Ayer le dió la noticia a Estela de Carlotto de que habían encontrado a su nieto Guido. En plena dictadura restituyó a dos bebés apropiados. "Era lo que correspondía que hicera", dijo. Después le siguieron 12 casos más. Esposa de un militar, en los '90 su nombre giró en los medios por el Yomagate y la censura a Tato Bores, que le costó el mote de "Buruburubudía".
Los dos primeros nietos que restituyó la jueza federal María Romilda Servini de Cubría eran bebes. Fue en 1976 y 1977. Durante la dictadura cívico-militar ella era jueza de menores. Los bebés aparecieron con cartelitos con sus nombres. Ella encontró a los abuelos a través de solicitadas en los diarios. Uno de esos niños era Emiliano Hueravillo, integrante de HIJOS de La Plata: la abuela se lo llevaba a la magistrada todos los años hasta su despacho. Después, le tocaría restituir a una lista de 12 casos más de hijos de desaparecidos que dejaron de ser NN en los expedientes que pasaron por sus manos y recuperaron su verdadera identidad. En el Juzgado Federal N°1 de la Capital Federal, donde Servini de Cubría es titular hace 24 años, se acuerdan de cada uno de los 14 casos. Quizás, el de ayer será el más recordado. El último nieto que restituyó es un hombre de 36 años: el nieto que buscaba la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.
Ayer, Estela Barnes de Carlotto se enteró en el despacho de Servini de Cubría, que después de 36 años por primera vez podría abrazar a su nieto Guido, el hijo que Laura, su hija, tuvo en junio de 1978 cuando estuvo secuestrada. “Encontramos a tu nieto”, le dijo la magistrada. En realidad el joven hace un tiempo se presentó espontáneamente en la sede de Abuelas en Capital e inició el camino de su propia búsqueda que lo llevó a realizarse el estudio de ADN que confirmó que es hijo biológico de Laura Carlotto y Walmir Oscar Montoya y nieto de Estela.
La jueza, que también es abuela, recibió a Estela en su despacho del Palacio de Tribunales. Como en otras oportunidades, la jueza citó a la presidenta de Abuelas la para ser informarla sobre el estado de las causas en las que se buscan a los nietos o para confirmar que el ADN de un joven se corresponde con los familiares de desaparecidos durante la última dictadura. Ayudada por su bastón fue hasta la oficina de la planta baja del edificio frente a Plaza Lavalle. Estaba sola. Servini de Cubría la estaba esperando con su secretario para causas de derechos humanos y representantes del Banco Nacional de Datos Genéticos(BNDG). La jueza no suele dar estos anuncios allí, donde es titular del Juzgado Federal con competencia electoral. Los legajos donde tramitan las búsquedas de nietos se acumulan en su oficina de Comodoro Py. El de Guido Carlotto está desde 1998. Es la causa N° 10.409/1998 (exp. Interno N° A-1386) caratulada como “N.N. s/ privación ilegal de libertad”. La querellante es la propia Estela. “Ahora sabemos que por esta causa hay otras víctimas, que son los familiares del padre, de Walmir Montoya”, dijeron desde Comoro Py 2002.
Guido se hizo el examen de ADN en julio de manera espontánea. El Banco dio aviso al Juzgado ayer por la mañana, antes que a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI). Servini le pidió a Estela que fuera hasta su oficina. "Le dije: Estela, hemos encontrado un nieto más y cuando le dije que era Guido, no sabe cómo se puso", relató la magistrada ante los medios al dar a conocer la novedad. La sangre de los Carlotto y los Montoya estaba en el Banco Nacional de Datos Genéticos pero nada las unía hasta que llegó la de Guido. Después de la reunión entre Estela y la jueza, se filtró información que podía identificar al nieto de la titular de Abuelas. Servini fue cuestionada por esta filtración.
Los hijos de Estela hicieron público el cuestionamiento a la jueza porque para ellos el nombre del nieto salió de su oficina directo a las redacciones. "Lo tuve que llamar a Guido para avisarle que se había filtrado. Si no lo llamaba se enteraba por TV. Primero se tiene que avisar al chico y después se da la noticia. Acá se filtró, y no por nosotros", dijo Claudia Carlotto.
En el Juzgado Federal N°1 de la Capital Federal, a cargo de Servini, tramitan alrededor de 80 causas vinculadas a la búsqueda de nietos, según explicaron a Infojus Noticias desde esa sede judicial. Una de ellas es la búsqueda de la nieta de Chicha Mariani. La mayoría de los casos llegaron en 1982 con una presentación judicial de Abuelas, Servini no estaba todavía a cargo del Juzgado. Luego, algunas de ellos se desprendieron en expedientes particulares. Otros, como el de Guido, entraron aparte, como denuncias.
Las sombras de la jueza
El escándalo por el Yomagate y la censura a Tato Bore, que le valió el apodo de "Buruburubudía", son la sombra de la jueza Servini de Cubría. Pero en su currículum también figura que fue la primera en restituir chicos apropiados en plena dictadura cívico-militar. Los dos primeros casos en los que intervino fueron Emiliano Hueravillo en 1977, y Cecilia Méndez en 1976. “En la década del 90, Servini de Cubría y Roberto Marquevich fueron los jueces del fuero federal que más causas por apropiación llevaron”, señalaron a Infojus Noticias fuentes cercanas a la búsqueda que para las abuelas lleva más de 30 años.
“Fui la única jueza que atendió a las Abuelas de Plaza de Mayo en plena dictadura y ellas mismas pueden decirlo, tenían una lista y fuimos buscando. Era lo que correspondía que hiciera”, dijo la magistrada. Paradójicamente, ella estuvo casada con un militar. En 1975 se casó con el entonces brigadier Tomás Cubría. Su marido pasó a retiro en 1977 por decisión del brigadier Ramón Agosti. Él murió en 2010. Servini de Cubría no piensa todavía en la jubilación.