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Iván Fontán (27) el joven condenado por provocar la muerte de Miguel "Keko" Ramírez al arrojar una bengala durante un recital de La Renga se entregó en la Dirección Departamental de Investigaciones de Bahía Blanca. Según confirmó su abogado Gustavo Avellaneda, la condena tomó por sorpresa a Fontán que "se tomó un tiempo" para arreglar sus cuestiones personales antes de afrontar la condena de 9 años por homicidio simple con dolo eventual.

Fontán había llegado en libertad al juicio oral y ayer decidió no estar presente en la lectura del veredicto. Una vez condenado los jueces Silvia Hoerr, Liliana Torrisi, y Claudio Bernard ordenaron su detención. Sin embargo, cuando efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Bahía Blanca lo fueron a buscar a su domicilio de la localidad de Ingeniero White, no lo encontraron.

El abogado Gustavo Avellaneda, defensor de Forlán, dijo ayer a Télam que el joven "tuvo contacto con su familia y dijo que está bien". "Creemos que en las próximas horas se va a presentar ante la Justicia", sostuvo el letrado. Durante la mañana, la madre de Fontán le había dicho al abogado que ayer el joven "había salido a caminar y después no apareció", lo cual les había causado "preocupación", ya que "tuvo una conducta impecable en estos cuatro años", es decir, siempre estuvo a disposición de los jueces.

De todas formas, el abogado Avellaneda presentó ayer mismo un habeas corpus ante la Cámara de Apelaciones en lo Penal de La Plata para intentar evitar la detención del condenado, pero todavía no fue resuelto, aseguró Avellaneda. "Me parece que esta es una condena mediática para un caso mediático que satisface la labor periodí­stica y no la labor judicial. Una condena de nueve años no se condice con lo que pasó", expresó Avellaneda.

Además, el abogado manifestó que la familia de Fontán recibió la condena "con una desazón absoluta" y dijo que ellos "estuvieron en las audiencias y saben cómo fueron las presentaciones de pruebas". "El fallo nos dejó anonadados", remarcó acerca de la decisión de los jueces.

El hecho que se juzgó se registró el 30 de abril de 2011, cerca de las 22.30, en el autódromo platense Roberto Mouras, donde un joven encendió un dispositivo de tipo bengala que se dirigió al nutrido grupo de personas que se encontraba dispuesto a escuchar al grupo de rock La Renga.

De acuerdo al informe forense, el proyectil impactó "en la zona cervical y le fracturó el maxilar inferior derecho y la primera costilla" a Ramí­rez (32), lo que le ocasionó la muerte una semana después en el hospital de Melchor Romero.

El acusado estuvo preso tras el hecho, pero la Cámara de Apelaciones y Garantí­as de La Plata lo liberó por falta de mérito al valorar que no habí­a pruebas suficientes para acreditar la autorí­a, por lo que llegó al juicio oral en libertad.
Durante el juicio, Fontán admitió que él arrojó la bengala, pero que no estaba seguro de que ese proyectil hubiera impactado en un espectador, ya que en ese momento también se lanzaron otros artefactos pirotécnicos. También relató que la bengala que había llevado con sus amigos era de tipo "náutica" y que si bien no había cacheo en el recital, para evitar la revisión de los guardias de seguridad la había ocultado en su antebrazo.

Fontán dijo que ese día no se enteró que había habido un herido y regresó a Ingeniero White, pero cuando tomó conocimiento quiso contactarse con los familiares de la víctima para hacerse cargo. En los alegatos del juicio, la fiscalía había pedido 20 años de prisión para el ahora condenado, mientras que la defensa había reclamado la absolución porque no se pudo probar que la bengala que mató a Ramírez fue la que prendió su cliente.