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El vocero de la Corte Suprema de Justicia uruguaya, Raúl Oxandabarat, confirmó que habrá una reunión entre autoridades de Argentina y Uruguay para diseñar el plan más adecuado para retirar "cuanto antes" los restos de la aeronave accidentada en la que murieron 5 personas y otras 4 resultaron heridas. La idea es poder trasladarlos a una base de la Fuerza Aérea uruguaya y completar los peritajes técnicos. Oxandabarat explicó que la extracción del avión, "que está expuesto a diversas inclemencias", se convirtió en el objetivo principal de la investigación.

Oxandabarat también dijo a la agencia Télam que la semana próxima se tomaría declaración testimonial a la madre del piloto, Leandro Larriera. La mujer también es piloto por lo que a jueza del caso, María Alexandra Facal, “espera ver "qué elementos puede aportar”, señalaron otras fuentes de la investigación a esa agencia.

El cuerpo de Larriera llegó esta mañana al país, luego de que Facal autorizara su traslado tras leer los informes forenses.

Ayer la jueza tomó declaración a dos operadores del aeropuerto de Carmelo, a un primo del piloto y a un testigo uruguayo que dijo haber escuchado un ruido cuando cayó el avión. "Resta saber si se refería a la colisión o a algún otro sonido", aseguró otra fuente de la investigación.

También ayer habían sido trasladados los cuerpos de Gustavo Fosco, de 53 Años; Fernando Sánchez, de 45; Facundo Alecha, de 41 años y Fernando Lonigro, de 44 años. Los cuatro heridos evalúan favorablemente en centros médicos argentinos.

El accidente se produjo cuando la avioneta, Beech B-200 Super King Air, propiedad del empresario argentino Federico Bonomi, que había partido desde San Fernando hacia al aeropuerto de Carmelo, en Uruguay, cayó sobre el río a unos ocho kilómetros de la costa, en un sector poco profundo del rio. Alrededor de las 14, una embarcación que pasaba por el lugar dio aviso a Prefectura Naval Argentina del accidente.