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La investigación criminal sobre el crimen de Nicole Sessarego Bórquez, la joven chilena que fue asesinada a sangre fría en una madrugada de julio de 2014, estaba casi lista para ser elevada a juicio oral, pero quedó detenida por un contrapunto entre la familia de la víctima y el juez que instruyó el expediente, Martín Zelaya. El punto de central de la discordia tiene que ver con las pericias informáticas sobre la computadora de Lucas Azcona, detenido en el pabellón neuropsiquiátrico de la cárcel federal de Ezeiza por ser el presunto autor material de las once puñaladas que mataron a Nicole.

Al procesarlo, Zelaya consideró como un agravante que la había matado “por odio de género en su condición de mujer y mediando violencia de género”, y que lo había hecho además “por placer y aprovechándose del estado de indefensión de la víctima”. Si se eleva a juicio, sería el primer caso que contaría con el agravante de “odio de género”.

Sin embargo, la familia de la víctima había pedido a través de sus abogados en Argentina –Julio Cisterna y Patricia Anzoátegui- que se peritara la computadora de Azcona para saber si habían tenido contacto a través de las redes sociales antes de aquél 15 de julio de 2014. El punto no es menor para la situación procesal de Azcona. “Queremos descartar o confirmar si hubo un contacto previo entre Nicole y Azcona. Porque si lo hubo, le correspondería el agravante de femicidio. Para configurarse el delito requiere de un contacto previo, aunque sea mínimo o tangencial”, explicó el abogado Julio Cisterna a Infojus Noticias.

Zelaya se opuso al pedido de la familia y pidió la elevación de la causa a juicio oral. “Envió el pedido de elevación a juicio durante la feria, cuando estábamos de vacaciones, pero nunca nos avisó que iba a seguir trabajando”, asegura Cisterna. Junto a su colega Patricia Anzoátegui, apelaron ante la Cámara de Apelaciones, que esta semana –con la firma de los jueces Ricardo Pinto y Mauro Divito- confirmó la negativa del juez de primera instancia. “Consideramos que la decisión del magistrado de la instancia anterior resulta fundada en derecho y ajustada a las constancias de la causa, por lo que corresponde confirmarla”, subrayó el fallo de la Cámara.

Ahora, Cisterna y Anzoátegui volvieron a apelar, esta vez ante la Cámara de Casación Penal. Aún no hay fecha de audiencia, que será oral y también escrita. “El juez está empecinado en no proveer la pericia informática de la máquina de Nicole y de Azcona”, afirmó Cisterna. La computadora de Nicole ya había sido peritada, pero sin el control de las partes, según afirmó ante esta agencia el abogado querellante. “Se hizo sin seguir el protocolo y no se nos avisó a nosotros, a pesar de que ya teníamos designado un perito informático en el expediente”, se quejó Cisterna. Por eso, pidieron la nulidad de esa pericia. También pidieron pericias sobre los teléfonos. 

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