El primero fue jefe de la Policía Bonaerense y hoy dirige una agencia de seguridad. El segundo, es uno de los más reconocidos forenses del país. Son los peritos que representarán a la jueza de San Isidro y ex esposa del fiscal Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado. Una de las primeras medidas que tomarán es poner la lupa en la autopsia y en el peritaje balístico.
El ex jefe de la Policía Bonaerense, Daniel Salcedo, y el reconocido forense Osvaldo Raffo serán los peritos que representarán a la jueza de San Isidro y ex esposa del fiscal Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, en las pericias de la causa que investiga la muerte del titular de la UFI AMIA. Ambos ya tomaron contacto con el expediente. Y sus extensas trayectorias permiten suponer que por parte de la querella hay dudas sobre los resultados que hasta el momento arrojaron las pericias. La autopsia y el peritaje balístico son dos de los elementos en los que Raffo y Salcedo tendrán que posar la mirada.
La gestión de Salcedo al frente de la Bonaerense estuvo signada por lo que algunos llaman la “contrarreforma”. Así lo explicó el periodista de Policiales Ricardo Ragendorfer: “Si entendemos como ‘reforma’ a la gestión del ministro León Arslanian al frente del Ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, a la llegada de Carlos Stornelli podríamos llamarla ‘contrarreforma’. En ese contexto, Salcedo fue uno de los primeros operadores”.
Actualmente Salcedo es el director de Kustos SA, fundada en agosto de 2014. Se presenta con el lema “Seguridad en todos los sentidos” y se dedica al asesoramiento, capacitación y representación en seguridad integral. También vende y alquila equipamiento para sistemas de seguridad.
Además, Salcedo es, hace más de cuatro años, director del Instituto Criminalística Argentino (IUCA) y docente en el Instituto Universitario de la Policía Federal (IUPFA).
Su llegada al máximo cargo de una de las fuerzas de seguridad más cuestionada fue tomada por sorpresa, sobre todo porque Salcedo venía de la línea de la Policía Científica. Su gestión al frente de la Superintendencia de Policía Científica en Función Judicial le valió la confianza del ministro Stornelli para encarar nuevos cambios. Ragendorfer consideró que Salcedo fue una especie de “alfil” para restañar la relación del ministerio con el “comisariato”. “Fue central su participación para que Stornelli aboliera el escalafón único que suponía que alguien que ingresaba como agente a la fuerza podía llegar a ser comisario general o incluso jefe de la Bonaerense. Después de esta contrarreforma se volvió a la zanja que divide a los sub oficiales de la oficialidad”.
Su alejamiento de la fuerza empezó a discutirse después de que oficiales de la Bonarense aparecieran relacionados con el secuestro del empresario Leonardo Bergara a principio de 2009 y se concretó después del asesinato de un policía de 61 durante un asalto en San Isidro. En su reemplazo asumió Juan Carlos Paggi quien hasta entonces era el segundo de Salcedo.
El hombre de las 20 mil autopsias
Raffo es considerado el decano de los forenses argentino. Reconocido por haber actuado en casos resonantes como el de Robledo Puch tiene una extensa actividad académica y tanto sus libros y como sus trabajos publicados son de consulta permanente por el mundo forense.
“Es una leyenda para nosotros”, contó a Infojus Noticias el licenciado en Criminalística que se desempeña como técnico forense en el Poder Judicial bonaerense, Gastón Intelisano. Y se animó a arriesgar que con 20 mil autopsias debe ser el hombre que con mayor experiencia en el tema. “Es de esa clase de profesionales que deja una marca”, explicó en referencia a que a pesar de ser una eminencia siempre es “sumamente accesible con sus colegas”.
En el mismo sentido lo definió la perfiladora criminal María Laura Quiñones Urquiza, que destacó la humildad y generosidad de Raffo con sus colegas. “Cuando fui a dar una conferencia 2009 en la Universidad de Salamanca se me acercaron dos médicos forenses muy importantes de España y lo primero que me dijeron fue que trabajaban con libros de Raffo y preguntaban sobre él”, contó y reforzó: “La gente no tienen conciencia de la magnitud del maestro Raffo en el mundo en lo que es medicina legal”.
En 1971 le tocó ser el perito que realizó el informe criminológico sobre la imputabilidad de Carlos Robledo Puch a quien definió como un “antisocial por temperamento” y cada vez que en la justicia se trató el tema de la posible excarcelación del asesino serial, Raffo siempre se opuso.
Durante 13 años, incluso antes de recibirse en como médico en la Universidad Nacional de Buenos Aires, realizó guardias en hospitales públicos y tiene más de 20 años de carrera académica con decenas de conferencias en el mundo.