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Con el clásico pañuelo triangular por encima del cuello de la camisa como parte de su uniforme, una joven pinta con una nena en un atril en el hall del Colegio Nacional de Buenos Aires. La chica es scout y participó del “II Encuentro Nacional de Familias LGTB con hijos e hijas” que se hizo este año.  No pertenece a ninguna de las asociaciones clásicas de scouts, forma parte de una agrupación distinta: Scouts Pluralistas. La tolerancia, la libertad, la igualdad y el respeto por los derechos humanos son los valores que los empujan. El rechazo del racismo y cualquier forma de discriminación ya sea étnica, social, religiosa, ideológica, sexual, cultural o de género también son la base de su propuesta.

“Siempre listos” para colaborar con la comunidad, organizan campamentos y actividades recreativas pero también ayudaron, por ejemplo, con donaciones y asistencia en las últimas inundaciones. Sin embargo, la cuota distintiva de los Scouts Pluralistas es que no le escapan a participar de las movilizaciones populares y se animan a levantar “banderas políticas”. Estuvieron en la Plaza de Mayo el 24 de marzo, Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia; y también recorrieron las calles con las multitudes el último 3 de junio al grito de #NiUnaMenos. Además, acompañan los reclamos y las marchas de las comunidades originarias. El recorrido de movilizaciones lo empezaron participando del Día del Orgullo con la organización 100% Diversidad y Derechos. Es por eso que estuvieron del Encuentro de Familias organizado por la ONG hace poco, donde también les dieron un reconocimiento por su actividad.

Teo González Muñiz es chileno y uno de los referentes de la agrupación Scouts Pluralistas en Argentina. Infojus Noticias habló con él sobre los orígenes de este movimiento y las formas de resistencia en un ámbito donde los valores religiosos dominan y la diversidad sexual es mirada de reojo.

-¿Cómo surge Scouts Pluralistas?

-Nacimos hace dos años como iniciativa de muchas personas que habían sido scouts en distintos puntos del país. La idea era generar una propuesta del movimiento scout distinta, más abierta e inclusiva, que no tuviera miedo de levantar banderas políticas. Esto no tiene nada que ver con ser partidista. Se trata de participar sin vergüenza de las marchas como la del 24 de marzo, la del Día del Orgullo, las de los pueblos originarios. Responder a una realidad comunitaria de revolución que se estaba dando en muchos frentes.

-100% Diversidad y Derechos les dio un reconocimiento en el último Encuentro. ¿Cómo es el vínculo con ellos?

-100% es una de las primeras organizaciones con las que nos relacionamos. Una de las primeras cosas que hicimos fue ir a una marcha el Orgullo. Los conocimos y tuvimos un feeling inmediato. Hicimos distintas actividades apoyándolos a ellos y ellos también se sumaron a las nuestras. Cuando ellos movilizan, lo hacen con las familias y a veces hay chicos con sus carritos de bebés. Entonces, nuestro rol es acompañarlos y que se sientan seguros. Y también, de paso, marchamos nosotros. Es nuestra forma de participar.

-¿Cuál es la relación con el movimiento scout de Argentina en general?

-El camino de estos dos años ha sido difícil. Hay bastante resistencia. Una gran parte del escultismo de la Argentina tiene un componente religioso importante. A nosotros nos parece que no está bien. No nos sentimos identificados con eso. La espiritualidad del movimiento es algo mucho más amplio que tiene que ver con la esencia, no solo con el credo. Y en ese sentido también tiene vínculo con la filosofía. Para nosotros nadie tiene que ser segregado del movimiento. Tuvimos grandes debates con este tema. Pero la idea es tener un enfoque más amplio. Nuestro proyecto educativo tiene ese objetivo que es muy claro: somos abiertos a todo el mundo porque el movimiento scout tal como lo planteó Robert Baden Powell era para todos. No nos parece que esté bien cuando alguien viene y te señala con el dedo. Trabajar esto con los chicos es muy rico porque los hace saber compartir a todos por igual, romper ciertas barreras sociales que ya estamos rompiendo como nación, como patria. Es muy bonito e importante.

-En Estados Unidos hubo una fuerte discusión pública sobre la inclusión de diversidades sexuales entre los guías scouts. En Argentina, ¿se da este debate?

-En Estados Unidos fue una gran lucha y terminaron aceptando la inclusión por la gran presión pública. Acá no está prohibido pero rehúyen a discutir el tema.

-¿Qué evaluación hacen de su participación en el II Encuentro Nacional de Familias LGTB con hijos e hijas?

-Fuimos al evento con chicos porque queremos que rompan patrones culturales y prejuicios. Lo que vimos fue amor. Y el amor es lo más importante que hay. Nos dieron un reconocimiento por aporte a la diversidad, a la defensa de los derechos, al trabajo con la igualdad. Y estamos muy agradecidos.

-¿Cómo funcionan hoy en día?

-Tenemos dos grupos activos funcionando. Un grupo que nació en Burzaco y otro en Valle Hermoso, en Córdoba. Y algunas iniciativas en otros puntos del país que están apuntalando los adultos para armar los grupos de scouts. El primer Encuentro Nacional de Familias LGTB, en 2013, nos dio la posibilidad de crecer en otras provincias y este más que el anterior. Los más activos son el grupo de Carapachay y el Grupo Scout Pewma Kiñewn, que significa “soñar juntos” en mapuche. Ese nombre lo eligieron los chicos.

MFA/RA