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Un ciudadano colombiano fue asesinado anoche a balazos por un sicario encapuchado que irrumpió en el resto-bar donde se encontraba junto a otras cinco personas y lo ejecutó, en el barrio porteño de Almagro. El episodio tiene para los investigadores todas las características de un "crimen por encargo". Ocurrió cerca de las 0.30 en el resto-bar "Athos", situado en avenida Rivadavia 3691.

En el resto bar había cerca de 20 personas. En una de las mesas había cinco personas: la policía supone que eran todos de nacionalidad colombiana. Entre ellas estaba Jonathan Alexis Rodríguez, de 25 años. En un momento, ingresó al restaurante un hombre encapuchado que se encaminó directamente a la mesa donde se hallaba el  colombiano. Sacó un arma y disparó cuatro veces contra el joven.

Tras el ataque, el agresor escapó en una moto conducida por un cómplice. Rodríguez fue llevado en gravísimo estado por sus acompañantes al hospital Ramos Mejía, aunque murió. El joven había llegado al bar en una camioneta 4x4.

La policía secuestró cuatro vainas servidas calibre 22. Los investigadores creen que por la modalidad del ataque y el arma empleada se trató de un crimen por encargo y descartaban en principio el móvil de robo.

Peritos de la Policía Científica trabajaron en busca de rastros y huellas. Y los policías de la comisaría 9 procuraron obtener imágenes del agresor que pudieran haber quedado registradas en las cámaras de seguridad de la zona. Además, tomaban testimonio a los amigos de la víctima y a personas que se hallaban en el restó cuando el colombiano fue atacado.

Este crimen es uno más de una lista que se engrosa con el tiempo. En 2008 se produjo un doble homicidio en Unicenter. En 2009, hubo dos asesinatos: uno en San Fernando y otro en Barrio Norte.

Rodríguez había llegado al país hace un año, procedente de Bogotá. No registraba pedidos de solicitud de ciudadanía o permanencia en el país. Vivía en Palermo. El diario La Nación informó que “las primeras investigaciones de los detectives de la Policía Federal indicarían que, junto con otros ciudadanos colombianos, se dedicaba a la modalidad delictiva conocida como entraderas”.

La fuente de la nota agrega: "Si bien todavía no podemos confirmar ninguna hipótesis, en esta ocasión no se trataría de un ajuste de cuentas ordenado por el narcotráfico. La sospecha es que la víctima, junto con un grupo de compatriotas, se dedicaba a robar casas en la modalidad entraderas. El móvil que terminó con el asesinato tendría como origen un problema en algunos de los robos protagonizados por la banda".