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El empresario Juan Suris, que hace una semana fue absuelto en una causa por narcotráfico, seguirá detenido en el penal de Saavedra, en el sur bonaerense. El juez de Bahía Blanca Alejo Ramos Padilla rechazó el pedido de excarcelación en la causa en la que el novio de la vedette Mónica Farro está acusado de ser “jefe y organizador de una asociación ilícita tributaria”. “Existe un peligro cierto de que evada el accionar de la Justicia”, sostuvo el magistrado.

El defensor oficial José Pazos Crocitto había pedido la liberación de su defendido, quien “cumplió en todo momento con sus cargas estando a derecho”. En la resolución de nueve carillas –a la que Infojus Noticias tuvo acceso- el juez Ramos Padilla sostuvo que “el peligro de fuga aumenta con la llegada del juicio oral y con una hipótesis más cercana de una eventual condena”.

A modo de justificación recordó que el empresario está acusado de liderar una organización de la que formaban parte su padre, Eduardo Suris, su contador, Domingo Tomás Goenaga y otras tres personas. La pena prevista por este delito va desde los 5 a los 10 años de cárcel.“En el caso de que en la etapa venidera de debate resulte condenado Juan Ignacio Suris aun con el mínimo que prevé la escala penal, dicha pena será de cumplimiento efectivo”, explicó.

Además, el juez destacó  que el acusado “se mantuvo prófugo” durante más de un mes -entre diciembre de 2013 y enero de 2014- en la causa en la que se lo investigó por tráfico de drogas y en la que resultó absuelto el 23 de septiembre pasado. Esta conducta “da cuenta de su actitud frente a un requerimiento de la justicia”, agregó Ramos Padilla.

El empresario, de 41 años, está acusado de crear seis empresas para realizar operaciones ficticias de compra y venta de bienes y servicios. “Juan tenía un negocio de facturas truchas, hasta lo dijo delante de los jueces. Era un hombre de negocios como millones de personas que venden facturas truchas. Es un delito y está mal, pero nunca vendió drogas”, contó al diario La Nueva su amigo Gustavo Sequeira, uno de los que estuvo acusado con Suris en la causa por narcotráfico.

El protegido

Suris llegó a los medios por ser el dueño de una camioneta trucha que manejaba Leonardo Fariña. Sus apariciones televisivas aumentaron cuando salió a la luz su noviazgo con la vedette Mónica Farro. En silencio, la Justicia lo investigó en una causa por tráfico de drogas: sospechaban que el empresario lideraba una organización que traficaba cocaína líquida en botellas de agua mineral.

El trabajo de los sabuesos incluyó seguimientos, fotografías, escuchas telefónicas y análisis de mensajes de texto. El 14 de diciembre de 2013 se realizaron allanamientos en simultáneo en Bahía Blanca –de donde Suris es oriundo- y Darregueira, una localidad distante a 180 kilómetros de allí. En los procedimientos se secuestró dinero en efectivo, cocaína, marihuana, elementos para fraccionar la droga, teléfonos celulares, autos y documentación. Suris no apareció.

El 13 de enero del 2014 el empresario salió del departamento de la vedette, en Recoleta, y se subió a un taxi rumbo al gimnasio. Llevaba una gorra deportiva y barba. En el camino lo interceptó la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Él dio un nombre un falso. La identificación se demoró: lo identificaron por las huellas dactilares.

Nueve meses después de la detención, la causa llegó a juicio. Suris no presenció la audiencia en la que el 23 de septiembre el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca lo absolvió junto a otros diez acusados. Los jueces, Juan Leopoldo Velázquez, Raúl Fernández Orozco y Beatriz Elena Torterola, avalaron los pedidos de nulidad de las escuchas telefónicas solicitadas por la defensa de los imputados y consideraron que no había elementos para condenarlos.

SO/RA