agentes, unos quince según los testigos, que estaban a su cargo. En los videos registrados por las cámaras de seguridad, y exhibidos hoy en el debate, se ve los ve apuntar con sus armas de puño hacia la vidriera del banco, sobre la calle Chacabuco. Esta mañana, Rodrigo Mellea, uno de los empleados de Catexis S.R.L., la empresa de vigilancia que trabajaba para el banco, recordó que eran “varios” y que si bien no los vio disparar, escuchó la balacera y después vio a “los policías de camisa blanca levantar los casquillos”.

Lluvia de disparos

El otro testigo Alejandro Lentini también trabajó para Catexis S.R.L. En aquel momento tenía 19 años y después de la sangrienta represión solo estuvo un año más en la empresa. Declaró por primera vez en octubre de 2002. Entonces dijo que ese día escuchó una “lluvia de disparos”. Pasado trece años, solo dijo recordar que fueron 4 ó 5, aunque después aclaró que su memoria puede fallar y  seguramente sucedió como lo contó la primera vez.

El miércoles pasado, ante el TOF6, declaró el encargado de turno que trabajaba entonces y continúa trabajando para la empresa de vigilancia, José Krisaywski. Hoy se esperaba que lo hiciera Antonio Curia, entonces encargado de la seguridad del consorcio del edificio que podría dar datos sobre las circunstancias del ingreso de unos quince o veinte policías de la Federal a la sucursal bancaria; pero el juzgado aún no logró ubicarlo para hacerle llegar la notificación.

La estrategia de la defensa parece enfocada en señalar que además de los policías había otras personas armadas en el edificio. Entre ellos el teniente coronel retirado Jorge Varando, un ex militar investigado por la desaparición de dos jóvenes en el copamiento del regimiento de La Tablada. Hasta ahora ninguno de los empleados de Catexis lo identificó en los videos de las cámaras de seguridad del banco, pero algunos lo señalaron como el entonces jefe de seguridad del HSBC. 

La defensora de Bellante, la abogada Valeria Corbacho, hoy le pidió el tribunal que proyectara las  imágenes tomadas por una cámara de seguridad donde se observa a dos policías y a un hombre de traje oscuro apuntando hacia la calle, con armas de puño. Lentini no logró reconocerlos, pero Corbacho señaló a Infojus Noticias que se trataría de Varando.

En el debate, que se realiza los miércoles y viernes en los tribunales de Comodoro Py son 16 los ex policías federales imputados por la represión y un único funcionario de la Alianza: el ex secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov. Por este juicio que empezó en el mes de febrero se espera que pasen más de 600 testigos; hasta ahora solo lo han hecho poco más de 60.