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En el centro de Neuquén, un oficial de la Policía de Neuquén se atrincheró en una oficina municipal del Registro del Automotor y tomó rehenes. Por motivos que los investigadores policiales aún no pudieron determinar, el hombre tiró tres tiros hacia el techo y secuestró a once personas. En principio,  liberó a siete. Un mediador de la fuerza provincial trabajó en el lugar para solucionar el conflicto. En los últimos minutos, finalmente, la toma de rehenes tuvo un final feliz: liberó a las cuatro personas que faltaban.

Fuentes vinculadas a la investigación lo identificaron como Sebastián Riquelme. Dijeron, además, que no hay ningún herido y que personal médico asistió a las personas sin notar ninguna lesión. Según informó el secretario de Coordinación, Marcelo Bermúdez, el hecho comenzó cerca de las 8.40 en una oficina municipal del Registro del Automotor de la ciudad de Neuquén, ubicado en las calles Santa Teresa y Río Colorado, del barrio Provincias Unidas.

Riquelme, que trabaja en la comisaría 4°, ingresó a la oficina y realizó al menos tres tiros hacia el techo, según contaron testigos. Aparentemente, el oficial haría adicionales en el Registro del Automotor. En la zona trabajaron personal policial de varias divisiones, Bomberos y  un grupo especializado del SIEN (Sistema Integrado de Emergencias de Neuquén). El perímetro está cercado.

Tras los primeros segundos de extrema tensión, y en medio de la confusión, Riquelme dejó escapar a varias personas que aguardaban para realizar trámites, pero luego cerró las puertas y secuestró once personas, entre ellas, cuatro empleados municipales. Una de las personas liberadas es una mujer embarazada identificada como Carla Tamburri, de 30 años, con quien mantendría una relación de pareja. Los investigadores sospechan que el hecho podría haber sido el detonante.