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Después un turbulento proceso de designación, juró la nueva integrante del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad, Inés Weinberg de Roca. Al acto asistió la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia, Elena Higthon de Nolasco, quien felicitó al jefe de gobierno porteño por la elección de la candidata. “Muchísimas gracias a los presentes por acompañarme”, fueron las únicas palabras que dijo la flamante integrante del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad, Inés Weinberg de Roca al jurar este lunes en el edificio que se encuentra sobre la calle Cerrito al 700.

El acto de asunción contó con la presencia de gran cantidad de magistrados y fiscales porteños y nacionales. Entre ellos estaban la vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Higthon de Nolasco; el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri; y el titular de la Legislatura de la Ciudad, Cristian Ritondo. La vicepresidenta de la Corte Suprema fue la única oradora del acto. Luego de remarcar que “después de mucho tiempo de falta” se cubría la vacante que existía desde el 2009 en el máximo tribunal de la ciudad dijo: “felicito al jefe de gobierno por la elección”. Después hizo una broma en alusión a que se trata de un tribunal con mayoría de mujeres en su composición, “han prometido tratarlos bien a los varones”, dijo.
 
El camino de Weinberg de Roca hacia el TSJ empezó en diciembre del año pasado y estuvo lleno de idas y vueltas. Incluyó una discusión sobre supuestas irregularidades en el cobro de sueldos de la magistrada por cargos internacionales y tres sesiones especiales de la Legislatura porteña para su sanción.
 
Hoy, ante el presidente del TSJ de la Ciudad Luis Lozano -quien estaba acompañado por sus colegas Ana Conde y José Casas- Weinberg de Roca juró por “Dios y la Patria”. Alicia Ruiz, la otra de las integrantes no estuvo presente por “razones personales”. Antes de integrar este tribunal Weinberg de Roca fue jueza en la  Cámara de Apelaciones en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad entre 2000 y 2003. Además se desempeñó como jueza del Tribunal Penal Internacional de la Naciones Unidas para Ruanda y para Yugoslavia,  entre 2003 y 2008. Desde marzo de 2009, además, integró el Tribunal de Apelaciones de las Naciones Unidas.

Fueron sus cargos internacionales y las presuntas irregularidades en cobros de sueldos las que complicaron su designación.  La ahora magistrada del TSJ de la ciudad había sido cuestionada por el legislador porteño Rafael Gentili (Proyecto Sur)  por haber cobrado un sueldo por su trabajo en la ONU mientras percibía sus haberes como camarista en el fuero local, y también por el ex procurador de la Ciudad, Enrique Marcer. Pero la Legislatura finalmente aprobó su pliego y la jueza, finalmente, pasó a integrar el máximo tribunal de la ciudad.