Lo dijo a Infojus Noticias Mauricio García, de la Red Interparques y Plazas, una ONG que se dedica a defender los espacios verdes porteños. Esta semana se reglamentó la ley que permitirá que haya bares y restoranes en las plazas y parques de la ciudad de Buenos Aires. Las licencias se darán por hasta cinco años.
Los parques del futuro proyectados por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires tendrán menos espacio verde y más sándwiches, panchos, gaseosas y cafés. La cultura también estará presente: cinco metros cuadrados serán dedicados a “músicos y artistas callejeros” preseleccionados “que percibirán como contraprestación económica exclusivamente lo recaudado a la gorra”, según la reglamentación de Ley 4950 que se publicó en el Boletín Oficial de CABA. Con los votos de los bloques PRO y UNEN, la Legislatura porteña había aprobado en mayo este proyecto que permitirá la instalación de bares privados en parques públicos que superen los 50000 metros cuadrados.
Las licencias se darán por hasta cinco años y los bares o restaurantes podrán tener hasta 20 metros cuadrados cubiertos, mientras que la superficie límite para el despliegue de mesas y sillas será de 30 mt2 cubiertos y 100 mt2 descubiertos. Para la habilitación el comercio deberá instalar cámaras de seguridad según establece la ley 1913.
Según la reglamentación se otorgará permisos de uso precario a fin de establecer servicios que complementen y no alteren el uso común ni el carácter de espacio público, con criterios de arquitectura sustentable y tipologías uniformes que se complementen y articulen. ¿Será posible no afectar el espacio público usando parte de su terreno para fines comerciales?
“Para acceder a los beneficios de consumo que propone este uso del espacio público hay que tener plata para sentarse y pagar, por eso no vemos como positivo que un lugar para todos, más allá de los recursos económicos, se vuelva de unos pocos que lo puedan pagar”, dijo a Infojus Noticias Mauricio García de la Red Interparques y Plazas, una asociación que se dedica a defender los espacios verdes de la Ciudad y capacitar sobre huertas y alternativas sustentables.
Artistas callejeros a "la gorra"
En los “núcleos de servicios” se admitirá “venta de emparedados, golosinas, productos de confitería u otros alimentos. Opciones bajas en sodio y productos para diabéticos y celíacos. Frutas y verduras en sus diversas modalidades y productos de bajas calorías. Venta de agua y bebidas sin alcohol envasadas. Elaboración y venta de infusiones de café, té, yerba mate, leche, jugos exprimidos y licuados”.
Solo darán permiso en los espacios que superen los 50 mil metros cuadrados y la habilitación definitiva de los emprendimientos comerciales estará supeditada a la construcción de servicios complementarios como “sanitarios accesibles de uso público y gratuito”, “estación de vida saludable, que deberá contemplar como mínimo una zona de descanso e hidratación gratuita a los que realicen ejercitación física”, “estacionamiento de bicicletas”, “Wi-Fi” y “biblioteca”.
“La idea de que un baño lo tenga que construir un privado suena raro. Además es difícil pensar que los baños que se instalen sean totalmente públicos, nos parece un paso para atrás porque con el tiempo se puede dar que los baños sean para aquellos que consumen”, contó García.
Dentro de los comercios, los “músicos y artistas callejeros” tendrán destinado un espacio de 5m2, con demarcación de piso y prohibición de amplificadores de sonido de cualquier tipo. La persona a cargo del predio “administrará y garantizará la rotación de artistas, que percibirán como contraprestación económica exclusivamente lo recaudado bajo el formato denominado ‘a la gorra’.
El espacio comercial deberá entregar un sector para una “biblioteca” que quedará a cargo de la Dirección General del Libro y Promoción de la Lectura. La “estación de vida saludable” será un espacio al aire libre equipado con mobiliario para realizar ejercicios físicos. El 30 por ciento de los permisos de uso a otorgar deberán ser destinados a ONG o entidades de bien público sin fines de lucro.
Empezarán en 35 espacios verdes
“¿Es necesario sacarle más espacio a los parques cuando hay hospitales para ocuparse de la salud? Ya sabemos qué pasa cuando se debilita la salud y la educación mediante servicios privados”, se preguntó García.
En las superficies descubiertas donde se localicen las mesas y sillas o se desarrollen otras actividades o servicios que requieran estabilidad dimensional del piso, se deberá materializar con resoluciones constructivas que admitan la absorción de parte agua de lluvia: del tipo bloques articulados de hormigón para césped o decks de madera con junta abierta.
Los emprendimientos empezarán en 35 espacios verdes que incluyen a plaza San Martín (Retiro), los parques Mujeres Argentinas y Micaela Bastidas (Puerto Madero), la plaza Rubén Darío y el parque Thays (Recoleta), el parque Pereyra (Barracas), el parque Quinquela Martín (La Boca), el Parque Patricios, la plaza Irlanda (Flores), los parques Rivadavia y Centenario (Caballito), el parque Chacabuco, un parque sin nombre en Villa Lugano, el parque Indoamericano (Villa Soldati), el parque Alberdi (Mataderos), el parque Avellaneda, los parques General Paz y Saavedra (Saavedra), el Parque de las Américas (Belgrano), el Parque de la Memoria (Núñez), el parque Las Heras (Palermo) y el parque Los Andes (Chacarita).
A los pocos días de aprobado el proyecto en la Legislatura, Mauricio Macri publicó en su cuenta de Facebook “¿Por qué propusimos esto? Comer algo sencillo, tomar un refresco o un café al aire libre, forma parte de la recreación que se busca en el tiempo libre. Comer es parte del esparcimiento (pregúntenle a un chico si no es así). Por eso quisimos crear las condiciones para que eso se produzca de una manera inteligente. Determinamos con precisión el tipo de actividad permitido, el espacio y la forma en que deben integrarse a la tradición histórica de cada barrio y las responsabilidades que tendrá cada bar. Por ejemplo, deberá tener y mantener en condiciones tres baños a su cargo, uno para mujeres, otros para hombres y uno especial para niños. En poco menos de un año, vas a poder ir a pasear a la plaza y tomarte un café en un lindo barcito, limpio y respetuoso. Y eso es bueno”.