Cecilia Ferrero se casó en Alemania con un nativo de ese país y tuvieron dos hijos allí. En 2011, la familia se instaló en Argentina y cuando se separaron, él se quiso llevar a los niños. Después de un largo conflicto judicial, la Justicia argentina le dio la razón a la mujer.
A mediados de 2005, Cecilia Ferrero cursaba un posgrado en Alemania cuando conoció a Hans Moritz, con quien se casó y tuvo dos hijos en aquel país. En 2011, la familia se radicó en la ciudad de San Rafael, Mendoza. Compraron dos casas y ella empezó a trabajar en un estudio contable, mientras él encontró empleo como docente. Un año después, la pareja se separó y Moritz quiso volver a Europa con sus hijos. Cecilia no lo autorizó y a partir de ese momento comenzó una larga batalla judicial que incluyó al Ministerio de Relaciones Exteriores. Moritz demandóla “restitución de los niños” y apeló al Convenio de La Haya. Días atrás, la Justicia argentina rechazó que esa restitución se llevara adelante.
La jueza de Familia, Mariana Simón, entendió que la pareja tenía un proyecto de vida que empezó en el 2005 y contemplaba residir permanentemente en la Argentina y por eso falló a favor de la mujer, que hoy tiene 37 años.
Durante la pelea judicial, los hijos del matrimonio -una niña de 7 años y un varón de 3- vivieron con su mamá.
Para el abogado de la mujer, José Andrés, el fallo demoró demasiado. “Estaba más que claro que el matrimonio viajó a la Argentina con la idea de establecerse en San Rafael” y recordó que “se compraron dos propiedades y se iniciaron los trámites ante el registro civil para documentar a los niños y al padre”, explicó.
Sin declaraciones a la prensa
Si bien la jueza de primera instancia falló a favor de Cecilia, le ordenó bajo apercibimiento penal, que “se aleje de los medios de comunicación y evite hablar de esta situación legal que mantiene con su ex esposo”. El letrado Andrés adelantó al diario Uno de Mendoza que apelarán esta decisión judicial porque para su criterio la mujer nunca expuso a sus hijos.
La semana pasada Cecilia se entrevistó con el gobernador Francisco Pérez, quien le aseguró que seguía con interés el caso. Ahora se espera la apelación del fallo por parte de Moritz.
Cuestionamientos al Poder Judicial
Antes de conocerse el fallo, Cecilia recurrió a la Secretaría de Derechos Humanos de Nación y emitió un comunicado en el que cuestionó los procedimientos judiciales. "¿Qué haría usted si el juzgado que debe resolver lo deja en continua indefensión?; ¿si le limita los plazos arbitrariamente y sin respaldo legal?", se preguntó.
Como ejemplo, expuso que a ella le dieron tres días para contestar una extensa demanda y a su exmarido treinta para acompañar un contrato y cinco para ofrecer un perito. También marcó otra arbitrariedad: “¿Qué pensaría uno si le permiten sólo tres testigos, y a la contraparte seis declaraciones de sus amigos prestadas en el exterior, sin su control?".
En el texto, la mujer señaló que a lo largo del proceso judicial toleró y sufrió “situaciones humillantes que van más allá de la preocupación razonable que significa un juicio que involucra a los hijos y a la integración o desintegración de los vínculos familiares más importantes.