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En jornada maratónica, después de doce horas de debate, la Cámara de Senadores aprobó la reforma del Código Civil y Comercial de la Nación. Fue una sesión ardua, que tuvo largas exposiciones y permanentes interrupciones. Minutos antes de la votación, que resultó en 39 sufragios positivos y uno negativo, el bloque de la UCR se retiró del recinto.

Las caras insomnes acechaban en los pasillos del recinto, que estuvo poblado por una gran cantidad de periodistas y curiosos, “como hace tiempo no veíamos”, según dijo un agente de seguridad. A primeras horas de la madrugada, el jefe del bloque de senadores del FpV, Miguel Pichetto, pedía flexibilidad en las exposiciones aunque dejaba en claro que el recinto discutiría “hasta que las velas ardan” el nuevo código.

El último tramo del debate resumió lo que se vivió en las doce horas de sesión especial. El senador oficialista Daniel Filmus destacó que el nuevo código “permitirá el avance de una sociedad más igualitaria y democrática”. A su turno, el legislador opositor Rubén Giustiniani lo increpó diciendo que el proyecto “deja de lado la propiedad comunitaria de los pueblos originarios y el derecho social en el acceso al agua potable”. Luego, antes de las palabras finales de Miguel Pichetto, el senador Eduardo Sanz encabezó una retirada del radicalismo antes de la votación. El oficialismo, sin embargo, consiguió la mayoría por 39 votos a favor y sólo uno en contra.

Una sesión histórica

La sesión especial del Senado en la que se debatió la reforma y unificación de los Códigos Civil y Comercial de la Nación comenzó minutos después de las cuatro de la tarde, con 53 senadores presentes y 19 ausentes. El Senado dio media sanción al proyecto del Poder Ejecutivo y lo giró a Cámara de Diputados, que lo abordará cuando se reinicie la actividad parlamentaria en 2014. La sesión empezó después de la jura de 20 senadores electos en octubre. El debate tuvo su momento más álgido con una discusión entre Aníbal Fernández y Ernesto Sanz.

La discusión se inició tras el encuentro que mantuvieron los jefes de los bloques de la Cámara alta con el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, en el despacho del vicepresidente Amado Boudou. Sin embargo, el debate debió aguardar una hora más. Es que desde los bloques de la oposición reclamaron que el Código no se votara a "libro cerrado" en general y en particular, sino que se expresara la decisión de los senadores "artículo por artículo".

El debate lo inició el presidente de la Comisión Bicameral Especial del Código Civil y Comercial, Marcelo Fuentes, el primero de la lista de más de treinta oradores, al sostener que el nuevo Código "no mira hacia afuera, sino hacia adentro de la Argentina". "Querían presentar a esta tarea como un capricho del gobierno. El tratamiento de este Código es distinto al de (Dalmacio) Vélez Sarfield: no miramos hacia afuera, sino hacia adentro", sostuvo el oficialista neuquino.

Fuentes destacó que "esta reforma es el recupero del concepto de la libertad, de la diversidad y del derecho que tenemos a ejercer en plenitud nuestras posibilidades sin que haya una visión única".

El jefe de la bancada del FpV, Miguel Ángel Pichetto, defendió el debate sobre el nuevo Código Civil y Comercial, luego de que algunos senadores de la oposición objetaran que la votación era "a libro cerrado" y mediante “un apuro sorpresivo".

"Nadie quiere agraviar ni imponer nada –explicó el senador rionegrino -. Hay que dar un primer paso, no es un paso definitivo, sino que votaremos sobre cuestiones que acordamos y otras que no. El Código ha tenido un proceso de participación en Senado y Diputados. Y como dijo el jefe de Gabinete, queremos dar un espacio de reflexión para avanzar el debate en Diputados".

Pichetto agregó: "Sean honestos intelectualmente: ningún código se vota artículo por artículo. No existe en el mundo un hecho de esa naturaleza, pido que analicemos la historia de la codificación y seamos serios y responsables en decir qué significa decir que lo hacemos a libro cerrado, que no es una palabra ofensiva".

Durante más de doce horas, los oradores esgrimieron argumentos y posturas a favor y en contra del Código Civil y Comercial. Entre los puntos de la normativa estuvieron los nuevos tipos de familia, el derecho al agua, el derecho de las minorías y la función social de la propiedad. Todos remarcaron que no era una ley sencilla ni un tema menor. Los senadores entraban y salían del recinto, aunque había más espacios vacíos que llenos.

El debate transcurría normalmente hasta que Sanz tomó la palabra. En un cruce con Aníbal Fernández, el senador radical dijo que el oficialismo “contaminó” el Código al haber avanzado con un “dictamen en soledad”. El comentario ocasionó murmullos, risas y dedos acusatorios.

Antes, Fernández rescató la dignidad de la discusión por el Código Civil y Comercial. “El punto clave es el de pensar la familia. Es muy importante que aquellos que no lo podían hacer o que la habían perdido, ahora encuentren una posibilidad de armar un nuevo vínculo. Hoy nos proponemos una nueva revisión del régimen matrimonial, que tiene como eje la intervención razonable del Estado en la esfera particular. Ya no estamos hablando de un concepto de familia rígida: hablamos de nuevos tipos de familia que exigen una nueva forma de regulación”, dijo el senador del FpV.

El radical Sanz cuestionó los cambios introducidos por el oficialismo en el proyecto y dijo que eso llevará a la "judicialización" de las normas. "Cuando a la Justicia lleguen estas causas porque la política no quiso o no pudo resolver dentro de la política, no nos quejemos", resaltó. Por otra parte, Sanz celebró lo que llamó la “autonomía de la voluntad responsable” en varios puntos del nuevo Código, “tendientes a una calidad de vida más favorable”. Y dijo: “Tenemos que sentirnos privilegiados de discutir un Código Civil, sobre todo los que lo estudiamos alguna vez en la facultad".

A su vez, la justicialista disidente Sonia Escudero respaldó los cambios en el artículo 19 sobre concepción al afirmar que "es absolutamente absurdo decir que un embrión no implantado es una persona". "Es una forma de vida y tenemos la obligación de protegerlo, y por eso habrá una ley especial", sentenció Escudero al indicar que la oposición "hizo un mundo de algo que no es".

2600 artículos nuevos

El proyecto consta de más de 2.600 artículos e introducirá cambios sustanciales que modificarán la vida de los argentinos. Tras haber sido aprobado en el Senado, ahora pasará a Diputados para ser convertido en ley, algo que se estima que sucederá en 2014, como lo adelantó Capitanich el viernes, cuando señaló que el oficialismo espera terminar el año con la media sanción de la norma.

El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, que entraría en vigencia en enero de 2016, obtuvo dictamen de mayoría el miércoles pasado. La iniciativa fue defendida en el Congreso por el ministro de justicia, Julio Alak y por el secretario de Justicia, Julián Álvarez, quienes hicieron referencia a lo innovador del nuevo cuerpo normativo. Durante su exposición, Alak resaltó que “uno de los motivos que llevó a construir un nuevo Código es el ordenamiento jurídico institucional de Argentina que se adoptó en 1994 con la reforma constitucional y la incorporación de nuevos tratados internacionales”.

También hizo referencia a que “los cambios sociales y culturales que han venido modificando a nuestra sociedad en las últimas décadas" fueron fundamentos para promover la reforma.

Para Álvarez, quien trabajó en la coordinación de los equipos técnicos y en los foros que se realizaron en todo el país, el futuro Código es la "norma de mayor importancia jurídica e histórica" de los últimos años por lo que pidió a los legisladores que la norma "sea aprobada cuando antes".

Entre los puntos más salientes de este nuevo Código está "la imprescriptibilidad para las acciones civiles derivadas de los delitos de lesa humanidad", y que "se elimina el vínculo afectivo para la adopción y se estipula el plazo de 90 días para determinar la situación de adoptabilidad del niño".

Concepción y reproducción

Entre otros puntos, el nuevo código establece que el comienzo de la existencia humana se produce en la concepción, modificando la redacción original que incluía en los casos de reproducción humana asistida, que la vida comenzaba con la implantación del embrión en la mujer. En ese sentido, aclara que la protección del embrión no implantado será objeto de una ley especial.

En cuanto a fecundación, el Código establece unas "reglas generales relativas a la filiación por técnicas de reproducción humana asistida" entre las que menciona el "consentimiento en las técnicas de reproducción humana asistida", la "voluntad procreacional" y el "derecho a la información de las personas nacidas por técnicas de reproducción asistida".

Por otro lado, permite las uniones convivenciales, facilita las adopciones y establece que se puede hacer un acuerdo prenupcial y que el divorcio se puede llevar adelante con el consentimiento de uno solo de los cónyuges.

En cuanto a cuestiones monetarias, el proyecto impulsado por el kirchnerismo estipula que si se tomó una deuda en moneda que no sea de curso legal en la República Argentina, la obligación "debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal".