El magnate Paul Singer, del fondo buitre Elliot Management Corp., calificó de “bizarros” los esfuerzos de los bonistas para que Elliot, NML Capital y Aurelius Capital Management desistan de las acciones judiciales para cobrar bonos en default.
El magnate Paul Singer, responsable del fondo buitre Elliot Management Corp., calificó de “bizarros” los esfuerzos de los bonistas de la deuda argentina reestructurada por encontrar un acuerdo para que Elliot, NML Capital y Aurelius Capital Management desistan de las acciones judiciales en las que reclaman el pago de la totalidad de los bonos defaulteados. De esta forma queda virtualmente desarticulada la propuesta que los fondos de inversión Gramercy y Fintech buscaban trasladar a los buitres.
Singer envió un correo a los clientes de su compañía de inversión en el que dio a conocer su postura ante esas tratativas. La agencia Bloomberg publicó algunos pasajes del correo electrónico, en el que el multimillonario también calificó de “horrendas” las políticas públicas argentinas. Allí criticó al Gobierno nacional por “meterse en peleas con corporaciones globales” y reclamó una negociación sin intermediarios.
El rechazo del fondo Elliot al acuerdo descarta que se pueda llegar a una solución a través de una vía alternativa. El juez Thomas Griesa y la Cámara de Apelaciones le dieron la razón a los fondos buitre en su reclamo por el cien por ciento del valor nominal de sus títulos de crédito, a pesar de que son bonos en default. Singer y Kenneth Dart, principalmente, reclaman 1330 millones de dólares en efectivo y al contado.
Estos fondos representan tan sólo el 0,5 por ciento de los tenedores de crédito de la mayor deuda externa de la historia de la Nación. El 93 por ciento de los bonistas ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010, y accedieron a una quita en el capital y los intereses, sometiéndose a nuevos planes de pagos por parte del Estado nacional. Gramercy posee títulos por alrededor de siete mil millones de dólares, y logró acumular avales del treinta por ciento de los bonistas para presentar una nueva propuesta de arreglo.
La idea del fondo de inversión era ceder parte de sus intereses desde 2014 hasta 2018 en favor de los grupos especulativos que están en litigio con la Argentina. Mediante distintos pagos, terminarían remitiendo cerca de 1500 millones de dólares a Singer y compañía, a cambio de que ellos cesaren en el reclamo judicial.
El Estado nacional apelará a mediados de febrero ante la Corte Suprema de Estados Unidos, impugnando el fallo que la obliga a pagar la suma reclamada por los especuladores.