Después de la detención del comisario inspector Gustavo Pereyra, ayer siguieron los operativos para desmantelar una banda de narcotraficantes en Rosario. Y empezó a instalarse una pregunta: ¿La justicia provincial debe investigar o debe intervenir la justicia federal?
Siguen las detenciones y los allanamientos en Rosario en la investigación por narcotráfico que involucra a la banda de Los Monos. El miércoles detuvieron al comisario inspector Gustavo Pereyra, que estaba a cargo de la brigada operativa de la Secretaría de Delitos Complejos. Y ayer siguieron los operativos.
El fiscal de Cámara, Guillermo Camporini, adelantó a Infojus Noticias que el juez federal Marcelo Bailaque acaba de rechazar el pedido de nulidad que presentó el fiscal federal Juan Murray. “La discusión –explicó Camporini- era que el fiscal Murray objetaba la decisión del juez provincial Juan Carlos Vienna al haber autorizado el secuestro de droga en los allanamientos porque entendía que se excedía en su competencia” Sin embargo, la justicia federal de primera instancia rechazó el pedido de Murray. El narcotráfico, como delito federal, no podría ser investigado por las autoridades judiciales de la provincia.
“El planteo de Murray estaba desvirtuado – afirmó Camporini- porque el juez ordenó que si daba positivo el análisis de la droga se tenía que dar comunicación inmediata a la justicia federal. Es decir, no había intención de arrojarse facultades que no le corresponden. Las operaciones buscan elementos que se vinculen al homicidio que se está investigando: armas, teléfonos celulares, vehículos que usaron para desplazarse o elementos de excesivo valor económico que pudieran demostrar la asociación ilícita”.
Ayer por la tarde, en un allanamiento ordenado por el juez Vienna, se encontró una fábrica de puertas blindadas que servirían para proteger los bunkers de drogas. Un pequeño taller metalúrgico que pertenecería a la banda de Los Monos. Los efectivos encontraron chapones, tirantes, máquinas soldadoras y máscaras para soldar. Los investigadores llegaron al lugar a través de información que salió a luz en las escuchas telefónicas que ya llevan 9 meses en curso y donde aparecen los nombres de los protagonistas y la logística de la red. Las mismas escuchas que implicaron a Pereyra y el Sargento Juan Maciel, también detenido.
A la noche, el juez de instrucción, Carlos Vienna dirigió los registros de tres casas donde esperaban encontrarse con gente vinculada a la guerra narco. Las investigación aseguraban que en una de ellas se encontraba Máximo Ariel Cantero, uno de los líderes de la banda de Los Monos y hermano de Claudio “Pájaro” Cantero, asesinado la madrugada del 26 de mayo. Pero cuando llegaron los efectivos sólo había platos de comida caliente, televisores encendidos y vasos con bebida. Habían visto la llegada de la policía a través del sistema de videocámaras que instalaron en la casa. La policía logró secuestrar un flamante Volkswagen Bora gris, una camioneta Toyota Hilux, un cuatriciclo y una moto Honda CBR 600 roja.
El miércoles a la noche fue detenido el comisario inspector Gustavo Pereyra. Jefe de la brigada operativa de la Secretaría de Delitos Complejos. Acusado de dar información a la banda de Los Monos y fue indagado hoy por el juez Vienna. Fuentes judiciales contaron a Infojus Noticias que Pereyra se limitó a negar todas las acusaciones en su contra, no respondió preguntas y quedará detenido. A la imputación de “asociación ilícita” se suma al de cohecho (es decir que está sospechado de haber recibido coimas) y tráfico de influencias. La misma fuente adelantó que por el momento no habrá nuevos operativos.
La situación de la secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione, es complicada. Tiene dos detenidos en una brigada de cinco efectivos. Al sargento Maciel se le imputa solo el delito de “asociación ilicitica”. La fuente judicial informó que no el juez Vienna no tiene previsto, por el momento, citar a la secretaria a declarar.
El fiscal Camporini explicó que los agentes todavía no están procesados en la causa, “hay escuchas telefónica donde surge que esas personas habrían suministrado datos de las operaciones policiales a estas personas para ayudarlos a evadir la Justicia”, pero todavía quedan pasos procesales para su procesamiento.
El cambio de la cúpula
En el medio de la investigación judicial el ministerio de Seguridad de la provincia decidió mover algunas piezas. El comisario Raúl Ardiles que hasta hoy cumplía una doble función: jefe de la policía de Rosario y segundo de la provincia, hoy dejó su cargo en Rosario y quedó solo en su cargo como subjefe de Omar Odriozola. Mientras que Luis Bruschi, quien venía acompañando a Ardiles en la Unidad Regional II quedará a cargo de la zona Rosario.
Fuentes de ese ministerio explicaron a Infojus Noticias que se terminó “el período de transición. Ardiles no podía seguir cumpliendo dos cargos simultáneos. No hay ningún desplazamiento, esto no es consecuencia de los policías sospechados –enfatizó la fuente – no es una decisión coyuntural sino que se venía preparando hace un tiempo”. Hoy a las 11 de la mañana se presentó la nueva conformación en la Jefatura Regional. “Creemos que Bruschi es la persona indicada para conducir la policía rosarina”. Su segundo será José Luis Amaya, quien se desempeñaba como habilitado de la Unidad Regional.