En San Martín, a partir de las 9 de la mañana, comenzarán los alegatos de la Fiscalía y la defensa en el caso que se juzga a Guillermo Barros por el crimen de su ex cuñado, Gabriel Armella. Al cierre de la jornada, los 12 jurados deberán decidir si es culpable o inocente.
Después de dos jornadas de juicio oral y público, se realizará hoy la última audiencia del primer juicio por jurados de la provincia de Buenos Aires. La fiscalía y la defensa realizarán sus alegatos para que después los 12 elegidos como jurados pasen a deliberar para decidir si Guillermo Barros es inocente o culpable de haber asesinado a Gabriel Armella. La sesión comenzará a las 9 en los tribunales de San Martín.
Ayer, la fiscal María Armetta intentó a través de la declaración de un grupo de peritos derrumbar la hipótesis de la defensa, que desde antes del debate sostiene que el hecho se produjo en legítima defensa y que el tiro de la escopeta que Armella empuñaba se disparó en el medio de un forcejeo con Barros.
Sobre el final de la jornada, el imputado pidió la palabra y reforzó esta teoría con sus palabras: negó haber sido el autor del disparo. La defensora de Barros, Verónica Jollife le anunció al juez que modera el debate, Francisco Pont Vergés, que su defendido quería declarar. El juez le explicó a Barros –y al jurado– que esa declaración era “un acto de defensa y que mentir no suponía una presunción en su contra”.
Gabriel Armella y Claudia Barros, la hermana del acusado, tenían tres hijas y estaban separados desde hacía dos meses. De acuerdo a lo que se supo de la investigación preliminar, la víctima había sido denunciada varias veces por la mujer por violencia de género.
Según la declaración Guillermo Barros, conoció a Gabriel Armella mucho antes de que se pusiera de novio con su hermana. “Siempre andaba armado, andaba en la delincuencia y en la droga”, dijo sobre la víctima. Esa noche, un hermano fue a avisarle –vive a la vuelta de la casa de su madre– lo que había pasado porque “era el único que lo calmaba”. Ya estaba ahí cuando volvió Armella gritando que quería a las niñas.
“Cuando veo que viene por la vereda, me le cruzo porque siempre tenía la costumbre de entrar a la casa de mi madre. Me dijo ‘para vos también hay’, y me quiso pegar con la recortada que tenía en la mano. Ahí se resbala y yo me arrodillo y forcejeamos. Cuando le pego el estirón se disparó. Solté el arma porque me aturdí y salí corriendo”, relató. Después teatralizó el forcejeo con el custodio del Tribunal.
Al cierre de la jornada de hoy por primera vez en la historia judicial de la Provincia de Buenos Aires un hombre será libre o irá a la cárcel por decisión de un jurado popular que siguió de cerca cada uno de los argumentos que fueron armando el rompecabezas del hecho. Si encuentran a Barros culpable, será el juez Pont Vergés, luego de oír a la defensa y a la fiscalía, quien fije el monto de la pena. Si lo encuentran inocente, la fiscalía puede apelar. Excepto que tenga la presunción de que lo hayan decidido por temor o por soborno. En ese caso, de comprobarse, debería hacerse un nuevo juicio.
JC