Infojus Noticias habló con el cronista y músico Juan Tauil, sobre su ópera prima como documentalista y con Marlene Wayar, activista y una de las protagonistas del largometraje. El documental muestra la deconstrucción del montaje travesti en dabates que se fueron abriendo en distintos lugares de la sociedad, en los últimos años.
“ T es una película de militancia travesti durante el kirchnerismo”. Así definió Juan Tauil, al largometraje que registra de 2009 a 2012 la militancia artística y territorial travesti; así como las luchas por la integración a un Estado que por acción y omisión las relegó. Este material, filmado en tiempos en que los derechos humanos son fundamentales para nuestra sociedad, es un aporte para restituir la paz económica y social a un grupo que ha sido sistemáticamente discriminado.
El documental se estrenó este año en el marco del Festival Asterisco -con el que viajará a distintas provincias-y participará en el Festival “El lugar sin límites” en Ecuador, en el mes de noviembre. Para Marlene Wayar presentar el documental “es tener la instancia y la posibilidad de dialogo. A las travas nos cuesta mucho hablar. No tenemos un encuentro, o algo que nos junte. Entonces es excusa para ir a las provincias, hablar, preguntar, escuchar y aprender” contó a Infojus Noticias.
Marlene Wayar.
-¿Cuándo empezaste a trabajar en el documental?
JT: En 2008 cursaba un Master en Documental, en el Observatorio de cine documental, y hacía entrevistas para SOY –suplemento del diario P/12-, grababa y también filmaba. En las notas empecé a indagar y una de las necesidades de las chicas era tener voz propia, no ser más contadas. A partir de eso, y de analizar junto a Marlene Wayar cómo salía publicada la realidad travesti, como estaban contadas las historias: así, empezó a aparecer el documental.
-¿Qué significa ser contadas?
JT: Ser contada en este caso significa no tener voz. Una vez escribí una nota sobre un encuentro en Santiago del Estero de militantes de todo el país, en el que estuvieron los putos y las tortas disertando y las travas cocinando. Entonces yo escribí “las chicas estaban cocinando”, Marlene lo leyó y me dijo “Juan vos contaste algo que no da que pase”. Yo lo había escrito pero no me había dado cuenta.
MW: Las travestis aun de manera muy sutil seguimos siendo lo que no se ve. La visibilidad no incluye la palabra, que es la acción política por excelencia. El documental es lo más desprovisto de artificio que se puede. Un registro diverso de la estética de cada una, en muchos puntos del interior de argentina.
-¿Cómo elegista a las protagonistas?
JT: Había un colectivo, había un casting que había hecho por haber trabajado con ellas. Y después de ese casting natural que se dio, fue una colaboración mutua, fue muy orgánico.
El documental muestra la deconstrucción del montaje travesti. Registra la cotidianeidad, sus conversaciones íntimas, en los debates que fueron abriendo en las escuelas, en la universidad, en las legislaturas. Los espacios que ganaron y la transformación en sus discursos y posturas ante la sociedad. Las presenta en primera persona, las acompaña hasta los confines del país para compartir y reflejar las imágenes que quedan fuera de las zonas más iluminadas.
-Registraste el contexto social, sus casas, los lugares donde viven…
JT: Si, el lugar donde viven. Para todos es importante el lugar donde vivimos, pero para ellas mucho más porque la mayoría de las chicas travestis fueron expulsadas del hogar. Entonces la casa es un hogar, es un santuario. Es un lugar de diversión, traté de mostrar hasta el último detalle.
Malva, travesti chilena, fallecida en julio de este año, el mismo día que se presentó el documental en el Festiva Asterisco.
¿Es un proyecto independiente?
Si, con bajo presupuesto, sin subsidios aunque lo presenté al INCAA.
-¿Cuál fue la justificación para no darle apoyo?
Que no es buena la calidad de la imagen, ni el modo de montaje. Me sentí un poco discriminado. Entonces investigué y encontré el concepto de “la imagen pobre”, que es aquella que no tiene los estándares del HD, que tiene pixel. Ahí me di cuenta de la dictadura del HD, del terror y la fobia al pixel.
A partir de este concepto se puede leer la película desde una perspectiva más
Si, “T” es de imagen pobre, aunque tenga postproducción de color y sonido. Descubrí que las imágenes en esta calidad circulan de forma particular –en lugares chicos, comités, organizaciones, espacios militantes de trinchera- y que esa es la forma de circulación de esta película.
La imagen pobre concuerda con el relato de la película ...
Exactamente, es imagen pobre de personas pobres económicamente. La película así da posibilidad a debates previos o posteriores. y que una trava diga –como ya pasó- “discúlpame Juan, no dijiste nada de los problemas que tienen las chicas con las siliconas. Bueno, háganlo”. Mi mensaje es que con un celular y un buen grabador pueden hacer una película.
¿Qué relevancia tiene para este documental para la sociedad?
MW: Ayuda a que veamos la otredad con fluidez circular y que sea cotidiano ver una trava en cualquier lugar y no en el lugar de prostitución. Esperamos que con la ley de cupo de trabajo -que sancionaron esta semana en la provincia de Buenos Aires- consigamos tener más vías comunicación para que realmente participemos en lugares colectivos y en la sociedad. Y que todas las personas podamos, de acuerdo a nuestros deseos y capacidades, aportar a nuestra sociedad nuestro granito de arena. Con una buena comunicación, amorosa y justa.
T se presenta hoy a las 18, en el 5° piso del Macro, Bv. Oroño y el río – Rosario.
Protagonistas: Malva Solís, Susy Shock, Julia Amore, Daniela Ruiz y Marlene Wayar. Documentalista: Juan Tauil
JB/LC