El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, inauguró hoy el año judicial. Hubo jueces, fiscales, políticos, periodistas, miembros de organismos de derechos humanos. Un video que cerró con la imagen de Nisman no cayó bien en muchos invitados. Desde Memoria Activa se fueron del acto: los habían colocado en un patio.
En primera estaban el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y la madre de Plaza de Mayo de Línea Fundadora, Nora Cortiñas, acompañados por otros integrantes de organismos. Afuera, en el patio central, los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA nucleados en Memoria Activa, que a través de la red social Twitter hicieron conocer su descontento: “Ante invitación de #Corte Suprema fuimos y nos mandaron a un patio. Ese es el lugar que le dan a Causa #AMIA”. En el patio, los magistrados habían colocado una pantalla donde proyectaron el acto. Sucedió hoy en el acto de apertura del año judicial que encabezó el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, en la sala de Audiencias del cuarto piso del Palacio de Tribunales.
Hasta último minuto del mediodía, los empleados de Ceremonial trabajaron para ubicar a jueces y camaristas, representantes de organismos de derechos humanos, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak y el secretario del área, Julián Álvarez, entre otros. Recién cuando todos ellos, más de 150 personas estuvieron en sus respectivos asientos, y un número similar de público se acomodó en el patio frente al salón, el ministro de la Corte ingresó acompañado por sus pares, los jueces Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda.
El evento, del que participaron integrantes del Poder Judicial, funcionarios, y políticos, empezó con la proyección de un video preparado por el Centro de Información Judicial (CIJ). Cuando los cuatro ministros de la Corte ocuparon sus lugares detrás de un enorme escritorio, ubicado por sobre el resto del auditorio y presidido por un enorme crucifijo, las imágenes se proyectaron en cada uno de los seis televisores, ubicados de a tres a cada lado del salón.
En las primeras filas y habiendo sido una de las últimas en ingresar, la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex esposa del fiscal Alberto Nisman y madre de sus hijas, ocupó un lugar en la sala. Donde también estuvieron los jueces que instruyen las causas que sustanció Nisman, desde la Unidad Especial AMIA, la del atentado en la sede de la mutual judía a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral y la del encubrimiento de estos hechos, encabezada por el juez federal Ariel Lijo. Junto a ellos estaba Daniel Rafecas, el magistrado que desestimó la denuncia que pesaba sobre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios por la firma del Memorandum de Entendimiento con Irán, para lograr la colaboración de este país en la investigación del atentado.
Cuando las luces se apagaron se escucharon las primeras estrofas del Himno. Y en las pantallas se vieron imágenes que recordaban los centros clandestinos de detención, los asesinatos de Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, la tragedia de Cromañón, entre otras. Lorenzetti después las llamó "nuestras víctimas" y "nuestras tragedias". La proyección cerró con la imagen del fallecido fiscal Alberto Nisman, a modo de homenaje.
“El video no tuvo que ver con el discurso”, dijo al cierre del acto la titular de la flamante Cámara de Casación en lo Criminal y Correccional, María Laura Garrigós de Rébori. La magistrada que celebró que en su discurso el presidente de la Corte se refiriera a la independencia de los jueces, lamentó que las imágenes equipararan al fiscal fallecido con los 30.000 desaparecidos. “Me parece que no corresponde”, aseguró. Una jueza de instrucción, con reserva de su identidad, avaló la inclusión de Nisman, “entre las víctimas, porque hasta ahora lo es”. El abogado que actuó como defensor de uno de los investigados por el atentado en la AMIA, Juan Gabriel Labaké, coincidió con la jueza: “Me pareció horrible el video que se pasó, no se puede mezclar así”, dijo a Infojus Noticias, tras haber calificado del discurso de Lorenzetti como “moderado”.
Después de esta proyección Lorenzetti se acercó a un pupitre. A la derecha y delante del escritorio que ocupaban sus compañeros en la Corte, y de pie se dirigió a los presentes. Maqueda y Higthon de Nolasco lo siguieron atentamente. En tanto el ministro Fayt, en algunos momentos se ocupó de algo que tenía entre sus manos y no se alcanzaba a ver desde el fondo del salón donde estuvo ubicada la prensa. Con las pausas necesarias y en un tono apacible, el juez Lorenzetti, inició su exposición haciendo hincapié en la necesidad de abordar los expedientes desde una perspectiva humana y en la importancia de que los poderes del Estado trabajen de manera cooperativa.
"Detrás de cada uno de los temas, hay gente que lucha; hay pedidos de organizaciones. No son expedientes. Son personas, son tragedias. Hay que conmovernos con lo que les pasa a las personas con rostro humano", dijo el presidente de la Corte. Después, llamó a "terminar con la impunidad en cada uno de los casos". Se refirió en especial a los procesos que están trabados. Y convocó a "que no hagamos de ellos una disputa de intereses ajenos a la lucha contra la impunidad", y advirtió que las víctimas esperan una actitud más madura de las instituciones.
Mientras tanto, la única fotógrafa autorizada a recorrer el pasillo entre las sillas retratando a los presentes era la del CIJ. Lo hizo meticulosamente, en cada hilera. En las últimas estaban ubicados los periodistas, entre ellos Daniel Santoro, Luis Majul y Eduardo Anguita, del lado de la sala donde estaba ubicado Lorenzetti. Al otro lado, estaba uno de los impulsores de la “marcha del 18F, el titular de la Unión de Empleados judiciales de la Nación, Julio Piumato, junto al procurador porteño, Julio Conte Grande y el ministro de justicia de la ciudad Guillermo Montenegro.
En un tramo de su discurso el presidente de la Corte, advirtió que los jueces deben ser criticados por sus sentencias no vilipendiados por sus condiciones personales. “Es bueno que las sentencias sean críticas y es bueno también que reciban críticas, pero por sus argumentos no porque deslegitimamos al emisor”, dijo en un tramo de su alocución, lo que tras el acto fue considerado por algunos magistrados como un espaldarazo al juez Rafecas, por las recientes descalificaciones hacia su persona después que se conociera el fallo con el que rechazó la denuncia del fallecido fiscal Nisman con respecto a la presidenta.
En su discurso el ministro de la Corte se refirió a la necesidad de poner en marcha los tribunales orales 7 y 8, de dotar de capacidad investigativa a las llamadas policías judiciales y auxiliares de la justicia. “Me faltó escuchar lo referido a la implementación del nuevo Código Procesal Penal, y lo que hace al trabajo de la Corte proyectado para este año”, dijo a Infojus Noticias Garrigós de Rébori.
Como la jueza, el resto de los magistrados consultados, Canicoba Corral y Sebastián Casanello, y otros que prefirieron mantener su nombre en reserva, destacaron que Lorenzetti hablara de la independencia y la imparcialidad de los jueces. Y destacaron que enmarcara el quehacer de la judicatura en un modelo democrático, basado en el respeto a los principios republicanos, federales y de ampliación de derechos que fija la Constitución Nacional.
Afuera, en las escaleras, cinco mujeres sostenían una bandera con la inscripción: “Todos somos Nisman”, la firma las identificaba como “equipo de la resistencia”. Consultadas por Infojus Noticias, contaron que se conocieron por las redes sociales. “Buscamos la destitución de (Alejandra) Gils Carbó”, dijeron, en referencia a la procuradora general de la Nación, una de las asistentes al acto.
Las mujeres dijeron que con ese objetivo todos los martes marchan a la sede de la Procuración. Cuando salía, el ex consejero de la Magistratura en representación de los abogados, Alejandro Fargosi, fue efusivamente saludado por la que encabezaba al grupo. Después descendió rápidamente la escalera y se fue del Palacio. Parecía marchar a contramano de las declaraciones de Lorenzetti, que había dicho que la Justicia nunca iba a ser “popular”.