Ella falleció en la madrugada del último día del año. Su pareja se presentó en la comisaría y dijo que las heridas que le causaron la muerte se produjeron en un intento de robo en su vivienda.
La noche del lunes 30 Sandra Liliana Sovera fue trasladada de urgencia al hospital San Felipe de San Nicolás. La mujer se desangraba tras haber recibido -según el relato de su esposo, Sergio López, de 46 años- un cuchillazo durante un robo en la vivienda que compartían. Los médicos intentaron salvarla pero falleció durante la madrugada del último día del año. Ahora su marido está detenido acusado de “femicidio”. El fiscal Darío Giagnorio, a cargo de la causa, ya lo indagó y espera los resultados de una pericia anatomopatológica.
En la comisaría donde se presentó espontáneamente, López relató que dos hombres armados los habían abordado cuando él y su mujer estaban en la puerta de la casa, sobre la calle Brasil, en el barrio 25 de Mayo. “Dijo que uno se había quedado con la mujer en la puerta y que el otro había ingresado con él a la vivienda para buscar plata. Según su versión, en un descuido de los ladrones, tomó la cuchilla –de casi 30 centímetros de largo- y el asaltante disparó sin que le salieran tiros. Entonces el cómplice arrojó a la mujer sobre él y ella cayó sobre la cuchilla”, contó a Infojus Noticias el fiscal, que ya imputó e indagó al marido de la víctima.
El hombre mantuvo la misma declaración ante la Justicia. También dijo que el cuchillo le entró a su esposa por el torso, a la altura del hígado, y le salió por la espalda. Tanto los médicos del hospital como el profesional que realizó la autopsia al cuerpo de Sovera hablaron de la existencia de dos heridas: una frontal y otra y otra por detrás. Si el estudio anatomopatológico confirma que se trata de dos (y no de una que entró y salió, como afirmó López), su situación sería aún más comprometida.
Tras el supuesto ataque, López corrió una cuadra hasta el dispensario del barrio. Allí pidió la ambulancia para que trasladara a su mujer al hospital. La mujer fue acompañada de una amiga. López las siguió en su ciclomotor. Una vez que ella fue atendida en el hospital San Felipe, él fue hasta la comisaría del barrio y dio su relato de los hechos.
Cuando los efectivos de la comisaría fueron hasta la vivienda, encontraron la cuchilla ensangrentada, junto con restos de cocaína y marihuana. En el lugar, los policías también recabaron testimonios que indicaban que López tenía antecedentes penales, vendía droga y hacía algunos meses había sido liberado tras permanecer un año preso por robo. Esos testimonios, sumados al relato inconsistente de López y al resultado de la autopsia, terminaron por decidir su detención, bajo la acusación de haber matado intencionalmente a su esposa. “Comenzó como una investigación por homicidio en ocasión de robo y derivó en la causa por femicidio”, agregó el fiscal. Y aclaró que no se registraban denuncias por violencia doméstica.
Sovera y López llevaban seis meses de convivencia y tres de novios. Algunos testimonios señalaron que ella tenía un problema de adicción a las drogas. Era madre de seis hijos y una de sus nenas había fallecido recientemente. Pocos días antes del crimen, había concurrido al hospital tras sufrir un aborto espontáneo.