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Picanas, manoplas, gas pimienta, cuchillas, facas, nunchakus, palos extensibles y réplicas de armas de fuego. Todos esos elementos, que se vendían ilegalmente, fueron secuestrados hoy por la fiscal porteña Andrea Scanga durante un operativo que se realizó en la zona conocida como “la Recova de Once”, sobre la avenida Pueyrredón, frente a Plaza Miserere. Se detuvo a dos personas.

El operativo se realizó después de una investigación que demandó 15 días y que incluyó tareas de seguimiento que fueron llevadas adelante por la Division Investigaciones Delictivas de la Policía Metropolitana. Tomando los datos recogidos durante dos semanas se ordenaron los allanamientos de un galpón, ubicado en Hipólito Yrigoyen, y un estacionamiento, en Perón, ambos en cercanías de la Recova de Once. Allí se encontró la mercadería.

“Muchos de estos elementos que logramos secuestrar, como las picanas y el gas pimienta, son considerados por ley armas de uso civil que solo pueden ser comercializados en armerías. De esta manera, evitamos que se atente contra la seguridad de las personas y que desde nuestro lugar como representantes de la sociedad realicemos investigaciones para prevenir la comisión de delitos, porque estos peligrosos elementos en manos irresponsables pueden producir grandes daños”, afirmó la fiscal Scanga.

Además, desde la Fiscalía en lo Penal Contravencional y de Faltas N° 13 indicaron que están trabajando para identificar a quienes están detrás del negocio.

El decreto 395/75 sobre “Armas y municiones de uso civil” establece en su artículo 5 que se considera armas a los “agresivos químicos contenidos en rociadores, espolvoreadores, gasificadores o análogos” que producen efectos pasajeros en el organismo humano, sin llegar a provocar la pérdida del conocimiento.

Además, detalla que dentro de esa calificación se encuentran las “armas electrónicas” que tienen efectos pasajeros sin provocar la pérdida del conocimiento.